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viernes, 20 de septiembre de 2013

Reuniones, cachés y enfados.


Lo primero, mil disculpas por haber dejado abandonado el blog por más de un mes, entre la falta de tiempo, la avalancha de discos nuevos, y de esos pocos me llamaban, y mi trabajo en Subterráneo, esto acababa siendo la última prioridad.
No toca hoy reseña, sino otro tema que por acontecimientos recientes se ha puesto muy de moda. El sempiterno asunto de las reuniones. Hoy mismo me dijeron que mirase las primeras confirmaciones del Hellfest, con muchas joyas de cabeza de cartel. Entre ellas destacan Emperor (a los que luego volveremos) y sobretodo una reunión a todas luces imposible: Death. Si, la banda de Chuck Schuldiner, y tranquilos que no han contratado a ningún holograma como pasó con 2-Pac
Aún así, más de uno/a se lo ha tomado como si hubiesen profanado el cadáver del artista, pero hay ciertas cosas que matizar. Nadie se quejó en 2012 cuando se hizo una pequeña gira por EEUU de músicos que tocaron en Death, más invitados en las voces, todo ello bajo el nombre de Death To All Tour. Para los curiosos, aquí una reseña de uno de los conciertos con todas las alineaciones de músicos, ninguno de ellos manco. Y de hecho bajo el nombre de Death To All será como toquen en Hellfest, de hecho una gira europea se realizará este noviembre. Obviamente Hellfest no son tontos y saben lo atractiva que es la marca de Death para vender entradas, pero que nadie se equivoque, esta no es una reunión en sentido estricto, sino algo parecido a Dio Disciples, y por si quedaban dudas, dicha superbanda tiene autorización de la familia, así que las quejas no son válidas.

lunes, 12 de agosto de 2013

Impetuous Ritual - Relentless Execution Of Ceremonial Excrescence (2009)



Vamos con uno de esos discos que poco a poco, han ido entrando en el selecto club de los "álbumes de culto". Algunos de vosotros, seguramente ya los conozcáis, otros, tal vez os suenen de días tontos ojeando distintas webs y blogs, y otros muchos, no los conoceréis, pero a buen seguro, esta siniestra, enigmática y minimalista portada, habrá hecho preguntaros "¿a quién se le ocurre?" y "¿que puñetas tocarán estos?".

martes, 16 de julio de 2013

Heaven Shall Burn - Veto (2013)


Dicen que nunca hay que juzgar a un libro por su portada, o en este caso, juzgar a un disco por su adelanto. Los alemanes Heaven Shall Burn se caracterizan por cosas muy buenas, como crear temas con muchísimo gancho, con Endzeit o The Weapon They Fear, y porque posiblemente tras Metallica sean la mejor banda haciendo versiones. No solo la famosísima versión del Black Tears de Edge Of Sanity, también por una genial Whatever That Hurts de Tiamat o True Belief de Paradise Lost. 
Pero también con sus defectos, si Iconoclast era su mejor disco, era difícil de escuchar de una sola pasada porque se hacía un tanto repetitivo, a pesar de los buenísimos temas que incluye y los interludios siempre escogidos con un gusto excelente. Esto se agravó en 2010 con The Omen donde se plagiaron a sí mismos y produjeron un disco soso y sin carisma. Por esto, al escuchar el tema de adelanto; Land Of The Upright Ones, aún siendo una muy buena canción, tenía ese Deja Vú que hacía presagiar, que de nuevo nos encontrábamos con "lo mismo de siempre". Y como dije al principio, craso error, pero me alegro muchísimo de haberme equivocado, porque la sorpresa ha sido mayúscula. Y es que tres años han dado para que Heaven Shall Burn hayan parido no sólo el mejor disco de su carrera, sino uno de los mejores discos del año. 
Lógicamente quién no tragase a los alemanes antes, puede que no lo haga ahora, para el resto de indecisos, creo que es un "Must Listen" dentro del Death Metal Melódico. Y no me he equivocado de género, porque al fin los Heaven Shall Burn se acercan muchísimo más a dicho subgénero que al Metalcore que los dio a conocer, que no significa que trazos de esto no estén presentes. 
Tal vez sea por esto (o yo sea muy purista, que también), que Veto engancha como un yonki a la metadona y que le da la variedad con la cual no contaban en ningún otro disco. Es más, no sabría decir realmente cual es EL tema del álbum, porque no hay ni uno solo prescindible. Curiosamente no hay ningún interludio de esos que tanto les gustaba usar, y la verdad es que ni se echan en falta, porque es difícil cansarse de esta obra, simple y llanamente.
Normalmente mis temas favoritos suelen ser los primeros, o más bien el que abre el disco, y Godiva, que empieza de una manera bella y acaba convirtiéndose en un cañonazo de Death Melódico sueco puro y duro, tiene desde luego, muchas papeletas para ello.
Mientras que la ya mencionada Land Of The Upright Ones es la típica canción de los alemanes, rápida, llena de mala ostia, y con unos solos que huelen a Michael Amott a un km de distancia.
Y no nos engañemos, antes de 2010 habríamos tenido 5 o 6 temas como este y habríamos acabado hasta los huevos, pero los de Saalfeld han crecido como compositores y han superado sus fallas con amplitud.
Por ejemplo, Die Stürme Rufen Dich (cantada en inglés y alemán) arranca con sintetizadores hasta que estalla la tormenta, y más furia se nos viene encima, que acabará, a modo de círculo con un cierre (de nuevo) con sintetizadores... para devolvernos de nuevo a la ira con Fallen, otro corte bastante más cercano al Death Melódico que al Metalcore de antaño, y como no, los aires a los primeros Arch Enemy vuelven a aparecer.
Y qué decir de la reivindicativa Hunters Will Be Hunted, donde todo está colocado a la perfección, desde los riffs, las melodías y hasta los teclados, resultando en uno de los mejores temas que jamás han hecho los alemanes, sin paliativos. Nada que ver con You Will Be Godless, que supone un contraste absoluto y el tema más cafre del disco, con bastantes influencias del Deathcore y del Brutal Death incluso, más aún con ese inicio apabullante donde no sabemos por donde nos vienen los golpes.
Como no, el disco no sería lo mismo sin la versión de turno, en este caso ese himno de los Blind Guardian como es Valhalla que de nuevo se traduce en un triunfo clarísimo de los alemanes, que han sabido llevarla a su terreno a la perfección (obviando que, lógicamente la original tiene ese aura única), contando incluso con Hansi Kürsch en los coros, y al igual que comenté anteriormente, estos chicos son unos genios con las versiones.
Cauces más habituales vuelven con Antagonized, típica canción rapidísima con esa rabia Hardcore que no nos descubre nada nuevo, pero que tanto les han caracterizado a lo largo de los años.
La recta final también es digna de enmarcar, un "in crescendo" que comienza con una Like Gods Among Mortals con unos riffs iniciales que (al menos a mi) tienen cierto aura melancólica, propia de los Paradise Lost (una gran influencia en ellos desde el día 1) en sus mejores días, continuando con 53 Nations, un corte con un estribillo pegadizo hasta decir basta, para acabar con el que posiblemente sea el mejor tema escoba de los alemanes. En Beyond Redeption manda la melodía... y de qué manera, para hacer una canción sublime, que no tiene prisa alguna en estallar, sino que se deja llevar hasta más allá de la mitad de la atención y donde Marcus Bischoff canta como si le hubiesen desgarrado el alma. Como parece que nos hemos quedado nosotros tras el Veto, sin alma.
No obstante, me gustaría comentar el tema extra que viene en las ediciones especiales, una versión del European Super State de los Killing Joke, pero esta vez no bordan la versión.... es que superan a la original (siempre he pensado que los Killing Joke eran mejores con guitarras que con electrónica), porque para mi gusto, le añaden la fuerza que le faltaba a la de los británicos. Si a eso le sumamos que han decidido contar con una voz femenina (una tal Katharina Radig), que le da un toque mucho más sugerente, y que se cabreen los puristas, pero destroza a la original.
Hacía bastante que no escribía una reseña tema por tema, pero creo que la situación lo requería. Me he llevado la sorpresa del año, tras unos cuantos discos un tanto insulsos, mientras que este trabajo me ha dejado con la boca abierta. Queda ver si realmente exagero o coincidís conmigo, pero eso ya es cosa vuestra.

