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lunes, 31 de diciembre de 2012

Pues al final no nos hemos muerto.

Y seguimos en este humilde espacio otro año más. Ya va medio 2010, 2011 y 2012, casi ná para algo que como siempre digo, tenía la duración prevista de dos días hasta que me cansase y lo dejase olvidado. Lo único es que este año he dedicado menos tiempo del que me gustaría al blog, pero las obligaciones laborales y compromisos sociales así lo han querido, pero seguimos al pie del cañón, aunque a veces no tuviese ganas de escribir. Por si alguien no se ha dado cuenta todavía, esta es la típica entrada para mirarse el ombligo y hablar un poco de mi persona y esas cosas tan bonitas que suelen decirse.
A nivel personal, ha sido un muy buen año, y un muy mal año, depende de como se vea. Obviando que, de nuevo el género femenino ha tenido mucho que ver en los grandes momentos y mierdas del año, hemos afianzado amistades, vislumbrado a ciertos enemigos, y me he vuelto un poco más pesimista, lo que deriva a su vez en un sentido del humor más retorcido y con más mala ostia, para que veáis que no todo es malo. Por lo demás todo sigue igual, mi boca y mis ansias me hacen cometer muchas estupideces (mi máxima es decir la gilipollez más gorda en el momento menos oportuno) pero como todos los años, y es algo casi inherente en mi.
Sin embargo en el lado "profesional" hay menos contrastes y ha sido bastante positivo, creo que estoy encontrando mi sitio (más allá del paro en cuanto acabe la carrera, lógicamente), lo cual ha sido uno de los motivos por los que no he podido dedicar tanto tiempo aquí. Y es que no me lo imaginaba pero es que este espacio de inmundicia y odio me iba a abrir puertas, exactamente la de El Portal del Metal y más importante aún, en Subterráneo Heavy, donde hago un trabajo bastante distinto al de aquí, y bastante satisfactorio.
Ante todo, gracias al Staff de ambos sitios por permitirme aportar mis ganas de trabajar y general odio por escrito. En serio, muchas gracias, no suelen darme muchas oportunidades en la vida y he tenido la suerte de poder estar en ambos sitios y que más gente pueda leerme y compartir mis aficiones (tocaba subirse el ego niños).
Otra cosa que no ha cambiado nada es que sigo hinchándome a conciertos, tanto de bandas locales como importantes. Como no, destacar el concierto de una de mis bandas favoritas, Sepultura, o la segunda vez que he visto a Judas Priest, idéntico concierto al de Madrid, eso sí. Me quedé con las ganas de hacer crónica, pero junio es junio. También Devin Townsend y Fear Factory, y no, tampoco hubo crónica por pura vagancia, fallo mío.
Como no, el evento del año fue Metalcamp, un viaje de dos días que valió la pena completamente, con una compañía inmejorable, miles de anécdotas y que no se me va a olvidar en la vida. Tanto que estamos ahorrando ya para ver si hay suerte el año que viene. Nunca se sabe, pero por ver ese paraíso esloveno....
Para el nuevo, habrá visto que no hay lista de discos de mejores del año. No la hay por varias razones. Primero porque he escuchado tanta música este año, tanto nueva como vieja que me es imposible acordarme de todo, y segundo porque odio este tipo de listas, nadie está contento nunca y obliga a comparar a bandas que no tienen nada que ver de por sí. Así que si queréis saber qué ha sido lo mejor de este año, buscad los discos nuevos en el archivo del blog de 2012, los mejores puntuados y consideradlo mi lista particular, sin favoritismos entre ellos. Si los reseño es que me han llamado la atención positivamente (aunque siempre hay excepciones), y para algo están. Y si me he dejado algo (seguro) pues me preguntáis recomendaciones por aquí abajo o en Twitter, que estaré encantado de responder.
Seguiremos este año en el blog dando guerra, sin dejaros tirados, porque como ya he dicho en más de una ocasión, esta es mi casa virtual, donde soy mi propio jefe y no tengo censura alguna. Así que de nuevo, gracias a todos lo que me leéis en el blog, los que me seguís, los que me comentáis en persona "pues me ha gustado tal banda que pusiste" u os habéis horrorizado con alguna cosa que he puesto. Muchas gracias porque esas son las cosas que me hacen seguir con este proyecto adelante, aunque tenga que compaginarlo con mi trabajo de Redactor en Subterráneo, y de reseñista en El Portal. Tampoco olvidarme de la gente de Los ojos del metal, blog donde subíamos descargas, conocíamos nueva música, pero que el cierre de cuentas en Mediafire fue lo que lo mató, así que saludos para ellos también.
Quien sabe si me quedará tiempo el año que viene para ese pequeño proyecto que tengo pendiente, sobre mi otra gran pasión, pero todo dependerá de como esté mi disponibilidad...
Y como no, saludos también a todos los cabrones con los que he vivido peripecias este año, tanto de mi carrera, como de los pirados con los que me junto muchos findes, además de las amistades hechas en el Metalcamp. Todos ellos saben quienes son, y creo que nos hemos divertido bastante.
Nos vemos en 2013, más idiotas y temerarios.

































































sábado, 22 de diciembre de 2012

La rancia voz.


El título no deja muchas dudas sobre qué voy a tratar hoy, incluso en un blog como este, que intenta estar lo más alejado posible de la música mayoritaria. Pero la polémica ha sido tan grande que no podía resistirme a hablar de este tema.
Para el que no lo sepa, un tal Rafa Carpena, cantante de Nocturnia, banda de Power Metal de Toledo, ha ganado el concurso musical de La Voz. Enésimo formato televisivo repetido hasta la saciedad de coger a un cantante y convertirlo en ídolo de masas.
Ni el formato es original en el mundo, pues como muchos sabréis es un programa importado de otros países. Así que hemos tenido "voces" en muchos países. Pero vamos, en España hemos tenido Operación Triunfo, Factor X, etc... mismo formato y mismo destino para el ganador.
De todos los ganadores de diversos concursos musicales, creo que el único que ha salido bien parado ha sido David Bisbal, el resto, por ahí andan.
Pero es que el caso de Rafa es un tanto peculiar. Pertenece a un mundillo muy cerrado, que suele detestar este tipo de concursos por norma general. Precisamente uno de los profesores de mi facultad bromeaba con que los heavies no íbamos poder salir a la calle después de esto. Yo puntualicé dicendo que el que no iba a poder iba a poder salir sería Rafa. Críticas no le han faltado, desde luego, tanto de los aficionados a bandas más convencionales como más extremas.
Sobre la actuación vocal no voy a decir nada porque he visto un par de vídeos nada más y no me interesa en absoluto. Pero viendo las canciones que ha interpretado, no me sorprende nada. Rock de masas, facilito, digerible, lo esperado. Como en la banda en la que está, Power Metal rancio español de toda la vida, como Saratoga o War Cry. Vamos, que no canta mal, pero perfectamente sustituible por otro de su estilo.
Así que de España es Heavy como pregonaban por Twitter, nada de nada. Aquí lo poco que ha tenido aceptación más o menos popular es el Power casposo comentado antes o Mago de Oz, vamos lo típico. Ya ni hablemos de otros subgéneros, ni siquiera la excelente escena musical thrasher que tenemos en este país y que está dando bastantes alegrías con Angelus Apatrida, Vivid Remorse, Aggression, etc.
Me parece muy bien al que le guste el Power español, pero que vaya sabiendo que esto le va a hacer más mal que bien. No solo porque el gran público va a ver de nuevo los tópicos del Heavy. Ese género de los pelos largos que gritan todos como si los hubiesen castrado. Nocturnia pegará un subidón y a los pocos meses volverá a los conciertos con cuatro personas. Porque es así de duro, España no es heavy porque en los conciertos estamos los mismos de siempre, aunque luego vea mucha camiseta negra por la calle. Porque es la hipocresía puramente española. Para lo bueno nos encanta presumir, escuchar música dura e ir con camisetas molonas, y luego gastarse todos los findes en alcohol todo el dinero, porque ya de conciertos ni hablamos "porque no nos hemos enterado" en la era de internet, bien...
Me centro en las críticas al público adolescente y post-adolescente que es el que más suele llevar con orgullo la bandera. Los mismos que les parece de puta madre que "uno de los suyos" gane, porque así el Heavy Metal podrá ser reconocido y dejarán de ser discriminados y que les llamen satánicos. Tópicos que les encanta echarse encima a los chavales para hacerse los especiales y distintos, pero luego gastarse el dinero en cosas como conciertos y discos, que no se ven "a simple vista" para poder presumir ante los colegas, hace bastante daño a la escena.
Yo también tuve una breve época de victimismo y rabia adolescente, pero se me pasó en cuanto vi que realmente a la gente, más allá de la curiosidad y la extrañeza (ese clásico "¿como puede gustarte eso?") le da absolutamente igual, como si sacrificas y te follas a cabras en nombre de Samael. Los problemas de verdad es que a los conciertos vayan cuatro, que en tu ciudad no haya medios para grabar un disco de música extrema, que las discográficas pasen cuatro pueblos de las bandas centrarse en los subgéneros de moda, que las discográficas que saben buscar buenos talentos tengan auténticas dificultades para salir adelante (Alternative Tentacles, Neurot, Osmose...), o que simplemente las bandas tengan que pagar por tocar. No quiero dármelas de super entendido, porque a mi me quedan, no ya solo dentro del género del Metal, subgéneros en los que profundizar, sino dentro de la propia música.
¿Que tiene que ver esto con Telecinco? Que el que se piense que nos han puesto Heavy Metal en la tele, que madure o afine el oído, nos han puesto algo facilito, para toda la familia, que no es nada representativo. Simplemente otra mierda pero de otro color distinto. Un producto prefabricado que en el fondo es lo que algunos se merecen. Precisamente hoy que he estado viendo un par de vídeos para documentarme, me he dado cuenta que el supuesto "plagio" de versión del programa a una versión Heavy que hizo Stravaganzza del Hijo de la Luna de Mecano (es un lío, lo se), presenta una notable diferencia. En efecto, la mezcla de audio es muy distinta, en la de T5 las guitarras no son audibles, se oye mucho el piano... sin ser Stravaganzza ninguna brutalidad, creo que potencia le han quitado, con lo que volvemos a lo mismo de antes, cosas sencillas de escuchar. Que queréis Heavy Metal de verdad en la tele, pues a esperarse a las tantas de la mañana, en la 2. En este caso Vita Imana que tocaron en los conciertos de Radio 3. Media hora de madrugada, es un horario de mierda pero quien esté en esto sabe lo que hay.
 Que sí, que este hombre y su banda se van a dar a conocer ¿y luego que? Pues eso, lo mismo, que ya tenemos unos años para saber lo que va a pasar.

