En mala hora me metí a reseñar un disco de estos monstruos, porque Neurosis siguen siendo una de las bandas más influyentes e inclasificables que han existido jamás. Siguen meándose en las fronteras de géneros (porque no se puede decir de otro modo), y siguen tomándose su tiempo para componer. En concreto, cinco años desde el anterior Given To The Rising y como el anterior, o más bien, como todas sus obras de estudio, siguen siendo unos discos difíciles de digerir, mastodónticos y complejos como ellos solos.
Es por eso que, no resulta sencillo tener que hacer comparación con anteriores. Son de los pocos que realmente no se ponen barreras musicales de ningún tipo, y por eso es que encontramos momentos que en muy pocos grupos podríamos encontrar.
Es la paradoja de que pueden renovarse todo lo que quieran, pero siguen teniendo sus propios signos de identidad, un sonido propio que los hace inconfundibles, con ese sonido denso y muy pesado que se desarrolla a lo largo de largos temas, pues de hecho, a nadie le extrañará que los temas que bajen de los seis minutos, están en minoría.
Con esto queda resuelta la duda (aunque no creo que la hubiese) de que encontramos aquí. Ni más ni menos que una pieza un poco más evolucionada del Post-Metal de los de Oackland. Uso dicha etiqueta, que realmente nunca me ha gustado, pero mejor que usar mil etiquetas para intentar aproximarse (o si no, mirar el perfil de estos en la Metallum). Pero también, porque para bien o para mal, hace mucho que se distanciaron de los sonidos más abrasivos, propio del Sludge que se gastaban en Enemy Of The Sun, y aún así, Bleeding The Pigs, por ejemplo, es totalmente de la vieja escuela. Con la voz rasgada de Scott Kelly en la parte más "tranquila", hasta que estalla la tormenta de Metal denso y machacón, si, de ese que hará que una vez terminado el tema acabes con dolor de cabeza, suerte tienes de que la producción sea clara y limpia y no sucia...
Es una hora de material que da para mucho, si temas como la extraña Raise The Dawn, con esa base musical pesada, que contrasta con los arreglos electrónicos, y los instrumentos de cuerda orientales, también encontramos un corte como At The Well, cuyo inicio me ha recordado al proyecto acústico de Scott Kelly, más aún si vemos que dicha canción tiene cierto aire folk con la gaita que gana protagonismo, aunque para bien o mal, será la única vez que la oigamos. No son, ni mucho menos, la primera banda, ni la única, que experimenta con estos sonidos, pero Neurosis saben integrarlo perfectamente, sin que parezca exagerado, y que minutos después, el mismo tema tenga un aura absolutamente diferente, y en pocas palabras, en nada se parezca lo que escuchamos en el minuto uno, con el minuto ocho. Por esas mismas latitudes se mueve Casting Of Ages, aunque este me parece el más flojo del álbum (que no repetitivo), por lo repetitivo que resulta ser y que no muestra apenas evolución en sus diez minutos.
Siguen, como no, los pasajes ambientales como en My Heart For Deliverance, posiblemente el tema más enfocado a las atmósferas en todo el álbum, de hecho la parte intermedia es de los mejores momentos de todo el disco, de esos que sin adjetivos nos dejan, algo que solo es digno de ellos.
Abundan los cambios de ritmo brutales, que hacen imposible confiarse, y no que puede parecer un suave tema acústico e instrumental, solo sirve para que nos destrocen vivos con una parte de auténtica locura, véase, el caótico solo de batería de All Is Found In Time que hará que los menos iniciados en estos subgéneros deseen que finalice la canción.
Sin duda el factor sorpresa es y será una de sus mayores armas, el poder mutar completamente de un minuto a otro, y si eso no pasa, ser capaz de aguantar el ritmo sin aburrirnos, no obstante, pensar que es un disco que entra a la primera, sería un error considerable, sigue sin ser apto para todos los públicos y hacen falta muchas pasadas para captar todo lo que hay aquí. No es su mejor obra, todo sea dicho, pero Neurosis juegan desde hace mucho tiempo en una liga bastante elevada, a más de una banda ya le gustaría parir una bestia como esta.