Nota: 9'2

sábado, 29 de junio de 2013

Dødheimsgard - 666 International (1999)


Lo malo (o lo bueno) del Metal Extremo, es que es tan amplio que hay muchas joyas que se pierden en la inmensidad de discos publicados cada mes, cada día. Obras que ni siquiera tienen el privilegio de ser odiadas y conseguir un poco de publicidad gratuita. No, ese lujo se ha perdido, y no es hasta años más tarde cuando estas obras empiezan a ser valoradas (para bien o mal) como se merecen.

domingo, 23 de junio de 2013

Dark Tranquillity - Construct


Tras un larguísimo parón por cuestiones académicas (y esperemos con el último), creo que ya toca reactivar todo el sistema, y encima con la nueva obra de la que posiblemente sea mi banda favorita de Metal Extremo, con los que definitivamente me lancé de cabeza a todo este tipo de sonidos.
Tengo que admitir que We Are The Void me resultó un tanto repetitivo, parecía una copia de Fiction y sin menos carisma. Aún así un disco por el que muchos habrían matado, pero inferior para lo que nos suelen ofrecer los suecos. Hace ya tres años de eso y la verdad que hacía ya falta un trabajo que nos quitase el mal sabor de boca, porque sabemos que serían capaces de reinventarse, y después de escuchar el Construct me han quedado sentimientos enfrentados. Es difícil de explicar, pero realmente no se si han conseguido reinventarse, se han "aflojado" (en cuanto a potencia, no calidad), o precisamente en esto consiste su reinvención.

viernes, 17 de mayo de 2013

Altar Of Plagues - Teethed Glory and Injury


Conocí a los irlandeses Altar Of Plagues por su debut White Tomb una auténtica obra maestra del Black Metal ambiental, y uno de los mejores discos del género que he tenido el placer de escuchar, y sigo haciendo a día de hoy.
Después llegó Mammal y puede que por lo idealizado que tenía a la anterior obra, ni de lejos me causó tanto impacto. Era muy buen disco, pero superar a su obra White Tomb era casi una quimera, así que cuando oí que Altar Of Plagues sacarían una nueva obra, sabía que debía esperar lo mejor y lo peor. Sin medias tintas, o lo que es lo mismo, no me dejaría indiferente.... cosa que así ha sido.

sábado, 4 de mayo de 2013

Hell Awaits for Hanneman


No hace falta decir de lo que va la entrada de hoy, se fue Hanneman, se fue el que posiblemente era el miembro fundamental de Slayer (que no el más notorio), por ser el compositor principal y el más trabajador de todos, siempre en la sombra, sin un ápice del exceso de protagonismo que caracteriza a su compañero a las seis cuerdas.
Nunca lo he negado, y más de una vez creo que lo he comentado por aquí, pero Slayer siempre han sido y serán una de mis bandas favoritas, de esas que te traen mil recuerdos, que desde la adolescencia siempre han estado ahí, de una manera u otra. Una de esos grupos con las que realmente te inicias en esto de la música, ya sea extrema o no.

lunes, 22 de abril de 2013

Beyond Creation - The Aura (2011)


Casi como se descubren estas bandas por estos mundos de la Internet, me topé con Beyond Creation al ser fichados por Season Of Mist. A diferencia de Century Media, Nuclear Blast, Metal Blade y otros peces gordos (no, no preguntéis que pienso de Victory o Sumerian, que nos conocemos), a Season Of Mist la tengo en muy buena consideración, y por tanto, había que mirar el nuevo fichaje y comprobar si el buen criterio a la hora de escoger bandas seguía intacto. Además, si el único disco que tienen en su haber, alberga unas reseñas tan positivas en la Metallum, no perdía nada intentándolo.

jueves, 18 de abril de 2013

We're doing some live recordings here...