lunes, 10 de diciembre de 2012

True Norwegian Rally Driver


Hace un año dije que acababa con las entradas de automovilismo en el blog por puro pragmatismo. Tenía un volumen de visitas que me hacía replantearme lo que escribía. Pasó de ser algo personal para ser algo hecho para mis visitantes. No me visita la gente cuando hablo de Latvala, pues tendremos que acotar terreno. Pero por una vez haré una excepción porque se ha retirado el que era mi ídolo desde la pubertad. Esta entrada esta vez no es para vosotros, sino para mi, bueno y para el pequeñísimo cupo de personas que me seguían en el blog y compartían ambas aficiones.
Se marcha Petter Solberg por la puerta de atrás. Con un sabor de boca demasiado amargo, y es que han sido siete años con muchos scratchs, pero ni una sola victoria. Su última victoria fue especialmente triste, en el Rally de Gales 2005, siempre recordado por la muerte de "Beef" Park el domingo.
Si hablamos con sus detractores nos dirán que ganó el campeonato de 2003 porque el coche estaba desarrollado por Makinen, y se dedicó a vivir de las rentas hasta que en 2006 cambió de Impreza y no supo desarrollarlo. También que era un inconsciente y que no pensaba a la hora de ir demasiado a saco, provocando abandonos bastante evitables. Parte de razón no les falta. La segunda mitad del 2012 ha sido la que ha cavado su tumba, por sus ansias de conseguir una victoria o vete tu a saber por qué, pero fueron demasiadas estupideces.
Pero por otro lado, siempre he pensado que su margen de error era mucho menor que el de sus rivales, todos sus errores los pagaba mucho más caros.
Lo más obvio es decir que su primer problema fue encontrarse con uno de los mejores pilotos de la historia con uno de los mejores equipos: Sébastien Loeb. ¿Que vas a hacer contra un hombre que no falla prácticamente nunca? y más aún si tienes un coche con muy poca fiabilidad. Porque el desarrollo del Subaru Impreza WRC 06/07/08 no solo corresponde al piloto, sino de todo un equipo que está detrás y que no supieron dar con la tecla por X razón. Velocidad nunca le faltó, pero que de repente tras un salto normal se joda una pieza importante... puede que porque Petter los lleve al límite, pero misión del equipo es adaptarlo al piloto. ¿Estoy quitándole la culpa? No, la estoy repartiendo, que es lo justo.
Pero donde vimos al mejor Solberg fue entre 2009 y 2011. Con un gesto de absoluta valentía, de esos que pocas veces se ven en los deportes de motor, decidió crearse su propio equipo, porque era su vida. "Never Give Up" su lema. Tal vez porque las reparaciones las pagaba él, si podía no llevar hasta el límite el coche con los riesgos que conlleva, lo hacía. Así vimos al gran piloto que es, que indiscutiblemente se merecía una victoria. Como en Japón 2010 donde la rozó con la punta de los dedos en un tú a tú con Ogier, o cuando la suspensión le reventó literalmente en Acropolis 2009 cuando marchaba segundo. 2010 fue su año, tercero y con más podios que nadie (exceptuando a Seb, claro), pero el competir directamente con oficiales que no tenían la presión de los patrocinadores, ese instinto de supervivencia de no saber si al año siguiente podría competir, fue más fuerte que el. Es por eso que 2012 fue una decepción completa, se olvidó por completo de ese instinto, se acomodó, ya que las facturas no las pagaba él, y al final las prisas no fueron buenas.
Demasiados accidentes estúpidos, sí, pero algunos completamente injustos, como su abandono en Japón 2005 al final del penúltimo tramo liderando, o ese mismo año en Australia en la misma posición cuando un canguro salió de la nada. O problemas mecánicos que han hecho de su fin de semana un infierno, como Suecia 2006, Finlandia 2007...
Donde quiero llegar es que aunque es y será mi piloto favorito, no estoy ciego y he sabido siempre reconocer cuando la ha cagado, más que nada porque muchos disgustos me ha dado, más de los que puedo contar. Pero también considero que al César lo que es del César y más de una vez se ha quedado sin lo que se merecía por razones ajenas.
Me hubiese gustado que tuviese un último cartucho, un último año para esa victoria que siempre se mereció. Porque sólo 13 victorias nunca le harán justicia, pero sí que será recordado por ser un tipo simpático, que conducía de manera espectacular, y porque siempre estaba ahí, las 188 participaciones en el mundial, el 2º en la historia, lo atestiguan así. Alguien que vive por y para esto. Se irá a otros deportes, tal vez Rallycross, pero no el WRC no será lo mismo ahora, sin él ni Loeb, algo le faltará a los parques de asistencia, se quedan en manos de muy buenos pilotos como Hirvonen, Latvala u Ogier. Pero está claro que una Era se cierra. Ninguno de los pilotos actuales compartió equipo con las leyendas del WRC (quitando a Loeb).
Necesitaba esta entrada para agradecérselo, porque gracias a él descubrí este maravilloso deporte, que sin duda es y será mi predilecto (por si no se ha notado aún), que me impulsó a investigar, en indagar en lo que había antes, en los pilotos y equipos legendarios. Peugeot, Audi, Lancia, Mitsubishi, Makinen, McRae, Sainz, Gronholm, Vatanen...
Y es curioso que todo comenzó cuando vi una tarde en AXN haciendo zapping un resumen del Rally de Cataluña del 2004, con un piloto de azul comentando que no iba a llover ese día, algo que no iba a beneficiar a sus Pirelli. Después vendría el WRC4 para la PS2 y las horas de vicio superando los tiempos con su réplica virtual. El resto, como suele decirse, es historia. Además tuve la suerte de estrecharle la mano en el Rally de Portugal 2009, como prueba una foto y un par de autógrafos que duermen plastificados.
Quién sabe, igual en 2014 consiga un asiento y vuelva, las ganas no le faltan, ni rendirse tampoco...
Gracias por todo Petter.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Dragged Into Sunlight - Widowmaker


Si el mundo se acaba este 20 de diciembre, parte de la culpa la tendrán estos terroristas sonoros, mote que en diversas páginas especializadas se acuña ya para describir las locuras de estos británicos (viendo sus fotos promocionales y si sumamos que lo único que se sabe de sus miembros es su pseudónimo de una sola letra, el nombre les viene ni que pintado) que de nuevo han vuelto con una obra cuanto menos, indescriptible.
Su debut, Hatred For Mankind, cogió a todo el mundo por sorpresa, nadie esperaba un trabajo tan denso, oscuro, aterrador y que hiciese tanta justicia al título del disco. Porque el álbum escupía odio por los cuatro costados. Pero no escogieron el camino fácil, sino un camino de lenta agonía, con golpes de guitarra pesados y destructivos, y un discurso de misantropía ayudado por una curiosa colección de samples de discursos de asesinos en serie y psicópatas.
Han hecho falta tres años para tener un sucesor de esa abominación difícil de superar, y desde luego se han tomado su tiempo para crear una digna continuación.
Para empezar ya se han superado en rareza, no solo por la abstracta portada, que desde luego nos dice que este disco será de todo menos convencional, sino que lo que nos presentan es ni más ni menos que un sólo tema de 40 minutos dividido en tres partes. Aparentemente no tiene nombre, así que lo dejaremos en que esta única canción se llama como el disco en cuestión.
Idea muy arriesgada, desde luego, incluso para bandas tan peculiares como esta. Porque siendo sinceros ¿como los catalogamos, Doom/Black, Doom/Death, Dark Doom...? El Doom es la base, pero a partir de ahí tienen vía libre para introducir todos los horrores que quieran. Y precisamente en ese punto de libertad absoluta en donde les han caído los palos.
El primer tema no tiene absolutamente nada que ver con lo que han hecho anteriormente los de Liverpool. Unas notas sueltas de guitarra abren el álbum entre silencios, que poco a poco se convertirán en un suave acorde y donde de fondo oiremos ya el primer sample de algún perturbado, sello de identidad inconfundible y que desconcierta aún más, pues suenan como fantasmas que se cuelan en la canción de vez en cuando.
La segunda guitarra vendrá un poco más tarde y por primera y única vez en todo el álbum nos parecerá que estamos escuchando algo "normal". Hasta que el cambio de ritmo nos indica que algo no va bien, y descendemos poco a poco a los infiernos. Un violín que hiela la sangre y que acabará por tener todo el protagonismo en esta parte nos confirma nuestros peores temores. El problema que muchos le ven es que se recrean demasiado en esta sección tranquila, unos respetables 14 minutos de música acústica, en vez de volver a la oscuridad que tan característicos los hace.
Sinceramente creo que estas críticas, aunque respetables, están fuera de lugar, si lo han hecho así, por algo será. Supongo que la historia que cuente el tema lo resumirá, pero todo se queda en suposiciones porque como siempre, la letra (si es que la hay) no ha salido a la luz aún, y dudo que lo haga pronto.
Por "suerte" para nosotros en la segunda parte vuelven a ser lo que eran. Doom oscuro y aplastante, con esas voces que oscilan entre el Black y el Death y ese muro de sonido que nos mete de lleno en el infierno y no quiere sacarnos de ahí. Eso sí, aquí también se toman su tiempo y se recrean en las atmósferas los minutos que sean necesarios, así que dudo que el que no haya aguantado el primer tramo, dudo que lo haga en este segundo, por muy Metal que sea. Lo curioso es que la segunda parte te atrapa del todo y al final del tema acabas completamente enganchado, en otras palabras, podría durar 30 minutos y ni nos daríamos cuenta.
La parte tres raya incluso el Drone en algunos momentos, cuando solo se apoya en una línea de bajo distorsionada, seguida por esos ritmos funerarios que predominan por todo el tema. Si la parte dos os pareció lenta, la tres es el adalid de la alegría, mostrando algo más de dinamismo en su minutos finales, es menos directa que la parte dos, y se centra en la parte ambiental. Todo esto hablando en términos relativos, claro, tanto uno como otro tema siguen siendo auténticos monolitos sonoros.
No me gusta hacer listas, pero está claro que los DIS se colarían entre los mejores del año. Todo lo que hacen en el álbum, nos guste o no, sirve a un propósito que no entendemos, y como vuelvo a decir el primer tema no es excusa para meterle caña, pues el último tema de Hatred For Mankind consistía en un zumbido constante mientras sonaba un sample durante cinco minutos, de nuevo, su propósito tendrían para hacerlo. Aquí nada es casual, todo tiene su por qué. Lo importante es que siguen con su Doom Metal de ultratumba y siguen siendo capaces de dejarnos en el infierno y cerrarlo a cal y canto.

Nota: 9

viernes, 30 de noviembre de 2012

Avances y publicidad gratuita, descarada y rayando lo ilegal.