Por lo pronto, los norteamericanos siguen demostrando que tras tantos años aún siguen teniendo ideas, no se les nota atascados, nada más lejos de la realidad, si para eso tenemos que esperar otro lustro para una nueva obra, que así sea, yo no me opondré. Nota: 8'5
Lo se, es contradictorio abrir una entrada llamada futuro, con la foto de una banda formada a mediados de los 80, pero todo tiene una explicación, y sirve para explicar mi particular teoría, que veréis más adelante...
Como bien sabréis muchos, el Metal Extremo como tal, aparece a mediados de los 80 con Possessed, Death, Sarcófago, Sepultura... la lista es larga. A partir de ahí se fue endureciendo progresivamente, desde un Thrash muy sucio, hasta llegar al el Death Metal de Tampa, el Death Metal sueco, el Black Metal noruego, el Death Doom británico, e incluso hubo una crisis del género cuando a mediados y finales de los 90 degeneraron en movimientos mucho más melódicos, por ende más accesible y más explotables comercialmente. Todo el mundo conoce el caso de Cradle Of Filth, Dimmu Borgir o In Flames. Son todo un filón para las discográficas, y aunque son bastante despreciados, han conseguido ejercer de puente entre el Metal más convencional, y el lado extremo. Lo que ha provocado que cada vez haya más gente metida en el Thrash, el Black y el Death. Y se vuelve al mismo dilema de siempre: "Esto ya no mola porque le gusta a todo el mundo".
Hace unos meses, cuando entreviste a Dying, coincidían en esto. Cosas como el Nu-Metal, habían contribuido a que muchos se metiesen en el mundo extremo, y ya sabemos que al metalero medio, esto no le hace ni puta gracia.
Como antes, comenté, ante la salida de todos estos subgéneros melódicos, se embrutecieron los orígenes. Vamos, coger la fórmula original y radicalizarla aún más. Todo con el objetivo de ser cada vez más inalcanzables, crear una música más agresiva y menos digerible. Sin embargo, y por mucho que me gusten estos subgéneros, cualquier aficionado al Rock duro o el Heavy Metal puede escuchar Brutal Death Metal o Raw Black Metal. Tal vez al rato se acaba cansando si no está muy acostumbrado, pero en mi opinión, no consiguen ser todo lo inaccesibles que deberían. Realmente no consiguen que esa persona directamente quite la música porque es demasiado extraña, o demasiado extrema. Todo lo contrario, le aburrirá y el impacto sólo se quedará en la escucha inicial. Lo peor del Brutal Death, el Grindcore y el Raw Black, que son los subgéneros extremos más extendidos, es que, caen en su propia trampa. Al ir tan directos, poco tienen que ofrecer, y son relativamente bastante limitados musicalmente. Cierto es que muchas bandas, como Spawn Of Possession o Hour Of Penance, meten una gran técnica en su música, pero aún así no pueden hacer demasiado por distinguirse. Ya sabemos que en el mundo del Heavy Metal la innovación se paga a un precio muy alto...
También tenemos el caso de subgéneros que se sienten muy cómodos sin innovar, pero, realmente ya han llegado a su tope, y de ahí nadie los saca ¿os suena el Noisegrind?
Poco les queda para ser directamente ruido, en poco más de un minuto han ofrecido todo lo que tenían, que es su objetivo, y me encanta que así sea, pero aquí no hay nada más que mirar, ir más allá sería prácticamente un sin sentido, y ya tenemos (o teníamos) unos Anal Cunt.
A todo esto se le suma el impulso natural de querer ir más allá, de ser un poco más bestia que los demás, pero ir más bestia significaría estar más atado musicalmente, y no ofrecer nada nuevo. Veamos otro ejemplo, el Slamming Brutal Death Metal. Para quien no lo sepa, consiste en coger riffs de pantera, afinarlos lo más grave posible y cantar en voz ultra gutural, al estilo de Tomb Of The Mutilated y basar todo un disco en un elemento que en teoría estaba para rellenar una parte de una canción.