Sirva esta entrada como homenaje a los álbumes en directo, algo que siempre me ha encantado, pero, sin embargo no muchos, y menos de edades cercanas a la mía, parecen apreciar con el mismo entusiasmo que yo (soy coleccionista de bootlegs, con eso lo digo todo). Siempre los he considerado parte esencial de la discografía de una banda. Todo grupo mítico tiene su directo mítico, o varios incluso. Iron Maiden tienen el Live After Death, Judas Priest el Unleashed In The East, Thin Lizzy el Live and Dangerous... 
E incluso están los que han forjado su imperio en parte gracias a este tipo de lanzamientos. El caso más claro, Kiss con su innumerables Alive, Deep Purple y Dream Theater con sus miles de bootlegs lanzados oficialmente, lo cual se entiende, sobretodo con los Purple, porque cada canción en cada concierto es distinta, hija de la improvisación. 
Incluso hay casos menos conocidos, como Sunn O))), con unos siete directo en 15 años de carrera. Claro, algunos de ellos son especiales, como Domkirke, grabado en una catedral en Bergen (Noruega), o Grimmrobbes live con siete pistas sin nombre y lanzado exclusivamente en cassette.
Pero quitando rarezas como esta, el álbum en directo, actualmente no está en su mejor etapa, pero ni mucho menos en la peor. Repasemos un poco la tendencia en estas últimas décadas.

sábado, 6 de abril de 2013

Black Circle u otro método de identificar gilipollas.


Así de fuerte empezamos la entrada de hoy, en la que prometo poner el ventilador y que salpique mierda, así que si tu eres de esos del Black Circle, los comentarios para insultar están abajo.
Recuerdo en 2010, cuando era miembro activo de un foro dedicado al Heavy Metal. Como suele pasar, en la mayoría de los casos, había muchos sudamericanos metidos. Recuerdo como comentaban el concierto de Metallica en Chile, el caso es que muchos hablaban de que no podían pillarse la cancha (grada) VIP. A mi me extrañó mucho, en la vida había oído hablar de eso, pero por lo visto era (y es) una práctica muy extendida en toda Latinoamérica. La grada VIP en este caso ocupaba una cuarta parte del recinto, precisamente el más cercano al escenario, cualquier puede estar ahí... pero a un precio bastante más elevado, que puede ser incluso el doble del original. Si no estás dispuesto a pagarlo, bien, pero arriésgate a ver el concierto a tomar por culo.

lunes, 25 de marzo de 2013

Linkin Park - Meteora (2003)


Tal y como hice en su día con Hybrid Theory y Reanimation, vamos a ocuparnos de este Meteora que hoy cumple diez años desde su salida al mercado. Siempre defenderé que Meteora no es un mal disco, aunque me pilló en una época donde empecé a dejar de prestar atención a la música (de cualquier tipo) y no sería hasta un par de años más tarde cuando decidiría darle otra oportunidad. Si que recuerdo que, a diferencia del Hybrid Theory, el factor sorpresa había desaparecido por completo, y los californianos estaban totalmente asentados en el "star system" con lo cual sus dos primeros singles, Somewhere I Belong y Faint, estaban por todas las radios (si, son comerciales, yo tampoco lo habría esperado jamás).
También defenderé que los chicos de Linkin Park fueron los más listos de su generación, y con diferencia. Este Meteora no es mejor ni mucho menos que Hybrid Theory, pero es mucho más melódico y más radio amigable si cabe que el anterior, y aún así contenía todos los elementos que les hicieron pegar el pelotazo tres años atrás, es decir, guitarras simples y potentes, estribillos melódicos y muy pegadizos, en definitiva una estructura de tema pop en canciones más o menos agresivas. Esto tiene más mérito aún si tenemos en cuenta que para 2003 el Nu-Metal empezaba a caer en picado. Pues así, de una sola jugada tienes a todo el mundo contento. Si por algo se han mantenido en la cresta durante todos estos años ha sido por su buena cabeza.
Aún así hay un pequeño espacio para la innovación, algunas influencias leves de rock industrial, apreciables en Figure .09 con ese riff cortante y repetitivo. Una versión bastante más accesible de lo que hacían Ministry y Nine Inch Nails (de lo cuales además solían versionar Wish en directo por estos años), pero siempre se agradece esta apertura de miras. Incluso tenemos temas que probablemente no habrían pegado en el anterior álbum. Mientras Breaking The Habit es el primer tema de la banda sin usar guitarras (sin contar las instrumentales electrónicas, como en este caso Session), y que hace la suerte de balada, porque además si mal no recuerdo trata sobre la traumática infancia de Chester Bennington. Aún así, apenas se asimila por asomo a lo que sería la siguiente etapa de la banda. No obstante, nos deja intuir que la banda quería también mostrar un lado un poco más distinto, e introduciría un mayor uso del piano, que después se ha consolidado como una de las partes claves de su sonido. Y precisamente otro tema que utilizaría el piano de manera clave, y se ha convertido en uno de sus grandes éxitos, ha sido Numb, una especie de Power Ballad épica que, sin tener más de tres o cuatro guitarrazos en el tema y con cierto aire épico, es aún así uno de los cortes más entretenidos del disco. También tenemos la tímida incursión en sonidos orientales como es Nobody's Listening con el uso de un Shakuhachi
No obstante, sigue habiendo momentos mucho más continuistas, lo malo es que no tienen tanto carisma como los temas de Hybrid Theory. Don't Stay es idóneo para abrir el disco y conciertos, pero el tiempo ha demostrado que tampoco tenía muchas oportunidades, y ahí ha quedado olvidada. Hit The Floor tampoco corrió mejor suerte, también porque era la más floja del álbum, resultaba un poco insulsa y con los años tampoco ha ganado mucho más. Otras más del estilo "tradicional" como Lying From You y From The Inside no han perdido gancho a lo largo del tiempo, por suerte. 
El paso de los años, y sobretodo los trabajos posteriores, con ese cambio radical de estilo han hecho ver a este disco como algo casi perfecto. No quiere decir esto que sea mala obra, ni mucho menos, pero no posee la frescura que tenía el anterior, pero la sensación de que se habían domesticado, aunque de manera camuflada, se deja entrever. Pero bueno, aunque la segunda parte no superase a la original, se disfruta igualmente, y es una secuela con bastante sentido, sin transgresiones que lo único que hacen es intentar buscar un público que no es el tuyo. 
No obstante se echa de menos el viejo sonido de esta banda, que sin ser nada del otro mundo, discos como este eran muy agradables de escuchar. Total, alguien tendrá que hacer la música simple ¿no?