Creo que es el título más absurdamente largo que he puesto en este blog, pero también es necesario.
Los viejos seguidores del blog recordarán que este pozo de inmundicia no era el único sitio en el que colaboraba. Mi aventura con Los Ojos del Metal poniendo descargas, llegó a su fin hace unos meses cuando el administrador decidió dar carpetazo al blog y cerrarlo. Cada vez escribíamos menos y desde que Mediafire socavó las cuentas de unos cuantos (yo inclusive), era frustrante subir cosas en servidores para que a la semana los eliminasen.
También colaboro en El Portal del Metal desde hace meses, solo que básicamente me dedico a lo mismo que aquí, solo que allí hay algunas críticas de discos que no están aquí y viceversa. Pero claro, en un ejercicio de subida de ego, decidí que tenía que avanzar "profesionalmente" (lo pongo entre comillas porque todo lo que tenga que ver conmigo es cualquier cosa menos serio y responsable). No os equivoquéis, esta es mi casa virtual y lo seguirá siendo, donde básicamente haré lo que me salga de los huevos (como decir tacos y poner a parir bandas) y seguiré con esa línea situada entre las bandas underground que valga la pena descubrir, y las más conocidas, pues al fin y al cabo, tanto conocidas como no, son las que a mí me gustan, o simplemente poniendo alguna chorrada que me parezca interesante.
¿Pero a que tanto bombo sobre la profesionalidad y tanta mierda?
Pues porque desde hace un par de semanas soy redactor de Subterráneo Heavy. Si entráis notaréis que es un sitio mucho más grande dedicado a bandas de todo tipo, desde Doom Metal hasta Blues Rock, mientras estas sean noveles o poco conocidas. Vamos que antes veis a los Necros Christos publicados que a Kamelot.
No voy a negarlo, al principio temí por la continuidad de este blog y mi participación en El Portal. Aunque si bien me restará tiempo para estos lugares, pues ahora tengo una responsabilidad y gente que espera cosas de mí (vamos, jefes). Al entrar por suerte he visto que ninguno de los proyectos corre peligro serio. ¿Por qué? Porque mi tarea es muy distinta a la que tengo aquí. Allí me encargo de reseñar a bandas que posiblemente de otra manera no habría sido consciente de su existencia. Además de que no solo serán reseñas, sino también crónicas de conciertos, un ámbito poco explorado por Aire Frío, y entrevistas con este tipo de bandas.
Lo mejor es que me han dado libertad a la hora de elegir. Si no me apetece tragarme a una banda de Power Metal, pues no lo hago, y puedo encargarme de los estilos que mejor se me den, así que aunque esto también va a suponer una pequeña apertura de miras musical, intentaré llevar allí alguna de las bestialidades que tanto gustan por aquí.
Nada más que añadir, solo que gracias a los cuatro que me visitáis y que habéis hecho que llevemos ya más de dos años con algo que pensaba que no iba a durar ni un mes.
Pd: No es muy difícil, pero os invito a que descubráis cuales son mis artículos. Una pista, no uso el pseudónimo de Blackened, sino mi nombre real...

jueves, 22 de noviembre de 2012

Katatonia - Dead End Kings (2012)


Katatonia pertenece a un sector muy privilegiado de bandas, esas bandas que pueden presumir de no tener un solo disco mediocre. Lo malo, claro está, es que tienen que competir contra ellos mismos, y eso no es nada sencillo, más aún cuando los suecos siempre se toman su tiempo para componer. Prefieren calidad a cantidad y eso se nota. Nada tienen que ver los Katatonia ultra depresivos de Discourared Ones con los mismos que compusieron el himno Ghost Of The Sun en ese Viva Emptiness allá por 2003.
Decir que Katatonia es una gran banda es una obviedad y precisamente por eso, las reseñas son tan difíciles de abordar. ¿Alguien sabría catalogar a los suecos? ¿Doom Metal? ¿Metal Progresivo, Depresivo, Dark Rock? Pues posiblemente sean todas estas etiquetas y alguna más que me dejaré por el camino o está por inventar.
Lo que sí se cumple es que Dead End Kings es otro de esos álbumes que no se dejan escuchar tan fácilmente como parece, que bajo su aparente tranquila superficie, esconde mucho más de lo que parece.
Sin ir más lejos su anterior obra maestra, Night Is The New Day no parecía para tanto en las primeras escuchas... hasta que se activa un resorte en tu mente y no puedes dejar de escucharlo y explorarlo hasta el más mínimo detalle. Tal vez por eso haya sido su mejor trabajo.
Ya por eso podréis intuir que este Dead End Kings no es tan bueno. Así es, y no es porque sea malo, sino porque era extremadamente difícil superarse. Es más, muchos matarían por ser capaces de hacer este álbum en algún punto de sus carreras. Lo que echo de menos es esa oscuridad perenne de la obra del 2009. Sin embargo ahora en 2012 no se en que dirección han tirado Katatonia, sí que se nota un gusto más que evidente por el Rock/Metal progresivo, tal vez influencia de esos Opeth con los que compartieron carretera poco antes de entrar en el estudio. Y aún así bajo este nuevo manto, siguen sonando a ellos mismos. Tienen elementos nuevos pero a la vez nos recuerdan a etapas anteriores en ciertos momentos. Suena complicado, pero es que ellos son así.
Pero hay un punto muy positivo, o que al menos me ha parecido bastante notable: la guitarras han ganado en contundencia... cuando deciden poner la distorsión, claro. Esto hace que tenga un enfoque más cercano al Metal que al Rock, algo que pasaba por ejemplo con su Viva Emptiness, que además pilló por sorpresa tras los calmados Discouraged Ones, Tonight's Decision y no tan calmado Last Fair Deal Going Down, pero que a nadie se le olvide que los medios tiempos con guitarras limpias siguen teniendo más peso.
Así tenemos Buildings, el primer single del disco y de las más agresivas, o Dead Letters, con un inicio que para nada presagia lo que está por venir, un tema machacón que en cualquier momento baja el ritmo y se convierte por unos segundos en un tema inofensivo, hasta que de nuevo los suecos deciden romper la calma. Tema, todo sea dicho, donde las estructuras progresivas se hacen más patentes.
Lo que abundan son las canciones mentirosas, aquellas que no son lo que parecen, que mutan rápidamente. Véase The Racing Heart que aparenta ser una balada en los primeros segundos para luego estallar, y después irá mutando a donde parecía que nos llevaba en un comienzo.
Otro corte curioso es The One That You're Looking For Is Not Here, con la colaboración de Silje Wergeland en forma de dueto. Aunque a mi parecer podrían haberla aprovechado más, en vez de sólo para los estribillos, y dejarla sola en algún verso, tiene voz de sobra para hacerlo, digo yo que por algo es la sustituta de Anneke en The Gathering... No es mal tema, pero un poco decepcionante precisamente por este aspecto que he comentado.
Si algún tema, como Undo You no estalla, sino que se mantiene en un cómodo tiempo lento, es porque así lo ha requerido el propio tema. No buscan forzar nada, sino que todo fluya. Es decir, si se necesita que la canción vaya mutando, así será, nada suena artificial. Otra cosa es que el resultado final nos convenzca o no, eso es el juicio de cada uno.
Termino esta difícil reseña recomendando que cada uno se sumerja en la obra, que encuentre él mismo los elementos. Tarea tiene para rato.

Nota: 8'5

lunes, 19 de noviembre de 2012

Deathevokation - The Chalice Of Ages (2007)


Es curioso pero con Internet se ha dado una curiosa paradoja en cuanto a la música.
Antes uno tenía que escoger muy bien que álbum comprar pues no había la cantidad de información disponible como ahora y prácticamente compraban a ciegas. Hoy día descargamos a ciegas por la sobreabundancia de información. ¿Cuantas bandas de Death Metal hay hoy día, y cuantas merecen la pena?
Ahora hay que escarvar en el montón para encontrar algo interesante, y lo peor en ese sentido es que no siempre el país es indicativo de la calidad. Aunque Suecia, Finlandia o EEUU siempre han sacado buenas bandas, no quita que haya bodrios, la diferencia con respecto a antes es que cualquiera se publicita hoy, sean malos o buenos. Igual encontramos una banda de Kazajistan que están haciendo un Thrash Metal innovador y distinto a todo lo demás. Tal vez por eso, encontrar joyas ocultas actualmente es toda una alegría, y ese por ejemplo es uno de los propósitos de este pequeño pozo de inmundicia musical en el que estáis perdiendo el tiempo.
Deathevokation no son de ningún país extraño, son de EEUU, que ha dado de todo, tanto bueno como malo. No obstante, ya por el nombre, podemos intuir fácilmente que sus referentes no son compatriotas, sino que vienen de la fría Suecia, tal y como podemos comprobar fácilmente por su sonido.
No obstante no todo se queda en una adoración a los dioses suecos, aunque haberla hayla, no son pocas las similitudes que hay con Entombed, Dismember o Unleashed, e incluso hay espacio para más Death Metal europeo con una versión del Chunks Of Meat de los holandeses Antropomorphia. En pocas palabras, de americanos tienen bien poco, por lo demás rezuman a europeo que da gusto.
Aunque suene extraño, el adjetivo idóneo para este álbum sería "bello". Los americanos se mueven entre el Death de la vieja escuela y el melódico, porque solos que parecen inspirados por los últimos Carcass o los viejos Arch Enemy hay unos pocos, al igual que riffs sacados de la escuela de Gotemburgo, algo que notamos desde la introducción de Rites Of Desecration, arrancando con una siniestra melodía que parece idónea para pasear por una mansión en las Montañas Arklay...
Es importante recalcar el hecho de que es un álbum de los que deben escucharse de una pasada. Es una hora de Death Metal, si, pero es mejor hacerlo para no romper los interludios en el disco que hacen que sea como un sólo gran tema. Ni mucho menos este recurso es novedoso, pero es algo que no se suele usar en el Metal Extremo "convencional". Ahí está una de las bazas de los americanos, sobretodo porque nadie lo espera de una banda más de Death Metal, sorpresas amigo, sorpresas...
Así por ejemplo, tras dos temas más de la vieja escuela sueca como son Acherontic Epitaph y The Monument, esta última enlaza con una breve introducción ambiental para Embers Of A Dying World, un corte un poco más orientado al Doom que parece ser les encanta a estos chavales que acaba con un interludio acústico más propio de los primerizos Dark Tranquillity y At The Gates, el cual encaja perfectamente con la melancólica The Chalice Of Ages que tampoco se queda corta en duración y roza los nueve minutos. Pero como no todo puede ser soledad y tristeza Infinity Blights The Flesh vuelve para arrancarlos la cabeza con un ritmo rapidísimo que progresivamente irá reduciendo intensidad para recordarnos a los primeros Paradise Lost y My Dying Bride. Curiosamente Carrion seguirá el camino contrario, de una guitarra acústica que recuerda más a [introduzca banda europea], a finalizar abruptamente a base de Blast Beats y velocidad desbocada.
Tras la antes citada versión de Antropomorphia, la cual hacen suya con ese aura tan oscura que imprimen en todo el disco, llega la joya de la corona. Un himno de diez minutos con un nombre que lo dice todo, As My Soul Gazes Skywards. Doom/Death melancólico, triste, pero sobretodo elegante y bello, donde no sobra ni un sólo segundo y que justifica por completo la escucha del álbum completo solo para llegar al final.
Sería muy fácil ir describiendo las distintas partes de la canción, bien diferenciadas, pero prefiero crear expectación para el que no haya descubierto aún este pequeño tesoro.
¿Lo peor del álbum? Que cinco años después no haya tenido continuación, y no parece que vaya a haberla aún, porque esta hora deja con ganas de mucho más, con qué serían capaces de hacer con mejores medios. Aquí hay talento para hacer un Death Metal distinto, muy imbuido por la corrientes europeas, y aunque no serán lo más novedoso del mundo, más gente como ellos se necesita.