Quiero dejarlo claro, me gusta el Slamming, me parece divertido, pero considero que intentar innovar así es como hacer un hoyo en la arena de la playa. Esta bien para un rato, pero las bandas en el 95% de las veces son clónicas.
Visto así, nos quedamos en un callejón sin salidas, ya no se puede ser más bestia sin hacer directamente algo soporífero, y las ataduras cada vez son mayores, así que necesitamos ser más brutos aún pero con la posibilidad de poder innovar, y además volver a la idea original de ser poco digeribles, un desafío para los oídos. ¿No es acaso la idea que impulsa el Metal Extremo, ir siempre al límite?
Lo que viene ahora es puramente subjetivo, y cabe la posibilidad de que me de una ostia impresionante, pero me lanzo a la piscina.
Cuando hablo de ser extremos, no me refiero a incluir pequeñas variaciones sobre lo que ya está establecido. Me explico, se perfectamente que hay muchas bandas que se están volviendo más técnicas, más progresivas, más complejas. Lo digo por si algún listo me salta con el nombre de Pokemon de Djent. No tengo nada en contra, es más, lo considero otra chorrada de etiqueta. Sin embargo, sigue siendo algo fácil de escuchar. Ahora es el momento de explicar por qué puse una foto de Godflesh al comienzo de la entrada. Hagamos un pequeño experimento, comparemos 4 álbumes de 1989. Slowly We Rot de Obituary, Altars Of Madness de Morbid Angel, Beneath The Remains de Sepultura y Streetcleaner de Godflesh, de esos cuatro, estoy seguro de que los tres primeros los habreis escuchado miles de veces, sin embargo, quien conozca el Streetcleaner estoy seguro de que si lo ha llegado a escuchar entero, desde luego, no con tanta frecuencia como los anteriores. Lo curioso es que siempre hemos considerado que lo más extremo eran los tres primeros discos, y sin embargo tenemos ahí esa rara avis, que a buen seguro, cuesta más de escuchar. Que nadie piense que yo soy un macho que es capaz de oir el Streetcleaner mil veces al día, soy el primero en reconocer que me cuesta mucho escucharlo, mientras que los otros entran como el agua.
Sin duda pienso que el futuro del Metal extremo está en lo que creó Godflesh o Pitchshifter, bandas de Metal Industrial muy abrasivo y muy oscuro, que son una auténtica taladradora de neuronas.
Además ha sido un subgénero que creo que no ha sido todo lo aprovechado que debería ser, Ministry o Nine Inch Nails (cuando Reznor estaba cabreado consigo mismo, sí que se podría considerar Metal) llevaron el género a unos terrenos menos enfermos. Incluso los propios Fear Factory acabaron haciendo algo cercano al Nu Metal en Digimortal. Pero muy pocos siguieron la senda más malvada del Industrial.
No es el único camino a tomar, otro subgénero que parece bastante olvidado es el Doom extremo. Añado la coletilla para distinguirlo del Doom primigenio de Saint Vitus o Pentagram, o el gótico de Paradise Lost y My Dying Bride (Anathema que se jodan, que siguen con sus mierdas alternativoides).
Pero no quiero que se me malinterprete, me encantan todos estos subgéneros, y estas bandas, pero hablo de mirar hacia delante y crear algo realmente extremo, que a un servidor le cueste escuchar.
No sólo hablo de recuperar la senda que del Doom/Death, que algunos como Asphyx siguen llevando, o Doom/Black, como hacen mis admirados Forgotten Tomb. Hablo de cosas como el Drone/Doom Metal ¿os suena Sunn O)))?
El que escribe ha sido incapaz de escucharse un disco entero de estos locos, porque no tiene fuerzas (de momento) para ello. No me equivocaría al decir que Sunn O))) son han causado muchas más pesadillas que Dying Fetus.
Sin embargo, al hacer un Drone bastante puro, corren el serio riesgo riesgo de caer en la monotonía, como el Slamming Brutal, no obstante, ambos viven de abusar de un elemento musical. Aún así, han sido capaces de jugar con el Dark Ambient y el Black Metal en alguno de sus discos (Black One, para más señas).