Nota: 7

sábado, 23 de marzo de 2013

Rob Dougan - Furious Angels (2002)


Antes de empezar con esta reseña, me gustaría aclarar algo. Se que el blog ha estado bastante más parado de lo habitual, mucho más de lo que me gustaría, pero simple y llanamente, no puedo hacer mucho más. Entre la facultad, y que mis esfuerzos y creatividad se centran en los trabajos para Subterráneo Heavy, más alguna colaboración puntual, que vendrá en breve, pues poco tiempo queda para este rincón. Que, eso sí puedo asegurarlo, no me olvidaré de el, y siempre intentaré traer los discos que me llamen la atención, algo nuevo para que descubráis, no os voy a dejar solos, aunque seáis cuatro.
Tras este alegato, toca hablar de un disco que tiene sus años, pero me enamoró desde el primer instante y se ha convertido en una obra de referencia. Que esté bastante alejado de mis gustos habituales, poco importa.
¿Quien es este Rob Dougan? Por el nombre, dudo que os diga algo, si os digo que es un compositor australiano, con un gusto por la mezcla de géneros, y se dedica principalmente a crear scores, vamos, música utilizada de acompañamiento en películas, pues supongo que tampoco os dirá demasiado. ¿Pero y si comento que es el creador de Clubbed To Death? Ahí cambia la cosa, porque todos hemos oído el que se ha convertido en el tema principal de Matrix. Dougan es un artista de esos que han sido más famosos por un tema, aunque no se le suena reconocer la autoría (no, The Crystal Method no hicieron el famoso tema). 
Músico peculiar donde los haya, que a veces no parece estar muy preocupado por sus propios trabajos, este Furious Angels fue gestado como quien dice, en tiempos muertos entre proyectos y grabaciones varias. De ahí que, de los 15 temas del disco, algunos de ellos ya hubiesen sido incluidos en alguna banda sonora o lanzados como singles un par de años antes. 
El objetivo de esta reseña es obvio, rescatar un trabajo genial, del cual solo se recuerdan un par de temas que han absorbido por completo el protagonismo de las composiciones restantes, una pequeña injusticia, porque aquí hay calidad hasta aburrir, eso lo puedo decir desde el segundo uno, sin rodeos.
Al australiano no le falta talento, y es que conjugar el Trip-Hop con influencias neoclásicas, no es sencillo, y más aún si consigues que te quede un sonido majestuoso (porque no se puede definir con otro adjetivo). También ayuda como no, que Dougan tiene una voz genial, que no habría desentonado en una banda de blues. Que además con un sutil efecto de estudio en Drinking Song, sumado al piano que comanda la base musical, parece un Sinatra despechado pasado de copas.
Las percusiones, sacadas del Hip-Hop, junto con las partes orquestrales, casan perfectamente, y casi sin que nos demos cuenta nos llevan al final de la canción suplicando por más. Suma puntos que Dougan está magistral a las voces (se nota que el disco ha llevado su tiempo y ha sido preparado con cuidado), capaz de transmitir perfectamente los sentimientos de cada canción. Como el tema de título, donde la Rob va in crescendo junto a la música, y al igual que cuando esta estalla, el también lo hace, y comienza así a recitar con furia.
No es el único ejemplo, podríamos poner la desgarradora I'm Not Driving Anymore y como actúa como un hombre cansado que no puede con nada más y tan solo quiere quitarse de en medio. Por el mismo rasero estaría There's Only Me o Nothing At All, canciones que se agruparían en el sector "triste", o "melancólico" del disco. Mientras que Left Me For Dead suena con furia, como aquel que sabe que le han menospreciado y busca venganza, o la épica Speed Towards Death. Ambas con un aire completamente distinto.
Lo curioso es que la famosa Clubbed To Death (aunque tres cuartos de lo mismo podríamos decir de todas las instrumentales) tiene una estructura completamente alejada del resto de los temas, con bastante más predominio de la electrónica y un desarrollo único dentro del álbum. Se nota que fue compuesta bastante antes que el resto.
¿Lo único malo del disco? Pues que no ha tenido continuación casi diez años más tarde, y desconozco que estará haciendo el señor Dougan en la actualidad, ni si tendrá más material "libre" que no vaya a ser usado en ningún otro sitio, pero tal y como le salió este experimento, igual debería plantearse darle una continuación, estaríamos muy agradecidos

Nota: 9

lunes, 11 de marzo de 2013

Neurosis - Honor Found in Decay (2012)


En mala hora me metí a reseñar un disco de estos monstruos, porque Neurosis siguen siendo una de las bandas más influyentes e inclasificables que han existido jamás. Siguen meándose en las fronteras de géneros  (porque no se puede decir de otro modo), y siguen tomándose su tiempo para componer. En concreto, cinco años desde el anterior Given To The Rising y como el anterior, o más bien, como todas sus obras de estudio, siguen siendo unos discos difíciles de digerir, mastodónticos y complejos como ellos solos.
Es por eso que, no resulta sencillo tener que hacer comparación con anteriores. Son de los pocos que realmente no se ponen barreras musicales de ningún tipo, y por eso es que  encontramos momentos que en muy pocos grupos podríamos encontrar.
Es la paradoja de que pueden renovarse todo lo que quieran, pero siguen teniendo sus propios signos de identidad, un sonido propio que los hace inconfundibles, con ese sonido denso y muy pesado que se desarrolla a lo largo de largos temas, pues de hecho, a nadie le extrañará que los temas que bajen de los seis minutos, están en minoría.
Con esto queda resuelta la duda (aunque no creo que la hubiese) de que encontramos aquí. Ni más ni menos que una pieza un poco más evolucionada del Post-Metal de los de Oackland. Uso dicha etiqueta, que realmente nunca me ha gustado, pero mejor que usar mil etiquetas para intentar aproximarse (o si no, mirar el perfil de estos en la Metallum). Pero también, porque para bien o para mal, hace mucho que se distanciaron de los sonidos más abrasivos, propio del Sludge que se gastaban en Enemy Of The Sun, y aún así, Bleeding The Pigs, por ejemplo, es totalmente de la vieja escuela. Con la voz rasgada de Scott Kelly en la parte más "tranquila", hasta que estalla la tormenta de Metal denso y machacón, si, de ese que hará que una vez terminado el tema acabes con dolor de cabeza, suerte tienes de que la producción sea clara y limpia y no sucia...
Es una hora de material que da para mucho, si temas como la extraña Raise The Dawn, con esa base musical pesada, que contrasta con los arreglos electrónicos, y los instrumentos de cuerda orientales, también encontramos un corte como At The Well, cuyo inicio me ha recordado al proyecto acústico de Scott Kelly,   más aún si vemos que dicha canción tiene cierto aire folk con la gaita que gana protagonismo, aunque para bien o mal, será la única vez que la oigamos. No son, ni mucho menos, la primera banda, ni la única, que experimenta con estos sonidos, pero Neurosis saben integrarlo perfectamente, sin que parezca exagerado, y que minutos después, el mismo tema tenga un aura absolutamente diferente, y en pocas palabras, en nada se parezca lo que escuchamos en el minuto uno, con el minuto ocho. Por esas mismas latitudes se mueve Casting Of Ages, aunque este me parece el más flojo del álbum (que no repetitivo), por lo repetitivo que resulta ser y que no muestra apenas evolución en sus diez minutos.
Siguen, como no, los pasajes ambientales como en My Heart For Deliverance, posiblemente el tema más enfocado a las atmósferas en todo el álbum, de hecho la parte intermedia es de los mejores momentos de todo el disco, de esos que sin adjetivos nos dejan, algo que solo es digno de ellos.
Abundan los cambios de ritmo brutales, que hacen imposible confiarse, y no que puede parecer un suave tema acústico e instrumental, solo sirve para que nos destrocen vivos con una parte de auténtica locura, véase, el caótico solo de batería de All Is Found In Time que hará que los menos iniciados en estos subgéneros deseen que finalice la canción.
Sin duda el factor sorpresa es y será una de sus mayores armas, el poder mutar completamente de un minuto a otro, y si eso no pasa, ser capaz de aguantar el ritmo sin aburrirnos, no obstante, pensar que es un disco que entra a la primera, sería un error considerable, sigue sin ser apto para todos los públicos y hacen falta muchas pasadas para captar todo lo que hay aquí. No es su mejor obra, todo sea dicho, pero Neurosis juegan desde hace mucho tiempo en una liga bastante elevada, a más de una banda ya le gustaría parir una bestia como esta.
Por lo pronto, los norteamericanos siguen demostrando que tras tantos años aún siguen teniendo ideas, no se  les nota atascados, nada más lejos de la realidad, si para eso tenemos que esperar otro lustro para una nueva obra, que así sea, yo no me opondré.