Nota: 9

martes, 13 de noviembre de 2012

One Man Metal


No suelo dedicarme a colocar simplemente vídeos en mis entradas, aunque esta vez lo merece.
Hace tiempo que se estrenó la primera parte, pero no ha sido hasta hace escasos días cuando se ha publicado este fantástico mini documental producido por Noisey. Web de música que no tiene nada que ver con el Heavy Metal, pero que sin embargo se ha sacado de la manga un documental sobre un aspecto hasta ahora no cubierto por ningún otro trabajo audiovisual: Las bandas de Black Metal unipersonales. No es el típico documental sobre como Venom empezó todo y su influencia en unos chavales nórdicos con ganas de guerra y anticristianismo.
Nunca se ha hecho hasta ahora porque los miembros de las tres bandas entrevistadas, Leviathan, Striborg y Xasthur siempre han rehusado a las entrevistas o a cualquier contacto con los medios. Hasta el punto de vivir aislados del resto de la sociedad, y ya de dar conciertos ni hablamos.
Es un contacto con un mundo que siempre ha querido permanecer ajeno y oculto a todo, y una buena manera de aproximarse al motivo de por qué dedicarse a un tipo de música tan particular desde una óptica aún más particular y sus razones para hacerlo, y comprender la auténtica soledad de estas personas.
Y aún así, y a pesar de ser tres bandas relativamente conocidas para los aficionados a la escena, y tener un estilo musical muy similar, también podemos apreciar que en el fondo son individuos que se diferencian más de lo que parece. Mientras Jef Whitehead de Leviathan parece ese hombre eternamente cabreado con el mundo, Russell Menzies reconoce que es completamente compatible su música con ser marido y padre. Mientras que Scott Connor es el más solitario y receloso con la sociedad de todos, y que no niega que su música pueda influir en los suicidas.
Desgraciadamente no hay subtítulos en castellano, así que para entender el documental en su mayoría, cierto nivel de inglés ayuda bastante.
Disfrutad.





miércoles, 7 de noviembre de 2012

Absvrdist - Illusory (2012)


Lo bueno de tener un pequeño blog de música y además poner un correo para todo quien quiera envíe material para promocionar a su banda, ya sea propia o de su sello (recordad, el mail que teneis en el recuadro de vuestra derecha) es que las discográficas pequeñas no escatiman para hacerte llegar sus novedades para que les des publicidad. Lo malo es que envían tanto que es imposible mirarlo todo, y más aún cuando suelen ser bandas similares. Así que como en los viejos tiempos hay que escoger casi a ciegas y guiándose por la primera impresión para escoger algo que valga la pena... y aquí veis el resultado.
Los de Abyssal Warfare, entre muchos otros trabajos me enviaron el debut de esta banda de Grindcore con un sonido cuanto menos curioso.
Este proyecto de tan solo dos miembros, además de ser uno de ellos el batería de The Faceless, me hacía presagiar que aquí no había tan solo unos novatos con ganas de reventarles el tímpano a los vecinos a través de descontrolado Grind.
De hecho a día de hoy me sigue sorprendiendo como de un subgénero del Hardcore que en principio parecía muy limitado musicalmente, a través de diversas fusiones y mucha experimentación ha llegado tan lejos que por ejemplo, nada tienen que ver Last Days Of Humanity con Rotten Sound o Agoraphobic Nosebleed. No es que el Grindcore sea propenso para experimental, es que se mea en las fronteras de los géneros establecidos, y si no, hay que mirar las "burradas" que se han hecho en el nombre del Grindcore, algunas de ellas incluso difícilmente podrían ser consideradas música propiamente dicha, aunque eso es otra historia...
Absvrdist no van a cambiar el género, pero traen una propuesta bastante entretenida. No en la estructura de los temas, que siguen rondando el minuto, minuto y medio, menos el tema que cierra el disco, Abstract Absurdities que llega a los cuatro minutos de sobra, el único corte donde no meten acelerador a tope y lo orientan más riffs más Groove, terminando incluso con una guitarra acústica en los últimos segundos.
Absvrdist no es la típica banda de Goregrind, para empezar porque la voz se mueve entre el Hardcore y el Black Metal y no busca ese sonido gutural de ultratumba.
Los riffs también se mueven por ese espectro, haciéndonos por pensar por unos segundos que estamos escuchando esos pasajes más típicos de Dark Funeral o Immortal, hasta que un Blast-Beat 100% Grind nos devuelve a la realidad. Ejemplos de estos hay unos pocos, como Exposure, Mindless, Amongst Human, o Illusory. Lo mejor es que estos "deja-vú" a otros géneros musicales son muy breves y pronto el tema puede pasar a contener riffs más similares al Hardcore o incluso al Thrash. Podría seguir poniendo ejemplos, pero lo cierto es que todos los temas contienen esa "semilla" en ciertos instantes.
Pero que a nadie se le olvide que al fin y al cabo que la base es Grindcore y los elementos anteriores son tan sólo influencias y aquí lo que vale es poder abrirle la cabeza al de al lado con la música. Sigue siendo música agresiva, abrasiva, y preparada solo para oídos bastante entrenados en estas lindes. Pero con un envoltorio relativamente novedoso, hecho para dar un poco de variedad ante tanta batería desbocada, tanto riff hipersónico y voz ininteligible.

Nota: 7'5

miércoles, 31 de octubre de 2012

Crítica de discos: Cryptopsy - Cryptopsy (2012)


Dicen que cuando una banda decide titular a su disco de manera homónima es una manera de reivindicarse a sí mismos, de demostrar su identidad. Algo que les hacía falta a los canadienses tras su fiasco con The Unspoken King, llegando hasta el extremo de que algunos fans desearon que el autobús de la banda se despeñase por un terraplén. La respuesta de la banda ante ellos tampoco fue menos...
La verdad es que ni siquiera fueron honestos consigo mismos. Decían que querían experimentar con ese álbum, algo totalmente falso si tenemos en cuenta que Once Was Not era realmente un disco experimental, con sonidos que no habíamos oído antes en un disco de Cryptopsy. Sin embargo la jugada de la banda fue esconder el error de haberse dejado influenciar demasiado por su nuevo cantante, Matt McGachy, al que en más de una foto se le ha visto con camisetas de Despised Icon y similares... El problema es que este intento de captar público más joven no iba a funcionar nunca en Cryptopsy. ¿Por qué? Pues bien, además de que ya tienen toda una carrera de leyenda detrás con joyas como Blasphemies Made Flesh o esa cafrería llamada None So Vile, su público es el mismo que escucha Cephalic Carnage, Suffocation, Origin... no estas bandas basadas en el breakdown. Además de que dudo bastante que su última obra, tan Deathcore, haya sido escuchada en masa por los fans de Suicide Silence, por no decir que ni los conozcan.
A todas luces fue un paso el falso hacia tierra de nadie y este álbum homónimo sirve para decir que han vuelto, que siguen siendo los mismos animales de siempre. Como pequeño guiño al pasado, en la portada hay ciertos detalles escogidos de sus anteriores álbumes, toda una declaración de intenciones...
¿Es un trabajo que vuelve a los senderos tradicionales? Completamente. Cumple las espectativas de lo que debería ser Cryptopsy. No hay voces limpias, ni breakdowns, ni nada que tenga visos de Metal Moderno. Lo cual es bueno, pero deja cero factor sorpresa. Desde el primer segundo vamos a saber exactamente lo que vamos a encontrar, y queramos o no, el impacto se reduce. Lo que no quiere decir que pierdan pegada, y por si quedan alguna duda lo demuestran nada más comenzar con Two-Pound Torch con una suave base de batería, la pacífica voz de McGachy y unos riffs que como es habitual no tienen pinta de ser nada sencillos, y como no, los habituales cambios de ritmo en el tema que parecen imposibles para un ser humano normal. Muchos atribuyen la vuelta al sonido tradicional de la banda al retorno (aunque ahora ha vuelto a irse...) de Jon Levasseur, que ya estuvo con ellos desde el debut hasta el And Then You'll Beg, lo cual no creo que sea del todo cierto. Primero porque contribuyó a discos con un sonido no tan habitual, y segundo porque los canadienses nunca han hecho un solo acorde sencillo con y sin el. Cryptopsy han vuelto a ser lo que eran cuando se han dedicado a hacer lo que se les da bien.
Donde sí se ha notado más la mano de Levasseur ha sido en esos pequeños toques jazzeros que encontramos de vez en cuando, véase la introducción de Shag Harbour's Visitors o el interludio final en Red-Skinned Scapegoat. Aunque este último parece más una pequeña coña dentro de la canción para quitarnos un poco de presión ante la tormenta de brutalidad en la que estamos, eso sí, que a nadie se le olvide que la complejidad del jazz sigue presente en esas líneas de guitarra y bajo que obligan a marear los dedos constantemente y adaptarlos en milésimas a cambios de ritmo brutales, sin transición alguna muchas veces.
Al impecable Flo Mounier se le une Olivier Pinard, de Neuraxis y como podréis suponer ha sido un digno sucesor a Éric Langlois en el bajo. En pocas palabras, dudo mucho que lo echeis de menos. Aunque sí que es cierto que en este disco el bajo se luce un poco menos, tapado por las seis cuerdas en la mayoría de las ocasiones. Esas pequeñas improvisaciones de este grave instrumento es algo que se echa en falta y que le quita ese puntito de locura que tenía el None So Vile.
Tras su obra homónima solo queda decir que han vuelto muy fuerte para recuperar su cetro, manchado hace cuatro años. Han hecho el disco que sus fans, y muy posiblemente ellos querían. Un trabajo identitario que suena ni más ni menos que a ellos mismos. La lástima es que es un poco como ver Holocausto Caníbal a día de hoy, lo que antes impresionó, hoy no tanto por el simple hecho de que ahora existen mil Saw.
No obstante nadie dice que no a una buena ración de brutalidad hecha por unos expertos, que puede que no impresionen tanto, pero todavía siguen teniendo la fuerza suficiente como para arrancarte la cabeza.