No todas las bandas de Doom son tan destructivas, así tenemos a los Void o a los Orthodox (que además son paisanos, todo un orgullo) que se mueven en un Doom más "convencional" o al menos no tan opresivo.
Y al igual que el Brutal Death exageró al Death Metal, el Funeral Doom ha sido otra vía para exagerar al Doom. Y aunque no lo parezca, hay que tener muy buenas manos para no aburrir con tu música, no obstante, no es nada extraño ver canciones de más de diez minutos. Pero como se haga bien, y los músicos tengan muy claro que hacer, pueden salir obras maestras como la de aquí abajo.
Y si ya queremos rizar el rizo, dentro del Black Metal han surgido elementos bastante enfermos, como son el Black Metal Depresivo, con Shining, Thy Light, Happy Days, Lifelover, Gris... y os aseguro que hay mil ejemplos más, y ninguna de estas se corta a la hora de experimental y hacer su música más extraña y perversa. Es curioso, pero estas bandas tienen como claro referente a Dead de Mayhem, han llevado la decadencia personal un paso más allá. Famosos son los conciertos de Niklas Kvarforth de Shining, que ha hecho de todo en un escenario, cortarse, mearse, drogarse, beber, escupir.... o Kim Carlsson, de Life Lover y con un torso lleno de cicatrices de cortes (auto provocados, como no). O los que han partido del Black Metal, para hacer un Metal totalmente experimental, impredecible y de locura, llámese Sigh, me fallan a estas alturas los ejemplos, porque tragarse toda esta música, de este calibre, no es nada fácil, y como todos, muchas veces tiro por lo convencional, como todos.
Como vemos, ninguno de los subgéneros que he nombrado ha salido de la nada, es 100% nuevo, pero son bastante minoritarios, y muy poco se ha tocado en ellos. Tal vez por eso los músicos tienen esa libertad absoluta para experimentar y hacer lo que les de la gana, llevar el Heavy Metal hacia un nuevo límite.
Y podría seguir con el ámbito del Post Metal, que es la etiqueta que mejor agrupa a bandas como Neurosis, Isis, Cult Of Luna, aunque también se admite Sludge Ambiental, o cualquier otro término extraño...puede que no sean lo suficientemente extremos, pero, como todos los antes citados, sigue siendo muy difícil de digerir. Aunque, quien sabe, igual este subgénero acaba teniendo una explosión comercial hasta tiene su explosión comercial, quien sabe.
Como os he demostrado, hay muchísimo donde experimentar, donde probar cosas nuevas, y si no se hace es porque no se quiere. El Heavy Metal tiene bastantes vías por donde avanzar, yo he mostrado algunas, y seguro que me dejo por el camino otras tantas. Se hacen cosas nuevas, y al igual que en los 80, cuando el Metal extremo avanzaba, no era fácil buscarlas, pero ahí estaban, y pocos se atrevían a probarlas.
Y parece mentira que todo empezase con unos visionarios que vinieron desde Suiza....
Mastodon, sin duda, son los "raros" de su generación. Son agrupados en el Groove Metal, pero porque es lo que más puede acercarse a su música... y aún así se le añade la etiqueta de progresivo o técnico para describir que son una banda muy peculiar. No obstante si indagamos en los orígenes musicales de los americanos encontraremos influencias de Neurosis o Isis (Scott Kelly de Neurosis SIEMPRE ha participado en algún tema de cada disco). Grupos del discutido subgénero Post-Metal. Realmente no sabría definir este subgénero, porque sus límites no están muy definidos. Brevemente podría decir que se caracteriza por su gusto a experimental, a incluir pasajes ambientales, a cambios bruscos. En pocas palabras. Metal muy experimental que no le hace ascos a nada. Bien, no me equivocaría al decir que Mastodon han llevado esto a un público más grande bajo un filtro más moderno y más potente. Porque, ser músico de Metal experimental no te da para pagar las facturas, así son las cosas.