Nota: 8'5

sábado, 23 de febrero de 2013

Forgotten Tomb - ...And Don't Deliver Us From Evil (2012)


Evolución. Una palabra clave en la música, de la manera que se haga o deje de hacer es completamente subjetivo, al igual que nuestro parecer ante ellas. Lo único cierto es que es inevitable en mayor o menor medida. Queda en nosotros, pues, aceptarlo o rechazarlo.
Esta misma disyuntiva se nos presenta con la nueva obra de los italianos Forgotten Tomb. No es muy difícil encontrar en foros y páginas, opiniones que adoren el viejo sonido de los tiempos de Songs To Leave, y lamentando este cambio de sonido. Por otro lado, los que están de acuerdo con dicha transformación. Quien leyese la reseña que ya hicimos aquí hace unos meses de Negative Megalomania puede hacerse una idea muy clara de en que lado nos situamos. 
Ambas opiniones son respetables, claro está. Pero hay que reconocer que el cambio ha sido gradual y nada brusco, lo que suele provocar los manidos comentarios de "vendidos".
Me habría parecido bastante absurdo que se hubiesen quedado anclados en el sonido de su debut (seamos sinceros, ya en Love Burial's Ground ya se daban pistas muy claras de en lo que se convertirían más adelante, otra cosa es que muchos no lo vieran y no se quejasen en su momento), pues a ningún músico le gusta encasillarse, y la etiqueta de "creadores del Black Metal Depresivo" debe de ser agotadora de llevar, además de que te saldrán mil imitadores y todos querrán superarte. 
Este ...And Don't Deliver Us From Evil no es su mejor obra, pero demuestran que siguen ahí, dando guerra y con material de calidad.
Under Saturn Retrograde no era malo, ni mucho menos, pero tal vez demasiado Doom para lo que debería ser Forgotten Tomb, y se alejaban más de lo debido de la senda Black, tal vez muy melancólico y melódicom, que contrastaba bastante con el inmenso Negative Megalomania (pasaron cuatro años entre uno y otro). En el pasado 2012 han recuperado ese camino, y resulta una modernización perfecta para la banda. Desde luego más de un tema pasará a la historia de la banda.
Seguro que a muchos (como a mi) el tema de apertura les cogió completamente desprevenidos. El ritmo de Deprived parece una mezcla de Black y Groove Metal. Suena extraño decirlo pero es como si Pantera o Machine Head hubiesen nacido en Noruega (salvando las distancias, claro). No es un camino fácil, más aún cuando has cabreado a muchos anteriormente por no establecerte en un solo subgénero. Parece entonces un tema dedicado a avivar las llamas, más aún si encima la ponemos de inicio del disco. Lo único que empaña al tema es la mezcla, y es que en una base rítmica contundente, que sobresalga el bajo sobre las guitarras, le quita bastante fuerza.
Por suerte o desgracia, el resto de temas se moverán en la linea Black/Doom más habitual. Hay cosas que no cambian, como esas letras cargadas de negatividad y sarcasmo, prueba del peculiar estilo de escritura que tiene Herr Morbid, creador de este monstruo, y que según él, ha pasado por una época bastante jodida antes y durante la creación del disco. Desde luego, bastante inspiradas parecen las historias que cuenta en el librillo del álbum...
Otra cosa bastante evidente es las similitudes con los suecos Shining, tanto Redefining Darkness como este ...And Don't Deliver Us From Evil presentan características comunes. Pero me atrevería a decir que Shining han sido siempre un poco más "relajados" dentro de lo que cabe, dando bastante más protagonismo a las secciones acústicas y voces limpias, mientras que Forgotten Tomb siguen siendo todavía más directos. Como curiosidad, ninguno de los dos álbumes tiene un solo Blast-Beat. Prueba de que, aunque el núcleo está en el Black y el Doom, ambos tienen una visión muy personal de la música.
No hay más que ver el riff inicial del tema homónimo, que suena a Darkthrone 100% para oír que los italianos, en el fondo, no han cambiado tanto, siguen con sus comienzos asesinos para intercalarlos con partes intermedias más densas. En el fondo en lo que han variado ha sido en coger influencias distintas.
Siguen los medios tiempos con la capacidad de desquiciarnos como en Cold Summer o Love Me Like You'd Love the Death más cercanos a los viejos Forgotten Tomb, y que podrían haber entrado perfectamente en Springtime Depression sin problema alguno. 
Y como no, no faltan los momentos aptos para querer arrancarle la cabeza al vecino a golpes. Let's Torture Each Other, posiblemente el corte más agresivo de todos, se presta bastante a ello. 
Pero un disco de los italianos no puede venir sin su dosis de polémica (por si no lo es ya las perturbadoras fotos que trae el álbum...) Y es que nada más oír Adrift sabía que iba a haber algo. Los estribillos melódicos y pegadizos (algo que a priori parece algo incompatible con el concepto de este subgénero) han pesado mucho y algunos ya han tildado el disco de Black Metal gótico, otros han visto influencias de Type 0 Negative, que aunque me encantan, sigo sin ver dicha influencia por más que analizo la canción. No es más que un recurso más, que queda muy vistoso y si mal no recuerdo, no habían utilizado antes. No hay motivo alguno para preocuparse. Ahora, si todos los temas tuviesen estribillos así, durasen 3 minutos, estuviesen sobreproducidos y metiesen breakdowns, sí que sería para tener miedo. 
Coñas aparte, es un trabajo muy bueno, que hace justicia a lo que es la banda realmente, no es una vuelta a las raíces, ni mucho menos, pues quien pida esto sabe de sobras que reclama un imposible. Al que tenga la mente un poco abierta, le gustará.
Pero ante todo, que Forgotten Tomb sigan así, cabreando al personal.

