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miércoles, 28 de marzo de 2012

Crítica de discos: Mastodon - The Hunter (2011)


Mastodon, sin duda, son los "raros" de su generación. Son agrupados en el Groove Metal, pero porque es lo que más puede acercarse a su música... y aún así se le añade la etiqueta de progresivo o técnico para describir que son una banda muy peculiar. No obstante si indagamos en los orígenes musicales de los americanos encontraremos influencias de Neurosis o Isis (Scott Kelly de Neurosis SIEMPRE ha participado en algún tema de cada disco). Grupos del discutido subgénero Post-Metal. Realmente no sabría definir este subgénero, porque sus límites no están muy definidos. Brevemente podría decir que se caracteriza por su gusto a experimental, a incluir pasajes ambientales, a cambios bruscos. En pocas palabras. Metal muy experimental que no le hace ascos a nada. Bien, no me equivocaría al decir que Mastodon han llevado esto a un público más grande bajo un filtro más moderno y más potente. Porque, ser músico de Metal experimental no te da para pagar las facturas, así son las cosas.
Este gusto de Mastodon por los sonidos menos habituales ya se notaba desde sus comienzos con Remission. Pero el brutal Leaviathan ya tenía un aura distinta. Esos dos discos sí que se podrían etiquetar como Groove. Sin embargo Blood Mountain empezó a relajarse y a meterse en otros terrenos más áridos. No eran tan bestias, pero si mucho más complejos (véase la larguísima canción de cierre Pendulous Skin). Pero no contentos con eso, el disco conceptual Oblivion, era incluso más experimental y más bizarro, con esa historia que parecía no tener ni pies ni cabeza.Y aún así por el camino han ganado más fans y se han ganado a la crítica. Cierto es, que un sector sigue echándoles en cara que hayan perdido la brutalidad de antaño. Pero lo que no se les puede echar en cara es que hayan escogido el camino fácil, y en este caso que nos ocupa, menos aún.
Mastodon han apuntado en muchas direcciones con The Hunter y en casi ninguna fallan. Pocas veces escucho un disco con temas que puedan ser tan distintos unos de otros y sonar tan bien y tan compactos.
Aunque como siempre es un disco que no entre a la primera (por mucho que digan que este es el más accesible de todos), es a la 2ª o 3ª escucha cuando podemos apreciar muchos de los detalles de The Hunter, que hay para escribir un libro. Podría decirse que es una compilación de todo lo que Mastodon ha hecho. Temas como Black Tongue, Stargasm, Thickening o Dry Bone Valley podrían haber entrado perfectamente en sus dos últimas obras. Tenemos tambien All TheHeavy Lifting, que no se si será a propósito dicho título o no, pero recupera parte de esa brutalidad que se perdió de los primeros discos.
Sin embargo, incluso en estos temas más familiares, encuentras un momento o un riff que te descoloca por completo. Blasteroid tiene un riff que le da a la canción un aire.... alegre. Ayuda bastante las grandes dosis de melodía que tenemos en el disco. O esos coros melódicos de Curl Of The Blur. Recurso que está más asociado a las bandas de los 60 y 70 que a una banda moderna de Heavy Metal. Por no hablar de cuando deciden tirarse a la piscina y difuminar la línea de los géneros principales. Parecería una locura decir que nada más empezar a oir Octopus Has No Friends he pensado en una especie de Country "metalizado".
O la bizarrada por excelencia del disco: Creature Lives. Creo que nunca he escuchado usar unos sintetizadores de una manera tan peculiar. A lo que me refiero es que Mastodon han logrado continuar con un camino ya marcado en anteriores discos, pero a su vez seguir experimentando, de tal modo que este The Hunter se convierte en algo distinto y único a lo que habían hecho anteriormente.
También hay momentos no tan transgresores, y que tiran por vías más tranquilas, como el tema homónimo, que cuenta con unos bestiales solos de guitarra, o el corte que cierra el disco de una manera soberbia, ese tema semi-acústico como es The Sparrow.
No ha sido fácil escribir esta reseña, porque cada tema es un mundo, a medida que vas avanzando hay cada vez más y más detalles, y me cuesta abarcarlo todo, porque es imposible. Me encantaría hacer una descripción pormenorizada de cada instante de la obra, sin embargo rompería el encanto, y no hay palabras para descubrir todas las influencias que se pueden encontrar.
Lo único que he echado en falta ha sido ese toque épico que tenían sus anteriores obras, o que al menos no he sabido verlo, o bien es una épica distinta. Pero eso es lo bueno de Mastodon, que sean capaces de despertar tantos sentimientos obra a obra, tarea nada sencilla.

Nota: 9