Este gusto de Mastodon por los sonidos menos habituales ya se notaba desde sus comienzos con Remission. Pero el brutal Leaviathan ya tenía un aura distinta. Esos dos discos sí que se podrían etiquetar como Groove. Sin embargo Blood Mountain empezó a relajarse y a meterse en otros terrenos más áridos. No eran tan bestias, pero si mucho más complejos (véase la larguísima canción de cierre Pendulous Skin). Pero no contentos con eso, el disco conceptual Oblivion, era incluso más experimental y más bizarro, con esa historia que parecía no tener ni pies ni cabeza.Y aún así por el camino han ganado más fans y se han ganado a la crítica. Cierto es, que un sector sigue echándoles en cara que hayan perdido la brutalidad de antaño. Pero lo que no se les puede echar en cara es que hayan escogido el camino fácil, y en este caso que nos ocupa, menos aún.
Mastodon han apuntado en muchas direcciones con The Hunter y en casi ninguna fallan. Pocas veces escucho un disco con temas que puedan ser tan distintos unos de otros y sonar tan bien y tan compactos.
Aunque como siempre es un disco que no entre a la primera (por mucho que digan que este es el más accesible de todos), es a la 2ª o 3ª escucha cuando podemos apreciar muchos de los detalles de The Hunter, que hay para escribir un libro. Podría decirse que es una compilación de todo lo que Mastodon ha hecho. Temas como Black Tongue, Stargasm, Thickening o Dry Bone Valley podrían haber entrado perfectamente en sus dos últimas obras. Tenemos tambien All TheHeavy Lifting, que no se si será a propósito dicho título o no, pero recupera parte de esa brutalidad que se perdió de los primeros discos.
Sin embargo, incluso en estos temas más familiares, encuentras un momento o un riff que te descoloca por completo. Blasteroid tiene un riff que le da a la canción un aire.... alegre. Ayuda bastante las grandes dosis de melodía que tenemos en el disco. O esos coros melódicos de Curl Of The Blur. Recurso que está más asociado a las bandas de los 60 y 70 que a una banda moderna de Heavy Metal. Por no hablar de cuando deciden tirarse a la piscina y difuminar la línea de los géneros principales. Parecería una locura decir que nada más empezar a oir Octopus Has No Friends he pensado en una especie de Country "metalizado".
O la bizarrada por excelencia del disco: Creature Lives. Creo que nunca he escuchado usar unos sintetizadores de una manera tan peculiar. A lo que me refiero es que Mastodon han logrado continuar con un camino ya marcado en anteriores discos, pero a su vez seguir experimentando, de tal modo que este The Hunter se convierte en algo distinto y único a lo que habían hecho anteriormente.
También hay momentos no tan transgresores, y que tiran por vías más tranquilas, como el tema homónimo, que cuenta con unos bestiales solos de guitarra, o el corte que cierra el disco de una manera soberbia, ese tema semi-acústico como es The Sparrow.
No ha sido fácil escribir esta reseña, porque cada tema es un mundo, a medida que vas avanzando hay cada vez más y más detalles, y me cuesta abarcarlo todo, porque es imposible. Me encantaría hacer una descripción pormenorizada de cada instante de la obra, sin embargo rompería el encanto, y no hay palabras para descubrir todas las influencias que se pueden encontrar.
Lo único que he echado en falta ha sido ese toque épico que tenían sus anteriores obras, o que al menos no he sabido verlo, o bien es una épica distinta. Pero eso es lo bueno de Mastodon, que sean capaces de despertar tantos sentimientos obra a obra, tarea nada sencilla.
Es curiosa la entrada de hoy, ¿eh? apuesto a que muchos no sabreís que banda es esta. Comprensible pues, Batillus son una banda de Doom Metal de Nueva York, formados en el 2008, este es su primer álbum, que no su primer trabajo editado, antes ya tenían algún EP, single, split...
La cuestión es que estos chavales prometen, por lo menos en el campo del Doom Metal, pero con grandes pinceladas de Black Metal, vamos, lo que viene siendo Blackened Doom Metal (¿a que queda bien así?).