Nota: 8'5

miércoles, 13 de febrero de 2013

Psygnosis - Anti-Sublime (2012)


Aquí está, un álbum de esos que nadie se esperaba, de una banda prácticamente desconocida y que, como quién dice, de la nada se han sacado un discazo, de esos que directamente son inclasificables. 
Para encontrar esta joya tampoco hace falta irse muy lejos, para más señas a la Borgoña francesa, lugar de procedencia de estos chavales. 
Pero para empezar, cabría señalar que esto empezó siendo un proyecto uni-personal, de la mano de Rémi Vanhove, el cual ya tiene otro proyecto llamado Euphorya. Esto podría explicar el por qué este Anti-Sublime busca ese sonido tan propio, tratando de huir de las etiquetas, y aunque no llega a ser completamente inclasificable (un arduo mérito que muy pocos realmente logran), desde luego juega bastante bien en la ambigüedad de varios géneros. 
También podría explicar el hecho de que para ser un debut, las ideas están muy bien planteadas, se sabe desde el primer momento desde donde hasta donde se quiere ir. A pesar de ser un disco experimental, no parece que tanteen con varias cosas a ver que les queda mejor. Aquí parece que la fase de "ensayo-error" ya la han pasado.
La pregunta del millón: ¿como mierdas se etiqueta esto? La respuesta es tan simple como frustrante, depende del momento de la canción. Los franceses son una de esas agrupaciones camaleonicas, que de un momento a otro mudan de piel con facilidad. Por si nadie se ha dado cuenta es un detalle que valoro bastante bien y que denota una inquietud musical bastante grande, esto es bien estimado siempre y cuando se haga de manera coherente. No hablo de la banda que acaba de empezar y coge todo lo bruto, rápido que le gusta, lo junta y a ver que sale. Para que os hagáis una idea (aunque para ello mejor escuchar esta fantástica obra) serían una especie de versión melódica de The Project Hate MCMXCIX. La diferencia está en que mientras los suecos se decantaban por unos samplers mucho más apocalípticos, jugaban con el contraste "bella-bestia" y en esencia eran una banda de Metal Extremo con bastantes elementos electrónicos y ambientales. Psygnosis prefieren algo más progresivo, tiran más por lo ambiental, dejando incluso partes mucho más tranquilas. Véase la acústica Wake Up con esos aires más oníricos... pero los elementos industriales (como esos samples de diálogos que le dan un aire más frío al disco y tan buen acompañamiento resultan) y el Death Metal siguen siendo elementales en la mezcla.
Phrase 2.11 comienza completamente calmada, dejando que todo fluya a su ritmo, hasta que se mete de lleno en un mar de Death/Doom denso, y cuando pensamos que será así todo el tema... nos llevan por senderos más técnicos que desembocarán a una sección que inevitablemente nos recordará a los Fear Factory más directos. Siguiendo con la cronología del tema, de manera abrupta llegamos a otra parte compuesta únicamente de una suave base electrónica y la voz limpia de Räphael Lietout, nada que ver con los registros que se ha marcado y marcará a lo largo del álbum, desde gutural más profunda, hasta un tono más rasgado. Con esta descripción cronológica de tan solo un tema, ya se demuestra la cantidad de influencias que pueden aunar. Eso sí, no hablamos nunca de temas cortos u accesibles, seis temas y tan solo uno baja de los ocho minutos, siendo Liquid Nebuula un mastodonte de quince minutos inabarcable mediante una descripción por este pequeño espacio.
Y aún así, decir que es una mezcla progresiva, industrial, death y ambiental no sería hacer completa justicia a todo lo que contiene el álbum, también trazos a otros subgéneros y a otras bandas. Pero es algo que se capta con las sucesivas escuchas. Porque como he dicho, esto es algo muy inmenso, son demasiados elementos y es mejor apreciarlos progresivamente.
¿Que se les puede achacar? Que han dejado el listón muy alto para ser un debut. No obstante, con bandas de este tipo, no creo que suponga un gran problema, pues capaces serán de mutar a una bestia completamente diferente sin darse ni cuenta.

Nota: 9'1

domingo, 10 de febrero de 2013

Thy Art Is Murder - Hate (2012)


