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lunes, 3 de octubre de 2011

Tal vez sea verdad

Voy a meter la mano en el fuego voy a soltarlo: Francia ha sido el mejor Rally en lo que llevamos de campeonato con diferencia. Y es que muy pocas veces hemos tenido tanta competividad y tanta sorpresa. Veamos, después de Finlandia comenté que Loeb había dado un golpe de autoridad en el campeonato. Ganó en un terreno próspero para Ford y quedaban 3 rallies de asfalto, los cuales se le dan, como siempre, excesivamente bien. Pero en Alemania pincazo que le deja sin victoria, en Australia doble accidente de los Citroën, con lo que unos pocos puntitos con suerte y a casa... y esta vez un fallo en la construcción del motor (lo que se dice un motor defectuoso, vamos) y ni Super Rally ni nada, abandono directo y sin opción a puntuar, si a esto le añadimos la salida de pista de Hirvonen y su táctica demasiado conservadora que han hecho que este sea una de sus actuaciones más mediocres, y encima el que gana es Ogier, al que le han puesto definitivamente el papel de nº2 en el equipo, con lo que se queda a sólo 3 puntos del piloto de la marca anglo-americana y de su jefe de filas, todo esto a sólo dos pruebas del final. ¿Demasiados acontecimientos? Pues sí, incluso después de la prueba con la exclusión (por mucho que me joda) de Petter Solberg de la prueba debido a la falta de peso en su coche, han permitido que Mikko se haya colocado en igualdad de puntos con Seb.
Ante las críticas que he oído hacia el piloto de Ford, debo romper una lanza a su favor. Tienen razón al argumentar que no ha sido el más rápido muchas veces, que incluso su compañero de equipo le ha mojado la oreja varias veces, pero debo recordarles que ha sido el más constante, el que nunca ha sucumbido a la presión y no ha cometido errores de gran calado, cosa que sus rivales más próximos sí han hecho, y más de una vez. Es más, ha sido un piloto muy asiduo al podio, y en las carreras donde no se ha subido al cajón, ha sido el piloto más próximo a este y por si fuese poco ha puntuado en todas las pruebas, cosa que nadie ha hecho en la categoría grande.
Esto me recuerda un poco a algo que ocurrió hace 10 años justamente. Richard Burns (que en paz descanse) ganó el título con sólo una victoria a sus espaldas ese preciso año (en Nueva Zelanda), menos que sus rivales cercanos, Colin McRae (otro al que se echa de menos) y Tommi Makinen, ambos con tres victorias en su haber.
Como vemos esta situación no es nueva y es totalmente factible que se repita.
Pero no ha sido sólo interesante por el lado de los candidatos al título. Mucho sufrió Ogier para superar a Solberg, que como es habitual en su persistente mala suerte, llego a ir líder hasta que un pinchazo arrasó con sus posibilidades de victoria (los comisarios se encargaron del resto), y también tuvo que superar a un genial Dani Sordo, que poco le faltó para llevar a cabo la venganza contra Citroën, ganarle a su sustituto en el equipo galo en su casa, una auténtica lástima porque habría sido un gozo ver la cara de Quesnel ante la ironía de la situación, aunque creo que ya tenía suficiente con ver cómo su piloto estrella volvía a abandonar, y encima esta vez de manera definitiva, cumpliendo así con el tópico de que en los rallies puede suceder cualquier cosa, ojalá esto sea por fin el principio del fin (¿o empezó en Alemania?) de la tiranía de Loeb, que ha durado ya siete años, demasiados, diría yo. Aunque se merece todos y cada uno de los títulos que ha ganado, no lo neguemos.
Queda esperar a Cataluña, el rallie de casa, tal vez sea esta vez, sin intermediarios ni órdenes de equipo cuando Dani se alce con la victoria en ese rally que siempre se le escapa a pesar de que muchas veces es el más rápido, y donde ha copado varios años seguidos el segundo lugar. Tiene ahora una ocasión perfecta para hacer lo que no le dejaron durante 5 años, tiene la máquina y tiene la velocidad, el resto depende de él.

Si alguien siguió la retransmisión del Rally de Francia en directo por la web (1ª vez que se hacía, cuyos resultados comentaré pronto), tal vez se fijase que cuando a Quesnel le preguntaban sobre si el rally continuaba con Ogier liderándolo, y por tanto se pondría a una distancia demasiado cercana del otro Seb, siempre intentaba eludir la respuesta, "Bueno, el rival el Mikko, tenemos que vencerle a él". Esta respuesta se reprodujo varias veces, lo más interesante se limitó a un "Loeb es el piloto nº1". Ya sabemos que la condición principal que puso Loeb para su renovación fue ser el piloto número uno, condición que desde principio de año estaba compartida entre ambos pilotos, ahora, el morbo está asegurado porque ¿realmente pararán a Ogier si este tuviese mejor posicionamiento para situarse líder? Sería una táctica un tanto dudosa desde luego, así que será una de la cuestiones más interesantes de aquí a que finalice el campeonato. Tal vez Ogier se huele la situación, y viendo que su condición de escudero puede ir para largo, haya decidido hacer eso que los rumores, cada vez más constantes dicen, que fichará por Ford el año siguiente. Se dice en el paddock que la decisión está ya tomada, y que uno de los pilotos de Ford recalará en Volkswagen (que no es mal exilio desde luego).
Tal vez una de las claves se encuentre en la conferencia de prensa post-rally, cuando un periodista le pregunta al francés si son ciertos esos rumores que le sitúan en el equipo azúl, lo que Ogier niega, sin embargo los gestos de los pilotos a su alrededor nos hacen pensar otra cosa, y más aún cuando Dani Sordo coge el micro y comenta "It's Red, so maybe it's true", es decir: "Está rojo, así que tal vez sea verdad".