Puedo entender que, viendo la duración de algunas canciones, el disco eche para atrás, ya que salvo Deadweight y Uncreator, cada canción sube de los 7 minutos muy fácilmente. Pero a pesar de todo, el álbum se pasa rápido, principalmente porque son sólo 6 canciones, lo que se resume en 44 minutos de aplastante Doom. Pero también ayuda el hecho de que los chavales tienen talento, y hacen que una cosa tan áspera como pueda ser el Doom Metal, nos deje con ganas de más.
Desde el principio el álbum sale a desconcertar al oyente. Un ruido blanco de fondo, que parece sacado de la radio de Silent Hill nos da la bienvenida. A los pocos segundos aparece una tétrica guitarra acústica que dará paso a los densos riffs y a los gritos que nos acompañaran en toda la canción y sobretodo en la obra. Pero de nuevo volvemos a la inquietante acústica, y todo irá bajando de nivel, hasta que oigamos solo una batería que al final se desvanece hasta quedar todo en silencio. Roto de nuevo por la distorsión y alaridos que se harán perpetuos hasta el final de la canción, y eso que dura casi 9 minutos.
Es curioso, pero, sobretodo en la primera parte, del tema, he notado una influencia clarísima de los maestros del Sludge y experimental: Neurosis. Para quien tenga los oídos entrenados en este tipo de frecuencias sonoras, creo que verá bastante claro el homenaje.
Deadweight por suerte se muestra algo más accesible (si es que este término se puede usar en Batillus), pero tiene un riff machacón y repetitivo que se clava sobre tu mente. Pero como dije antes, te dejan con ganas de seguir moviendo la cabeza, y más aún cuando dejan ese solo de guitarra enfermo, al final de la canción.
Sin embargo Uncreator, la más corta del disco, con 3 minutos y medio, muestra la otra cara de Batillus, la que rinde tributo a Darkthrone, Mayhem, Immortal, Emperor, etc. Toda una descarga en condiciones de Black Metal, pero, con el toque lento que le saben dar estos neoyorquinos, y una batería que no nos deja apenas descansar. Luego dicen que el Doom Metal no es Metal extremo....
Ya en The Division, las cosas vuelven a su lugar, con una introducción instrumental de 3 minutos, que darán lugar a un pequeño solo de bajo y de ahí otra vez tendremos presente la agónica voz de Fade Kainer, y los aplastantes riffs de guitarra que se irán alternando de nuevo, con partes limpias. Aunque me ha llamado la atención una especie de zumbido que se presenta por la parte final del tema, y que es un tanto desagradable, no sé si será para crear algún efecto en quien lo escucha, pero, a pesar de ser un tanto molesto, consigue que el tema sea aún más inaccesible.
Se nota que a Batillus les gusta el Drone, porque es con lo que arrancan What Heart, aunque sin llegar a los enfemizos niveles de Sunn O))), claro está, para empezar porque tienen percusión.
Pero bromas aparte, cierto es, que este es junto a Mautaam, el tema más denso del álbum, no el más largo, pero es mortalmente lento. Está bien que flirteen con el Drone, pero, podían haber acortado un poco el experimento.
Aunque para extraño es el comienzo de Mautaam, con un sampler bastante siniestro, de alguien, hablando, a saber qué, porque tiene la voz muy distorsionada, pero en cuanto los desgarradores acordes de la guitarra comienzan a hacer una fúnebre marcha Drone/Doom, eso nos da igual. Así estará hasta el primer tercio del tema, cuando los infernales alaridos nos despierten del trance. Progresivamente la canción se irá intensificando, buena prueba de ello es el ritmo de la batería, que empieza a animarse por la parte final, metiendo más bombo, y un blast-beat que nos coge de sorpresa, para volver a sumergirse de nuevo en el ruido, y repentinamente, hacerse el silencio. De esa manera tan brusca acaba el prometedor debut de estos norteamericanos, que quien sabe si en un futuro se podrían convertir en una banda puntera de la escena Doom. Creo que más que en América, donde pueden conseguir más reconocimiento es en Europa, que somos algo más abiertos de oídos, y muchas veces no nos importa lo que venda o no venda una banda....