Nota: 8'5

lunes, 29 de octubre de 2012

Crítica de discos: Rise To Fall - Defying The Gods (2012)


Seguramente muchos de vosotros hayáis oído hablar de estos chicos de Bilbao que han hecho un disco de Death Metal Melódico a la altura de las bandas de Escandinavia, y Europa central, demostrando que la calidad no tiene por qué reñir con la geografía, y que las bandas españolas también pueden hacer grandes álbumes con un sonido espectacular.
Pues bien, de todo lo dicho anteriormente lo único que es cierto es que el álbum suena muy bien producido, un sonido puro, cristalino... y sobreproducido. Dudo mucho que en directo consigan recrear todos estos sonidos tan limpios, pero en fin, es lo que exige el género del "Modern Melodic Death Metal" ¿no?
Y es que esta parrafada de subgénero que no me he inventado y que usan las discográficas para bandas como esta o Jotnar, se usa para disimular el descarado plagio que se hace al Clayman de In Flames. No hablo ya de copias de In Flames, hablo de copias de un disco de In Flames. Porque queramos o no, esos In Flames ultra modernizados que empezaron en el Colony, han sido una influencia aún mayor que los primerizos (y superiores) In Flames que compusieron discos bastante más cercanos a lo que es realmente el Death Metal Melódico.
Y es que las etiquetas son un arma de doble filo, que bien sirve para agruparte con los de tu "especie" o directamente te puede destrozar si las comparamos con las bandas con las que te comparan. ¿Acaso se parecen en algo Rise To Fall a Dark Tranquillity, Hypocrisy, At The Gates o Insomnium? Ni en la afinación de las guitarras. De ahí la coletilla "Modern" para que los intransigentes cerrados de mente como un servidor no se les echen al cuello y ataquen su mediocre música. Porque no es que ellos no tengan nada que ofrecer salvo unos estudios de grabación que hacen maravillas, no. Somos nosotros los que no entendemos su arte, los que no dejamos vivir, los que no tenemos vida propia y tenemos que amargar al resto por nuestra cerradura de mente. La culpa siempre es del otro, así que usamos una coletilla como escudo ante la tormenta de mierda que puede llovernos. Podrían llamarlo "Claymancore" o "Clayman Metal" y serían bastante más honestos y aquí no pasa nada y todos tan amigos.
¿Por que los medios especializados patrios les han hecho la ola? No lo sé, tal vez han visto algo que yo no, tal vez el sonido tan cristalino les haya conducido al engaño, porque tras una producción tan buena no se esconde absolutamente nada. Un disco con poca calidad, que es un refrito 100% del susodicho álbum de los suecos. Cada riff parece decir a gritos "¡Mira, soy como Jesper Strömblad!". Una cosa es mostrar tus influencias y otra muy distintas es fusilarlas descaradamente. Ya que estamos podrían haber copiado el Whoracle, o el Lunar Strain e incluso poner algo del The Gallery de Dark Tranquillity, pero claro, eso ya no suena tan claro, ya no entra a la primera, es más difícil de asimilar. Implica cierto esfuerzo que no estamos dispuestos a hacer. Mejor hacer unos cuantos gritos Hardcore y después usar voz limpia en el 60% de la canción, no vaya a ser que se me queme la garganta, pero ¡ojo! que yo hago DEATH Metal Melódico, y después meto estribillos facilones en todos los temas, que tampoco tengo muchas ganas de pensar en algo un poco más elaborado. Esta voz vaga me recuerda más a Sonic Syndicate, esa banda de Metalcore mediocre que también se dedica a copiar a los Nu-In Flames y Killswitch Engage.
Y no, tampoco meter electrónica en el principio de todos los temas te hace ganar variedad, resulta cansino y consigues que todos tus temas resultan iguales, algo meritorio si tenemos en cuenta que tu música está hecha para ser accesible. Ahí tenemos el elemento Death del disco, han conseguido que todos sus temas sufran una alarmante falta de heterogeneidad, como una banda de Death Metal mediocre.
¿Y por qué no he analizado ningún tema? Porque escuchado uno, escuchado todo este festival de tópicos. Riffs tipo Maiden, más limpios aún que los de los propios británicos, algo paradójico para una banda de Death melódico, estribillos recurrentes, una voz debilmente rasgada en los versos que no está por la labor de  ser más agresiva y una batería con el ritmo característico "tupa-tupa" y algún doble bombo. Eso es lo más agresivo que hay en todo el álbum y tampoco es que den ganas de abrirse la cabeza al ritmo de la música.
Pero al César lo que es del César y hay que reconocerles que el disco es muy fácil de escuchar, sin que nos demos cuenta habremos pasado por los once temas del disco sin pena ni gloria, sin nada que destacar, salvo la sensación de que han sacado Clayman 2.
Antes de acabar, un último apunte, aunque este disco fuese etiquetado como Metal Moderno, o Metalcore (dos definiciones que se le ajustan mejor) seguiría siendo igual de mediocre. Porque usar una buena producción para tapar tus carencias es hacer trampas. Y por cierto, es curioso pero en España es el sitio donde mejores críticas que he oído sobre el álbum, más que en el extranjero, por algo será... eso sí, esta vez no pueden decir que nunca valoramos lo nuestro.

Nota: 3'5

jueves, 25 de octubre de 2012

Crítica de discos: Fear Factory - Demanufacture (1995)


La entrada de hoy es una de esas que no están regidas por la novedad, ni la relevancia, ni la originalidad. Simplemente el capricho personal de un servidor, que no puede dejar pasar una de los mejores discos de los 90, una de las obras maestras del Metal Industrial, ese género tan infravalorado. Y me permito esta soberbia, queráis o no, porque es uno de esos álbumes que desde el primer segundo sabes que es especial, que te atrapa sin remedio y sigues escuchándolo insistentemente, y ni que decir tiene el significado especial que tiene para mi este disco.
Si, y digo esto plenamente consciente de que es un movimiento suicida pues acabo de borrar gran parte de la objetividad al reseñar este disco. Pero es que cuando una obra consigue exactamente lo que pretendía, no hay más que hincar la rodilla y quitarse el sombrero. Porque los californianos funcionan como una máquina letal, sin fallar una sola cuchillada, cada una de las piezas del engranaje hace su trabajo a la perfección y no hay ni una sola nota, ni un solo ambiente fuera de lugar.
No es casual que los compañeros de profesión de Fear Factory alabasen su segunda obra, ni que el público también haga lo mismo. Incluso la crítica tuvo que rendirse a la evidencia.
También porque es un disco seminal, de esos que enterró la semilla y sus frutos siguen floreciendo hoy día. ¿acaso no nos suena la manida combinación vocal de gutural y melodía, o los riffs cortantes? Por no hablar de todas las bandas de Metal Industrial actuales que le deben mucho no sólo a este Demanufacture, sino a Fear Factory en general. Desde Sybreed a The Amenta, y tampoco sería raro decir que Al Jourgensen cogió unas cuantas ideas para la versión más agresiva de Ministry.
Se suele decir que Fear Factory es una banda de puente, de esas que ayudan a que los menos iniciados en un estilo puedan acceder a los intocables de dicho género. Lo cual es una afirmación completamente cierta, no sólo en términos de popularidad, sino en el ámbito puramente musical. Porque las raíces de la banda se hunden hasta llegar a los mismísimos Godflesh. Buena prueba es la fantástica versión de Dog Day Sunrise, un tema bastante positivo (para el género del que hablamos), creado por Head Of David, un proyecto olvidado de Justin Broadrick. Independientemente de los que hiciesen Fear Factory después, es innegable que sabían muy bien lo que hacían, muy conocedores de toda la escena Industrial y que tan bien supieron trasladar a su primigenio Death Metal.
Tampoco podemos ignorar al quinto miembro de la banda, siempre en un injusto segundo plano. Hablo del hombre tras los teclados y además productor, Rhys Fulber otra referencia dentro del mundo de la música industrial. Un hombre con un Curriculum nada desdeñable, que incluye ser una de las cabezas pensantes en Front Line Assembly, ha trabajado con Paradise Lost, Nailbomb... por no hablar de las remezclas que ha hecho a bandas como Megadeth.
El y su teclado son los responsables de la magnífica atmósfera que respira el disco, que transmite esa frialdad propia de una máquina. Capaz de generar gélidas introducciones como la de Demanufacture, H-K, o A Therapy For Pain, cuando es preciso, pero siempre es un elemento de acompañamiento indispensable. No roba demasiado protagonismo pero sería imposible que el álbum sonase así sin el.
Además tanto Burton C.Bell, como Dino Cazares y Raymond Herrera se encontraban en estado de gracia.
Como decía un amigo mío "lo de Dino tiene mérito, con tanta distorsión y que sea capaz de construir un sonido tan limpio". Y es que Dino se luce aquí de sobra con sus riffs machacones y repetitivos, sin solos, pero es que el objetivo es dejarte pegado al suelo, porque no se busca la virtuosidad, sino la contundencia. Algo relativamente nuevo si tenemos en cuenta de que veníamos de una generación donde el guitarrista más rápido ganaba, y no necesariamente tenía que ser el mejor.
También podría hablar maravillas de Raymond Herrera, ese hombre que a pesar de usar triggers, siempre intentó tocar como la batería programada de Godflesh desde su humilde condición de humano, y muy pero muy cerca se quedó. Más de un batería ha aprendido a tocar gracias al impresionante ejercicio de técnica que muestra Herrera a lo largo de los 11 temas.
Y como no, aunque Burton C.Bell acierte cuatro notas hoy día, que su voz tenga mil retoques de estudio... aquí funciona perfectamente. Tanto es así que nos da los mejores momentos del disco, con las partes finales de Zero Signal o Pisschrist, posiblemente la mejor de todo el disco, algo bastante meritorio teniendo en cuenta que no hay un solo segundo de relleno, otra cosa es que unos temas hayan tenido más repercusión que otros...
Alguno pensará que le estoy dando demasiada bola al disco, pero es que así es como debería ser el Metal Industrial. Frío, mecánico, machacón... y podría destriparos cada uno de los riffs del Demanufacture de tan grabados que los tengo en mi cerebro, pero creo que esta vez es mejor que el que no lo haya escuchado se sorprenda por sí mismo, y por otro lado, quien haya escuchado esta maravilla mil veces creo que no le contaré nada nuevo.