Hemos vuelto, tras un mes bastante parado debido a obligaciones académicas, por fin puedo volver a este pequeño agujero de inmundicia. Ya lo echaba de menos y volvemos fuertes y con unas pocas ideas bajo el brazo, pero centrémonos en la obra de hoy.
Antes de nada, viendo el historial del blog, se que a más de uno que me conozca un poco se habrá extrañado bastante de ver a esta banda por aquí, y más aún este álbum. Todo tiene su razón de ser, claro está.
Y es que el caso de Thy Art Is Murder es uno de los más peculiares que he visto en el mundo de la música extrema, por no decir que no he visto otro caso como este. Haciendo un viaje al pasado Thy Art Is Murder se caracterizaron en su primera demo y su primer EP por ser el hermano perdido australiano de Suicide Silence. Ni que decir tiene que precisamente su EP Infinite Death sigue siendo bastante popular entre ciertos sectores... Sin embargo en 2010 con The Adversary directamente se marcaron uno de los mejores (por no decir el mejor) disco de este infame subgénero tan sobrepoblado de clones. Bajo la etiqueta de Deathcore Técnico se marcaron un discazo con todas las letras, lleno de riffs letales, mil solos y breakdowns  muy bien ejecutados (entre otras cosas, no se dedicaron a basar los temas en dicha técnica). Por supuesto dicha obra se ganó el respeto de muchos, como un servidor, al que no nos importaba en absoluto las etiquetas para disfrutar del álbum de estos monstruos australianos. 
Bien, casos de bandas que de una obra a otra dan un salto de calidad abismal para bien, hay unos pocos. Sin embargo que todo ese talento, a la siguiente obra decidan tirarlo a la basura y ofrecer un disco que ya de por sí solo representa todo lo malo del género y que en comparación con su predecesor es para ir a Australia y ejecutar a todos y cada uno de los miembros, pues eso no es nada sencillo de ver.
Por si no os habíais dado cuenta esta ha sido la mayor decepción musical que me llevé el año pasado (y mira que fueron unas pocas). Mucho esperaba de los chicos de Sydney que usaron nuestras espectativas para limpiarse el culo.
Investigando un poco en el por qué de este cambio tan radical y a mal, descubrí que el guitarrista Gary Marlowski fue expulsado en 2010 por robar a los otros miembros, así que por el cambio supongo que este Marlowski sería el principal compositor de The Adversary. Digo yo que lo suyo habría sido encontrar a otro guitarrista con ideas similares, y no al típico que solo piensa en breakdowns para rellenar un tema. 
Desde el tema de adelanto Infinite Forms meses antes ya se notaba que la decepción podía ser épica... pero no tanto.
Hablamos de temas que podrían ser intercambiables el uno por el otro, por eso de que oímos el mismo puto breakdown durante todos los temas. Mientras que en 2010 riffs buenos había de sobra, aquí de vez en cuando oímos alguno, y que sean de calidad podría contarlos con los dedos de una mano. El inicio de Gates of Misery es francamente bueno, pero luego se diluye rápidamente en lo mismo de siempre. 
Eso sí, es un álbum sincero, porque en cuanto pasan tan solo dos segundos del tema y ya meten el primer break, no te crean falsas expectativas, sabes que vas a encontrarte una auténtica basura. Y si, tengo que usar estos términos tan duros porque si has demostrado un nivel tan alto en tu anterior obra, significa que en la siguiente eres o debes ser capaz de producir al menos algo igual y como mínimo mejorarlo. Pero no ponerme una obra digna del chaval que tiene que alisarse el flequillo antes de salir de casa y no ir a conciertos más allá de las nueve de la noche porque a las diez tiene que estar en casa. 
¿Si hay temas buenos? Sinceramente, no. Tan solo el tema de inicio Reign Of Darkness es pasable, en parte gracias a ese mini solo de batería que contiene, que no quita el hecho de que está basado 100% en lo mismo de siempre. Será porque es el tema del vídeo y me resulta más potable, pero poco más.
El otro que tal vez se mereciese el aprobado raspado es Doomed From Birth que cierra el disco con una parte acústica y un breakdown bastante bien conseguido (el único decente del álbum o al menos de los pocos) que al menos nos demuestran que unos cuantos segundos decentes se pueden lograr. 
En cuanto al par de colaboraciones que encontramos a las voces, tampoco mejoran demasiado la cosa. Encontramos a Nico Weber de War From A Harlot's Mouth y a Joel Birch de The Amighty Afliction, así que vamos, os podéis imaginar que van en la línea de calidad del álbum...
Hay algo en lo que si han mejorado en Hate. Hablo de la producción del álbum que es impresionante, un sonido cristalino y potente, que mejora bastante lo anterior pero con el material que tenemos pues da la sensación de que es una producción malgastada. 
Gracias a la producción engaña y mucho, y con un sonido tan nítido la primera escucha puede resultar pasable pero a poco que escuchemos con atención, nos vamos a aburrir bastante con el disco (dudo mucho que alguien se lo escuche entero más de dos veces siendo mayor de edad), con una sensación de deja vú constante y de falta de ideas alarmante para una banda relativamente joven y que han demostrado que lo pueden hacer mil veces mejor. Se han lanzado al público más fácil, y que disfruten de esta acogida rápida, porque desde luego han perdido muchos apoyos y han defraudado bastante. 
Posiblemente si no hubiesen sacado The Adversary habrían tenido mejor nota, pero habría pasado de ellos al ser la típica y tópica banda de Deathcore. Sin embargo las comparaciones duelen, y mucho. Escuchad primero esta obra y después la anterior. Esperemos que todo esto les sirva para reflexionar y tomar una senda mucho más interesante en el tercer disco. Más les vale si no quieren ser flor de un día.

Nota: 2

domingo, 6 de enero de 2013

Enabler - All Hail The Void (2012)