Hablando de ventas. Como muchas otras, han decidido que si la gente se va a piratear el disco, mejor lo hagan en casa. Es decir, han tenido la idea de poner en su página web el disco a disposición de cada uno. En múltiples formatos de audio, y como no, de buena calidad, y también la opción de comprar el disco físico (si, los discos existen más allá del mp3). Así que os recomiendo encarecidamente la descarga, creo que se merecen tener repercusión. Bajároslo aquí.
El otro día me encontré con un conocido, el susodicho en cuestión también es aficionado al Metal, y estaba buscando un bajista para su banda de Thrash Metal, lo curioso era la edad del chaval, 15 años, y ya conoce muchas más bandas de Thrash de las que conocía yo a su edad (ahora tengo dos décadas) y obviamente pensé: "mierda Pablo, ¿como has podido perder tanto el tiempo?".
Un par de días más tarde me encontré hablando con otros dos colegas, y a uno de ellos le comenté lo que acabo de comentar, a lo que me respondió: "normal, con internet puedes conocer cualquier grupo", a lo que el otro replicó al poco rato: cuando yo empecé las canciones se intercambiaban por cassetes", normal, tiene 28 tacos, además me dijo que para la edad que tenía, no me faltaba gusto musical, es ahí cuando ví el paralelismo, y me puse a pensar (que nunca viene mal, niños).
Cada generación lo ha tenido cada vez más fácil para descubrir música, al igual que mi amigo al que le saco un lustro podía saber a tan temprana edad tantas bandas, a mi me ha pasado lo mismo pero un poco más tarde, y también contribuye, como no, el tiempo que lleves sobre la faz de la tierra.
Todos nos hemos podido beneficiar de Internet para conseguir música relativamente gratis, seguro que tú, amigo lector, tendrás una buena biblioteca musical, bien grande y variada, decenas de discografías, cientos de bandas, de músicos, bandas sonoras, etc.
Pero ¿pensamos de vez en cuando en cómo ha sido el camino hasta llegar hasta aquí? Internet se ha instalado tan fuertemente en nuestras vidas que es algo que ya damos por hecho tener. Pero hasta hace muy poco no fué así.
Al igual que mi amigo, que descubría grupos nuevos a través de intercambio de cassetes y el boca a boca, yo mismo me considero de la generación "proto-internet", esa que sí podía acceder a la red, pero de manera ocasional, y hablo de una red a años luz de ser lo interactiva que es hoy, estaba el MSN y mucho era, de la música ni hablo, y menos del Metal. Hace una década, la Mtv emitía música, y no 15.000 realities para adolescentes americanos sobrehormonados, y suerte que teníamos, porque era la única oportunidad de tener la suerte (ni siquiera era algo seguro) de ver algún video de alguna banda que te gustase (en aquellos tiempos: Linkin Park, Linkin Park, Limp Bizkit, Marilyn Manson, Slipknot...) y del último video que sacasen, olvídate de ver el anterior video, sabías como era si te lo contaban.
La única manera de conseguir música era a través de los primitivos programas P2P, como Napster o Kazaa, que tenían poco contenido, comparado con hoy día, y básicamente no iba mucho más alla de las bandas punteras de turno (así que nada de descargarse la discografía entera de Darkthrone o Neurosis), y curiosamente, las bandas que empezaron a "regalar" su música por internet, han sido los que más provecho le han sacado al asunto.
Tal vez, en el futuro en Internet no sea tan fácil conseguir descargar música de manera gratuita, no hay más que ver la caza de brujas a la que se somete a todos los responsables de páginas webs que ofrecen todos estos contenidos, por eso os digo dos cosas: aprovechad ahora y reventad el router, y sobretodo, cuando lleguemos a una época donde descargas sea dificil, que como mucho las canciones puedan ser escuchadas en distintos programas ideados para eso (no, Spotify ya no cuenta) y con limitaciones, mirad atrás, mirad el largo camino por donde hemos pasado, y lo que hemos conseguido, y os dareís cuenta que hagamos lo que hagamos, ya es un avance.