Nota: 9'5

lunes, 15 de octubre de 2012

Crítica de discos: The Faceless - Autotheism (2012)


Prácticamente The Faceless es una banda completamente distinta a la que produjo el entretenido debut Akeldama allá por 2006. Sólo queda la cabeza pensante del proyecto, el señor Michael Keene que ha demostrado con creces que su banda puede sobrevivir a pesar de todas las dificultades, como los innumerables cambios de formación en los últimos años.
Aún así y con la gran evolución que han pegado los americanos de un disco a otro (cuatro años de diferencia se notan bastante), mantiene ciertas señas de identidad "clásicas" de la banda.
Me explico, siguen sonando a The Faceless pero ahora sus influencias han cambiado notablemente.
Para empezar, sobre los americanos siempre ha habido bastante recelo por ese fuerte influencia Deathcore que tenían en su debut, y que hacía que su público objetivo fuese el mismo que escucha Veil Of Maya, After The Burial, Born Of Osiris... vamos Deathcore con teclados y con un poco más de complejidad en los solos. Aún así y en mi opinión, The Faceless siempre han sido superiores a todas las bandas de "su escena", por si acaso, esa influencia "moderna" ha ido desvaneciéndose de manera progresiva hasta desaparecer completamente en esta obra. Como antes dije, ahora este trabajo mira más hacia Obscura, Decapitated u Opeth, en especial las similitudes con estos últimos son bastante evidentes y buscadas. Esto también tiene sus riesgos, pues implica examinarse ante un público bastante erudito, que no perdona el mínimo traspiés. Sin miedo a equivocarme diría que, aunque sin superar a sus maestros se han sacado de la manga un álbum bastante competente y que sin duda vapulea a muchos contemporáneos con sus ideas tan claras.
Con tan sólo 40 minutos de duración se convierte en el disco más largo que han hecho, pero paradógicamente resulta ser bastante corto para lo que acostumbra ser un disco de Metal Progresivo (incluso en su variante más extrema). Lo bueno que tiene es que si nos ha gustado, nos dejará con ganas de más, y si no nos ha gustado... pues poco tendremos que aguantar el tormento. Seguramente gracias a su breve duración y que no es demasiado difícil de digerir, podría introducir a unos cuantos en el mundo del Metal progresivo. Tan sólo seis temas, si contamos la canción homómina, dividida en tres partes y con la nada despreciable duración de 17 minutos, más una intro y un tema de minuto y medio.
Lo que sí echo de menos es la agresividad que contenía su primera obra y todavía la segunda conservaba. Pero es el mismo mal endémico que veía yo en Opeth, si siempre les veía poco de Death Metal, a medida que pasaban los discos, esa faceta extrema iba borrándose cada vez más, y no, ese Heritage de Opeth no me pilló por sorpresa.
El disco empieza de una manera bastante inusual, la primera parte de Authoteism comienza por su parte más tranquila, Create. Con una melodía de piano a la que se unirá algo más de instrumentación para ir "in crecendo" hasta que arranca una suave guitarra límpia... con la voz limpia de Keene, que en esta primera parte será quien tenga todo el protagonismo, en detrimento de Geoffrey Ficco, el encargado de las guturales en el álbum y que adquirirá más protagonismo cuando estalle Emancipate, la segunda parte donde podemos escuchar de verdad a los The Faceless con esa agresividad renovada, con todos los elementos que vamos a encontrar en el disco. Blast-Beats no abusivos, shreds por doquier, juego de voz límpia/gutural, que aunque ya está bastante manido no hay que negar que cada una de las dos voces hace su trabajo estupendamente. Y como no, bajadas de intensidad con cierto toque blues para dar algo de variedad y de respiro. Realmente estas son las mejores partes, donde los músicos tienen algo más de libertad en sus mástiles y baquetas más allá del propósito de dejarte sordo a base de decibelios y distorsión.
No es extraño, ni mucho menos ver un tema de Death Metal con ciertas influencias Jazz, eso ya lo inventaron Atheist y Pestilence a principios de los 90. Y si bien es cierto que The Faceless no crean nada nuevo en Deconsecrate, ni siquiera al añadir un solo de saxo en la parte final del tema. Hay que reconocerles que desempeñan muy bien este cargo de "Jazz Metal". Si se hacen bien las cosas, da gusto oírlas, aunque no estén a recién estrenar.
Accelerated Evolution aporta un poco de variedad con esa introducción industrial bastante extraña, sin embargo después vuelve a cauces más conocidos con el riff principal donde los dedos suben y bajan como si nada, y con un estribillo limpio que resulta ser bastante pegadizo, y vete tú a saber por qué, me recuerda a esas bandas de Metalcore progresivo que últimamente estan surgiendo... Tras Ten Billion Years que sigue los pasos de su antecesora (como vemos por el título, estos chicos siguen indagando en la ciencia a la hora de encontrar temática), y la muy prescindible intro Hail Science llega Hymn Of Sanity, que a pesar de que dura tan sólo minuto y medio, no nos encontramos con algo más orientado al Grindcore, simplemente es como si condesásemos todo el disco en un lapso tan corto. Tema curioso cuanto menos.
Y como si de un círculo se tratase, empezamos con un tema tranquilo, y acabamos con el más melancólico que responde al nombre de In Solitude, que arranca con una guitarra acústica y la suave voz de Keene otra vez, donde poco a poco irá "haciéndose fuerte" pero desde luego no apretarán el acelerador al máximo, dejando que predomine la melodía y los sonidos limpios.
¿Es un disco previsible? Pues incluso viendo los dos álbumes anteriores, era difícil que hubiese este salto de calidad tan grande. Que no se malinterprete, tanto Akeldama como Planet Duality eran muy buenos álbumes, pero con este han pasado a jugar a otra liga aún mayor, ya no quedan referencias a las bandas con las que los asociaban habitualmente. Poco de "-core" pero mucho de Progresivo. Veremos en qué se queda esta afrenta a los grandes del género, de momento es un paso muy firme.

Nota: 8'4

domingo, 7 de octubre de 2012

Crítica de discos: Forgotten Tomb - Negative Megalomania (2007)


Casi sin saberlo, en 1991 al suicidarse Dead, el infame vocalista de Mayhem, había creado escuela. Es innegable la contribución de Mayhem a la escena del Black Metal, por no decir que prácticamente crearon el Black Metal tal y como lo conocemos hoy día. Pero hablo del caso concreto de Dead porque puso una semilla que años más tarde "florecería". Su obsesión enfermiza con la muerte, el llevar el exceso a los escenarios con flagelaciones, animales muertos... tuvo bastantes más alumnos de los que parecía. He hablado en más de una ocasión del movimiento conocido como Black Metal Depresivo o Depressive Suicidal Black Metal (DSBM).
Para quien no lo conozca, pues podría resumirse que el principio básico es "para qué odiar a la sociedad si puedes odiarte a ti mismo". No es algo fácil de escuchar, para que lo vamos a negar, y más aún cuando muchos de los músicos de la escena, además de que algunos tienen severos problemas mentales, siguen el modelo de producción ideado por Darkthrone en su triología sacra, así que os podéis hacer una idea...
Los suecos Shining, Lifelover, Hypothermia, Nocturnal Depression, Gris, Xasthur, Thy Light... Si alguien piensa que son cuatro locos, se equivoca, es una escena mucho más grande de lo que parece, y con bastantes seguidores. ¿Que tienen que ver los italianos Forgotten Tomb con todo esto? Pues que pasaron de ser un hijo pródigo del movimiento a escupirle en la cara a este disco.
No quiere decir que estemos ante un caso Load, ni mucho menos, pero decidieron alejarse de su sonido inicial para darle mayor peso al Doom Metal, con lo que es un disco menos crudo que sus antecesores, pero claro, esto sumado a otras cosas como meter voces limpias o simplemente hacer más patente las influencias de otros tipos de música, provocaron la ira de los trues de turno.
¿Que es menos oscuro y depresivo? Sin duda, pero eso no significa que sea malo, nada más lejos de la realidad. Son los detalles lo que hacen tan valioso a este álbum, el que hace que aunque los temas fácilmente superen los diez minutos sea imposible aburrirse, como la atmósfera de los temas nos va guiando a lo largo de los cinco cortes del disco sin que casi nos demos cuenta (si estamos acostumbrados a estas tonalidades musicales tan densas, claro está).
En cuanto al material en sí, lo que nos podemos esperar de la escuela creada por los viejos Katatonia y Bethlehem. Riffs densos e interminables, alternados con partes limpias que suenan bellas... pero oscuras y malvadas.
No obstante el disco empieza con una auténtica patada en la cara con A Dish Best Served Cold, con uno de los mejores riffs que he escuchado en mi vida, se que parece exagerado pero es innegable que ese riff inicial con un olor a noruego que desprende por los cuatro costados, incita a destrozar todo lo que haya, para llegar a una parte media donde predomina una suave guitarra límpia, hasta que los gritos de Herr Morbid nos devuelvan al infierno y vuelva a desatarse todo. Una manera inmejorable de comenzar el disco, con el tema más agresivo de todos.
Como antes mencioné, gana mucho el álbum con esos pequeños detalles importados de otros géneros, como el punteo al comienzo de No Rehab (Final Exit), con cierta reminiscencia del rock sureño y que no desentona en absoluto. Eso sí, que nadie entre en pánico al oír las voces limpias, ni Herr Morbid lo hace mal, y ni mucho menos hemos perdido las voces rasgasdas. Pero al igual que los temas siguientes, se toma su tiempo en arrancar y sacar su mala leche. No falta el larguísimo outro de rigor, con el ritmo que progresivamente va bajando de volumen durante minutos antes de desvanecerse.
Tras un inquietante sampler de una película que no he podido averiguar, el tema hónonimo entra también a matar, nada de inicios tranquilos como su predecesora. Como no, destacar ese estribillo a dos voces (masculina y femenina) que le dan un toque épico al tema y al conjunto del álbum. Otra cosa no sé, pero aquí riffs y solos memorables, los hay a patadas.
Scapegoat es otro tema que induce al engaño, pues aunque arranca como si fuese una triste balada sobre aquel que sabe que está solo en su vida y nunca tendrá a nadie, se convierte en el tema más desgarrador de todos, no sólo por su temática, sino porque musicalmente sea el tema que más cerca esté de sus antiguas obras. Ya no harán Black Depresivo, pero siguen siendo capaces de destrozarte el alma.
Cierra el disco Blood and Concrete, que junto al tema que abre el disco, posiblemente sea la más tradicional, en cuanto a seguir la estructura típica del Black. Entiéndase pasado por el filtro de Forgotten Tomb, es decir, aunque tenemos algún blast-beat que otro, unos riffs made in Euronymous y unos cuantos solos de trémolo, saben administrar esos elementos y no poner el piloto automático de agresividad, lo que a la larga puede resultar cansino. Aquí se premia la variedad para que el oyente no acabe quitando la canción en el minuto siete, porque para qué vamos a engañarnos, si queremos llenar un tema de 14 minutos, hay que tener imaginación.
Innegable que es un álbum de inflexión para la banda, después vendría Under Saturn Retrograde, donde experimentarían más con esa faceta Doom. Un camino nuevo para la banda, del cual cada uno es libre de seguir o no, o decidir cual le gusta más. Pero es innegable que los italianos han sabido hacer lo que querían, sin importarles lo que pensasen de ellos, y las críticas que recibirían. Es innegable todo el trabajo que hay detrás de este disco, y los esfuerzos puestos por evolucionar, algo donde muchas bandas caen, pero Forgotten Tomb supieron hacerlo de manera coherente, de acuerdo con lo que venían haciendo. No es sencillo.