Cuando acaba el año es normal que en las webs de música, cine y demás artes haya un pequeño ranking a final de año con lo mejor de este. Además de causar eternas y absurdas discusiones, partiendo del hecho de que todo el mundo sabe (o debería) que es algo puramente subjetivo, también puede servir de referencia si alguna obra que no conozcamos esté en dicha lista y aumente nuestra curiosidad.
He aquí una breve historia de cómo esta obra llegó a mi ordenador. Tras verlo ubicado en varias listas, y además con muy buenas referencias, decidí echar unas escuchas, malo no podía ser.
Y aunque no soy muy experto en el mundo del Hardcore, y realmente no sabría decirte si esto es Crossover,  Crust, Hardcore de toda la vida o una mezcla de todo lo anterior, no importa porque es un auténtico torbellino. Un disco redondo de principio a fin, donde no sobra ni un sólo segundo de sus 34 minutos.
Aquí lo que importa es que los Enabler destilan odio desbocado por los cuatro costados, y lo bien que se les da contagiarlo. Yo mismo me he vuelto un poseso escuchándolo, es inevitable. La batería implacable, los riffs rápidos y asesinos... todo conduce de un modo un otro a un sentimiento irrefrenable de querer arrasar por todo lo que uno encuentre.
No encontramos descanso alguno, salvo en escasos momentos como la introducción acústica de F.A.T.H. y la primera parte de They Live, We Sleep, que demuestra que los de Milwaukee no tienen miedo en meter melodía en ciertas partes, y diseminarla en pequeñas dosis por todo el álbum, pongamos por ejemplo la genial parte final de True Love.
Es curioso el sonido de la obra, porque a pesar de que suena limpio e indudablemente bien producido, sigue guardando esa suciedad a la hora de tocar (de ahí ese cierto aire Crust que le detecto). Es algo difícil de explicar pero aunque está bien producido, sigue sonando crudo, no pierde agresividad alguna por motivos de estudio, cosa que no es raro que pase en las asépticas producciones de hoy día.
Tampoco es el típico álbum de Hardcore metalizado actual, sobreproducido, con guturales facilonas, y abuso excesivo de coros y breakdowns. Lo he dicho en más de una vez y lo seguiré repitiendo, que en saber administrar tus recursos tienes mucha batalla ganada en hacer un buen disco. Hay breakdowns, pero tan poco y tan bien colocados que apenas nos daremos cuenta de que están ahí. En otras palabras, con los Enabler es absurdo tener prejuicios, porque ante el ejercicio de contundencia que puede ser el tema que da título a la obra es imposible no caer rendido... o aplastado. E incluso me aventuraría a decir que hay pequeñas gotas de Metal Extremo por todo el disco (apreciación completamente subjetiva, claro está).
Enabler no es la típica banda de Hardcore que estamos más que hartos de ver, son una máquina furiosa y sucia, que arrasan con todo y todos que se le pongan por delante. Estés o no metido de lleno en este tipo de música, si tienes algo de afinidad con ella, debes escucharlo, y si estás en esta música, mejor aún. Más motivos para alabar al vacío.

Nota: 9

martes, 1 de enero de 2013

Mark Knopfler - Privateering (2012)


Menuda entrada extraña para comenzar el año, no solo de Grindcore vive el hombre, aunque en este caso las culpas hay que echárselas a mi amigo Horacio, que me pidió este encargo (aunque fiel a la tradición, cumplo con algo de retraso). Así que aprovecho para decir que si queréis que reseñe algún disco en particular, podéis hacerlo por comentarios o bien el correo que hay a vuestra izquierda (eso sí, no prometo nada sobre el tiempo...)
Tras esta breve introducción, pasemos a reseñar el álbum en sí, que hace preguntarme algunas cosas. ¿El objetivo de Knopfler era librarse del sonido Straits, era seguir demostrando que puede hacer cosas distintas a su faceta más conocida, o volver a sus raíces?
Lo más acertado es decir que un poco de todo, y en cuanto a lo primero, se ha alejado del sonido, pero las referencias a la banda madre son inevitables. Aunque no es el rock animado de los Straits, sino un ente muy distinto, compuesto de mucho Blues, Folk, y algo de Country, pero es que en ciertos detalles nos viene a la cabeza el sonido de los británicos. Ojo, no estoy diciendo que suenan bastante o son idénticos, o directamente me digáis que he mentido porque a simple vista no se parece en nada. Me refiero a fragmentos, a pequeños momentos, algún punteo, algún ritmo que nos indicar que Knopfler, en el fondo es el mismo de siempre.
Aunque la idea que nos debe quedar ante todo es que el guitarrista ha hecho lo que le daba la gana, lo que a el le gustaba, que al fin y al cabo para esto sirven los proyectos en solitario. En cuanto a que sea un CD doble, responde simplemente a que todo el material compuesto es superior a los 77 minutos simplemente. No es que en cada parte nos ofrezca lados completamente opuesto, como ocurre en otros casos, véase el álbum en solitario de Andreas Kisser. Aquí no es ni más ni menos que un gran de 90 minutos.
Así que, como previamente he comentado, Mark se dedica a explorar sus orígenes musicales, lo que al fin y al cabo acabó derivando en su banda más famosa. Como si la desmontásemos y presentáramos las piezas que la componían.
No es desde luego el álbum más sorprendente del año, y desde luego conociendo un poco al guitarrista, no era muy difícil prever por donde iban a ir los tiros, y no necesitamos más de tres canciones para comprobarlo. El tema que abre el primer disco, Redbull Tree muestra su lado más minimalista, un acústico bastante calmado que nos conduce a Haul Away, con un aura completamente Folk y que no habría quedado desentonada en la banda sonora de El Hobbit. Para el siguiente tema, de nuevo otro cambio de tercio, y es que a Don't Forget Your Hat lo único que le falta es el negro para sonar más blues aún. La verdad es que Knopfler es de los poco que con su trayectoria, se puede permitir estos fusilamientos de géneros. Mientras que el tema homónimo, que fue usado como adelanto unas semanas antes, huele a sureño que da gusto. Uno de los temas más alegres del disco, sin duda alguna.
Cuando hablaba de pequeñas similitudes con la antigua banda del guitarrista, no iba mal encaminado, aunque seguro que el inicio de Corned Beef City sacará una sonrisa a los fans de la banda. No se si lo habrá hecho conscientemente o "le habrá salido así", pero desde luego es el tema que más suena a los Straits, sin paliativos, sin quedarse en los detalles. Incluso tenemos tiempo para una balada con Go, Love. Parece que Knopfler intenta abarcar la mayor cantidad de palos posibles.
Esto tiene dos lecturas, una positiva y una negativa. Si lo miramos por el lado bueno, se demuestra que las inquietudes del músico siguen intactas y que se divierte jugando con los distintos géneros y los diversos instrumentos (guitarra, bajo, piano, armónica...). Por el malo, es que más que una sola obra, por la poca cohesión entre temas, da la sensación de que nos encontramos ante una compilación, que ha cogido todo lo que había hecho en todo este tiempo y lo ha puesto tal cual en el álbum, sin órden alguno. Esto habría tenido solución agrupando los temas similares entre sí. Por ejemplo, haber puesto juntos Got To Have Something, con Privateering y I Use To Could, con sus toques sureños, y más adelante el lado blues, como Bluebird, Hot Or What... Una agrupación por géneros que ayudaría a paliar esa sensación de estar oyendo trozos de distintas obras. Eso sí, Knofler demuestra que todo lo que hace se le da muy bien, está cómodo, no se mete en donde no sabe y no arriesga demasiado. Con coherencia o no, da gusto escucharlo y da absolutamente igual que suene o no a Dire Straits.
El escoces lleva muchas décadas en la música, y tras este Privateering creo que aún le queda cuerda para rato, y además haciendo lo que le da la gana, que no todos se lo pueden permitir.

Nota: 8'3