Nota: 9

domingo, 30 de septiembre de 2012

Comercialidad.


Hace poco, en esa famosa red social conocida como Twitter, ví el perfil de un chaval que, por qué no decirlo, era todo tópico. ¿Todo tópico, de qué? os preguntareis.
Bien, alguno de mis lectores, principalmente los que ya estén en la veintena o la hayan ya rebasado y lleve bastante tiempo metido en el mundo del Heavy Metal y derivados, habrá notado una especie de "corriente" que ha surgido por diversas redes sociales y páginas web como Desmotivaciones o Cuanta Razón. Los que integran esta corriente suelen ser chicos/as de edades comprendidas entre los 15 y 18 por norma general. Sus gustos pueden ir o bien con los movimientos musicales más modernos como el Metalcore y el Deathcore, o grupos más "clásicos", con los que uno se inicia en todo esto, como Metallica, Iron Maiden, AC/DC, Megadeth, Mago de Oz, Saratoga, Slipknot, Avenged Sevenfold, Linkin Park, etc. Se les suele conocer como posercillos, cagacadenas, o simplemente niñatos.
Algo completamente normal, pues hace poco que han conocido todo este mundo, y aún están en el cascarón. Un servidor, sin ir más lejos, con 15, 16 y 17 conformaba su mundo con Metallica, Slayer, Megadeth y Linkin Park, básicamente, y si quería ir en modo cafre, pues Cannibal Corpse y Death.
El problema es que en esta era de internet y más aún en la era de redes sociales les ha dotado de una característica, que yo al menos no tenía, y quiero pensar que los de mi generación tampoco. En estos chicos noto una prepotencia y una soberbia bastante grandes, como si ya lo hubiesen descubierto todo y ya fuesen los más jebis del universo. El joven del que hablaba, aunque he visto muchos más como el, era el tópico perfecto de lo que os cuento.
Esto en Twitter, por ejemplo, se convierte en un perfecto caldo de cultivo para una batalla. El chavalín dice algo que demuestra su ignorancia en este asunto, y en cuanto alguien más metido en estos asuntos lo ve, procede a ponerlo en su sitio, y lógicamente esto nunca queda en una batalla de dos, sino que se van sumando y sumando integrantes a los bandos... la vieja historia del pez grande que se come al pequeño (un melómano de treinta años o más a mi me daría una paliza con sus conocimientos, de eso seguro).
Una de las cosas que decía este chaval es que Slipknot no eran comerciales, y de nuevo, es algo comprensible, no tiene mucha abertura de mente como para saber que esa banda encabeza todos los festivales (y han hecho el suyo propio), sus ventas de discos les hacen ser el niño mimado de Roadrunner, y podrían llenar un estadio perfectamente. Y aunque parezca una burrada decir eso, es comprensible, es algo distinto a lo que escuchan sus padres y familiares, es distinto a lo que le ponen en cualquier cadena de radio fórmula generalista. Esto me ha llevado a reflexionar sobre qué es comercial y que no. Es un concepto fácil de entender aparentemente, pero con muchos factores que lo hacen ser más complejo de lo que parece.
La definición básica es que comercial es todo aquello que vende.... pero esto es relativo.
Bruce Springsteen vende millones de discos y es capaz de llenar el Santiago Bernabeu él solito con su banda. Metallica ha ocupado el Palacio de los deportes de México en ocho noches este pasado verano. AC/DC... mejor que hablen los números de ventas del Back To Black. Por otro lado, Katy Perry ha sido capaz de atestar el Madison Square Garden, y Lady Gaga es otra que tal baila.
Sé que acabo de decir una blasfemia brutal, metiendo a Lady Gaga y al Boss en la misma frase. Pero es que todos artistas son comerciales. El problema es que tenemos un concepto muy cerrado que implica que comercial significa mierda. Metallica es una buena banda, aunque tenga sus discos basura, y llenan estadios. Katy Perry, a pesar de ser una de mis fantasías sexuales, también llena estadios y en fin, en cuanto la gente se canse de ella no sobrevivirá en la industria musical.
Donde quiero llegar a parar es que la comercialidad no siempre es un factor determinante a la hora de decidir si tal artista es bueno o malo. No tenemos que ver lo comercial como si fuera Satán. No vas a ser menos true del infierno porque te guste música más accesible. Se puede escuchar a Linkin Park y a Terra Tenebrosa, e incluso te pueden gustar las dos cosas y todo, que tranquilo, no te van a cerrar las puertas del Valhalla. Y sí, uno puede decir perfectamente: "escucho grupos comerciales". Lo que sí no soporto es la actitud de negar que escuchas música comercial, dártelas de auténtico y rebelde, y resulta que después uno de los discos de tu banda predilecta ha vendido 20 millones de copias por el mundo.
La solución es sencilla, descubrir cosas nuevas, no perder esa inquietud. Yo mismo hace ya años, por el impulso de buscar algo nuevo, no tan conocido, un poco más bestia, empecé a buscar, y encontré a unos tal Dark Tranquillity, me gustaron, y después cayeron más y más hasta llegar al día de hoy, donde en una misma semana he llegado a poner una reseña de Aborted y otra de Lacuna Coil. Como suele decirse, en la variedad está el gusto.
Está muy bien conocer 100 bandas distintas de Black Metal, pero acabas cansándote y a veces apetece algo más ligero, y no nos engañemos, aquí todos hemos bebido de los Judas Priest, por muy conocidos que sean.
Lo que sí defenderé siempre es que al menos, en el terreno del Metal, en el underground está la música más auténtica, sin trabas de ningún tipo, más díficil de escuchar pero también con una recompensa mayor. Es una ley no escrita que al fichar por una discográfica grande, como Nuclear Blast o Century Media, tus discos llegarán más lejos, pero te habrás hecho más accesible, más comercial, que en el fondo no es más que hacer tu música para un público un poco más amplio. Otra cosa es si sacrificas más o menos tu sonido original. El ejemplo más claro son Dark Tranquillity e In Flames, cada una optó por una opción distinta completamente y eran literalmente vecinos.
No obstante, en una empresa de tamaño medio, como Relapse o Season Of Mist, todavía puedes tener tu sonido auténtico, pero difícil lo tendrás para sacar tu producto más allá del continente, a pesar de que gracias a la red te pueda conocer "cualquiera". Aunque hay veces que nosotros mismos nos pasamos de "trues", y me explico. Más de una vez he oído (y he dicho) frases del tipo "a Dark Funeral los conoce todo el mundo" por poner un ejemplo. Y seguramente muchos de mis lectores se habrán reconocido con esa frase. Probablemente sea así en nuestro pequeño círculo personal, donde más o menos todos están muy metidos en toda la música extrema, y hay ciertos grupos que ya damos por sentado que todo el mundo conoce. Por eso nos embarcamos en una sana competición por intentar saber un poco más que el vecino, encontrar una banda un poco menos conocida, de esas que lo tienen difícil para hacer una gira en condiciones en su propio país, y que como tu y yo, tienen obligaciones cotidianas. Con lo que al final acabamos con doscientas bandas metidas en nuestro ordenador.Pero estas cosas hay que mirarlas desde fuera. Por seguir con el ejemplo, ¿serían capaces de llenar Dark Funeral un estadio como Slipknot, porque los conoce todo el mundo?. Estamos tan metidos en nuestro círculo que a veces no nos damos cuenta de como son las cosas fuera. De nuevo, lo que es comercial es relativo, no creo que el chaval del que hablé al comienzo sepa quienes son Neurosis, y ni siquiera sabrá nada del Post-Metal, Sludge, etc.
Ante todo variedad, conocer siempre nueva música, intentar saber más, no sólo por competir contra el resto, sino por enriquecimiento personal. Porque como habeis visto, qué es comercial o no, depende del conocimiento que uno tenga de música, y porque cierta agrupación sea capaz de llenar una sala con 2.000 personas, no significa que se hayan vendido. Ahora, amigo, si crees que por sólo escuchar Metallica y Iron Maiden ya lo sabes todo y eres un rebelde repudiado por la sociedad, preguntate cómo puede ser posible que tu banda tan transgresora tenga discos en el Corte Inglés al lado de los de David Bisbal, porque igual son bastante los que los compran, pero claro, eso ya no te hace ser tan especial y tan guay. Igual la discográfica está jugando contigo, y tú en tu pequeña y cerrada mente todavía no lo has visto.
Hazte un favor a tí mismo, y busca.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Crítica de discos: Linkin Park - Living Things (2012)


No ha supuesto una gran sorpresa el nuevo disco de los californianos, ni menos aún una decepción como he visto por ciertos rincones. A estas alturas y con todo lo que hemos pasado, no se puede usar esa palabra, ni tampoco sorpresa. No obstante, que no sea una decepción no significa que sea un gran álbum, simplemente un disco que suena como se veía venir.
Las palabras de Chester Bennington y Mike Shinoda sobre este disco llevaron a muchos a la confusión. Esos mismos que a estas alturas de la película esperan un Hybrid Theory 2, y ya ha pasado mucho de eso. 
¿Que dijeron las cabezas visibles de la banda? Pues que habían conseguido por fin el concepto que llevaban desde los tiempos de HT persiguiendo, mezclar Rock, Electrónica y Hip-Hop. Esto enseguida fue traducido como una vuelta a las raíces. Interpretación completamente errónea, por más que piensen los fans más leales que sus ídolos les han engañado. Para nada, han conseguido una buena mezcla entre estos tres elementos, lo malo es que como en A Thounsand Suns, suena flojo, débil, como si necesitase un buen chute de energía para funcionar. 
A Thousand Suns fue muy criticado por ser demasiado extraño, demasiado experimental. En realidad fue un tiro desperdiciado, pues el concepto (la guerra nuclear), era muy atractivo en su propuesta inicial, pero le faltaba mucha agresividad, la necesaria para advertir de los peligros de la guerra. Algo que no se consigue con explotación electrónica y ausencia de guitarras. 
Si alguien ha visto algún vídeo en directo actual de estos chicos (y si no, se lo pongo), se habrá dado cuenta que los temas antiguos suenan mucho menos potentes que años antes. La distorsión es mucho menor, se mueven menos en el escenario, Bennington apenas grita, y más importante aún, el público objetivo ya no es el mismo. Por esos motivos una vuelta a las raíces es imposible, porque posiblemente si no hubiesen pegado un cambio de estilo radical como en 2007, ahora mismo jugarían en la misma liga que Limp Bizkit, y a nadie le gusta pasar al olvido cuando has estado en la cima de la ola (renovarse o morir, dicen).
Este álbum es previsible porque suena a como suenan ellos en la actualidad, muy domesticados y aún más asimilables de los que ya eran en un principio. Esto no tiene ni una pizca de mala leche, ni siquiera intentándolo como en Victimized, un tema Punk bastante pasado por los filtros de Linkin Park, eso sí, que si soy sincero no se que puñetas pinta aquí, y lo que es peor, la gran mayoría de temas pasan sin pena ni gloria, pronto serán olvidados, como pasó en Minutes To Midnight y A Thousand Suns. Ni siguiera se consiguen singles potenciales, algo que Minutes To... al menos lograba. Quizás la balada Powerless consigue ese objetivo y logre perdurar a lo largo de los años. Pero que una balada sea, con diferencia el mejor tema del disco, dice mucho del estado actual de los angelinos. Podría ir más allá y decir que los mejores cortes son los más tranquilos, véase I'll Be Gone, con un estribillo bien logrado, o Castle Of Glass, un tema melancólico, perfecto para una Road Movie, con un ritmo suave y continuista.
Sin embargo, que la electrónica este tan presente puede ser un álbum de doble filo, o bien tienes temas con buen gusto como Lost In The Echo e In My Remains... u horteradas de sintetizador al comienzo de Burn It Down, un single totalmente forzado y que no me puedo explicar como lo han elegido de carta de presentación del disco... Y como no, Lies Greed Misery, más bien copiada de la insufrible de Avril Lavigne. Todavía quedan vestigios de ATS en de Until It Breaks, de hecho no habría desentonado para nada, pero sólo los rapeos distorsionados de Shinoda y un beat constante, hacen de este tema uno más en la lista de insulsos, y son unos pocos...
La sensación que me queda al final es que los americanos están perdidos, no confían en lo que hacen, y más bien esta nueva obra parece que quiere seguir el camino electrónico de ATS, pero de manera más "convencional", menos extraña, para contentar a todos aquellos que huyeron espantados o les tiraron aún más mierda, y que no se pararon a analizar profundamente la obra, pues seguramente no estén muy acostumbrados a discos que requieran su esfuerzo. Porque un músico nunca debe de anteponer el criterio de los fans al suyo propio, a riesgo de destrozar la autoestima.
Esa mezcla de géneros se asemeja más a quedarse en tierra de nadie intentando convencer a todos. Deberían plantearse muchas cosas.

Nota: 6

sábado, 22 de septiembre de 2012

Metalcamp 2012: Estaciones de servicio y agua fría.


Tras la primera parte donde analicé con la mayor precisión que mi cerebro recordaba, lo que habían sido los conciertos del Metalcamp, ahora toca repasar lo demás, el ambiente, el viaje, el pueblo... todo lo que rodeó a ese recinto de conciertos.
Pensar la friolera de horas que me esperaban para llegar a Eslovenia no era lo más agradable del mundo. Desde mi ciudad natal hasta Lorca serían unas ocho horas, de las once de la noche del día tres, a las siete de la mañana del día siguiente, y de ahí esperar en la estación de autobuses hasta la una del mediodía. Aunque un poco aburrido, esta primera parte del viaje salió sin problemas. Pero todavía quedaba lo mejor...
El segundo trayecto, de Lorca hasta Tolmin, pueblo donde estaba el festival, iba a ser un trayecto más largo de lo que esperábamos todos. Bien, el plan inicial era llegar allí el domingo a las ocho de la tarde, cosa que no sucedió pero ni de lejos. Puede entenderse que un retraso de un par de horas es comprensible, pueden pasar mil cosas, pero la vida da sorpresas...
Nos dimos cuenta de que algo raro pasaba cuando el autobús hacía demasiadas paradas, no es que sea un cabrón que no me importe que las vejigas ajenas revienten, pero que cada veinte minutos parásemos durante un corto espacio de tiempo... lógicamente cuando ya estábamos por el norte de Cataluña, sin haber salido de España aún, no era muy difícil imaginar que el retraso era considerable.
Al día siguiente, ya por Francia, se decía medio en broma, medio en serio que llegaríamos allíal día siguiente a las siete de la mañana.... dejó de ser una broma.
Así que tal y como suena nos dejaron en una estación de servicio cerca de Lyon, durante siete horas, de las cuatro hasta las diez. Lo mejor de todo es que había un pueblo al otro lado de la autopista (literalmente) y a los conductores no les salió de los huevos moverse dos metros más. Al menos el lugar donde nos dejaron era bastante amplio, con sus bancos, su pequeño lago, vamos, que éramos unos afortunados...
¿La explicación? La organizadora del viaje, junto con un pequeño séquito, empalmaban el festival de Wacken con Metalcamp. Su versión de los hecho fue que le obligaron a cambiar completamente el recorrido planeado, por cosas de papeleo y no poder entrar a Suiza, teniendo que coger una ruta mucho más larga, lo que daría sentido a tanto retraso y tanta parada esperándoles para ganar algo de tiempo. Es extraño lo sé, pero circulaban tantas versiones de la historia que uno no sabe que creer.
Finalmente, a las diez de la mañana (si, las diez) cruzabamos la frontera de Eslovenia y para las diez y media estábamos cargando con los pesadísimos bártulos camino del camping... pero la cosa no acababa ahí. Ya que llegamos con ese "ligero" retraso, unos franceses (como no, nuestros vecinos siempre jodiendo) invadieron el sitio asignado a nuestro grupo. Además muchos de ellos ni iban al festival, iban a pasar el rato al camping.
La verdad, entre lo de la estación de servicio, los altísimos precios de estas, y más aún en Francia, y eso que ya fue la puntilla, yo tengo una galofobia considerable. Al final creo que en eso nos hicieron un favor. El sitio donde estábamos estaba mucho más cerca de la tienda donde vendían cervezas y comida, con la gran ventaja de estar siempre abierta.
Precisamente una de las cosas que siempre voy a recordar de este festival es que la cerveza era muy barata. Hablamos de latas de medio litro a un euro en el camping, y si a alguien le parecía caro, lo cual dudo mucho si viene de España, no tenía más que ir al pueblo, que estaba nada más salir del camping, y pillar los pack de latas, donde cada una te salía por 60 céntimos aproximadamente. Ni me acuerdo que marcas bebí, porque locales había varias, pero todas estaban buenas y eran baratas. Eso sí, imprescindible el hielo, que eso no es España, no hace un calor infernal (aunque como ya expliqué en la primera parte, cuando el sol daba bien, picaba que daba gusto), y no tienen la costumbre de beberlas heladas como aquí. No todo iba a ser bueno, y la frase más oída en la tienda/bar era "no nos queda hielo, tienes que esperar un rato".
Metalcamp fue un festival bastante barato, a pesar de ser cinco días, no se necesita mucho dinero para sobrevivir cada día, y allí me gastaría "sólo" unos 100 euros, entre comida y bebida, más la camiseta del festival y un disco. Pero claro, al ver los precios de todo en general, tanto en el festival como en el pueblo, como bien apuntó uno de mis compañeros de faenas, habría que ver cuanto cobra una persona allí. Posiblemente menos que en España, por suerte para nosotros, aunque suene mal.
Nunca hubo ningún problema con la organización, se notaba que estaban allí para que el festival funcionase lo mejor posible, y nos llevásemos buena imagen del festival y del país. No olvidemos que esto, ante todo es turismo. Es una obviedad lo que he dicho, pero he visto algunas actitudes muy chulescas en la península por parte de los organizadores que bueno, para qué hablar...
Como no, no voy a obviar esa maravilla de río con el que cuenta la zona, no hay que olvidar que estábamos en un parque natural.
Una mini playa preciosa, llena de piedras, con lo que las sandalias se hacían imprescindibles para adentrarse en un agua cristalina y jodidamente helada, recién salida de los Alpes. En invierno era nieve, así que os podeis imaginar que tampoco era para estar una hora entera metido sin salir...
Se notaba que Tolmin y alrededores se benefician bastante del dinero que genera el festival, porque muchas facilidades nos pusieron a los turistas, como antes mencioné. Hay vida mucho más allá del festival, así que vale la pena aprovechar una mañana y patearse los boscosos alrededores de Tolmin y pueblos cercanos. Un ejemplo de las facilidades a los turistas es que para entrar a una zona del parque natural (donde nace el río que cruza por el festival e incluso puedes curiosear una gruta) te cobran un poco menos si vienes del Metalcamp. O en algunos restaurantes, donde después de comer te llevan gratis al festival en taxi. Son esos pequeños detalles que hacen la estancia mucho más agradable, y que de buen seguro contribuyen a inclinar la balanza a sus favor con respecto a otros festivales. Detalles que tienen más importacia de la que parecen, y que son casi de sentido común... y sí, en este país no se aplican. Digo yo que no toda la culpa de que tengamos tantos festivales efímeros se debe a la crisis únicamente... veremos si la propuesta del Costa de Fuego se consolida y en unos años podemos presumir de festival patrio.
Otra de los detalles que me llamó la atención fue la "extorsión" de la basura. Suena mal, pero tiene su explicación.
Una vez que te dan la pulsera para entrar y salir del recinto, te cobran obligatoriamente 10 euros por dos bolsas de basura, y si quieres recuperarlos tienes que entregar al menos una de ellas llena. Otro de esos detalles que marcan la diferencia, pero se consigue que el festival esté un poco más limpio, pues el último día podías ver a mucha gente haciendo los "deberes" para recuperar sus diez euros. Vamos, que te pagan por hacer de basurero. También se pueden hacer "trampas" para conseguir llenar la bolsa antes, pero me callaré que método usé. Que cada uno lo averigue si va...
Tampoco hubo ningún problema a la hora de la higiene, los baños portátiles estaban limpios a las ocho de la mañana, así que no era difíciles cogerlos limpios a esas horas, pues uno ya estaba despierto por razones que luego comentaré. De todos modos nunca se formaron en los retretes cosas como esta, de las que me advirtieron previamente.
Lo mejor de Metalcamp son las alternativas que hay dentro del propio festival, el no sólo emborracharse e ir a conciertos, o simplemente emborracharse en el camping, pues no fueron pocos que fueron sólamente a esa parte por la fiesta, opción tan respetable como otra cualquiera. En el recuerdo quedan los pirados que estuvieron desde el principio hasta el final del festival subidos en el techo de su caravana con sillas y sombrillas, alcohol y con música a toda ostia (y con buena variedad) fuese la hora que fuese.
¿Que no querías estar de concierto? Pues al río a pasar el rato. Si te aburres por la mañana, a hacer turismo por los bosques. También está el irse de tiendas, porque allí hay de todo, mil camisetas, mil pantalones, cinturones, y discos hasta decir basta. Todavía me arrepiento de haber sido un tacaño y haberme pillado uno solo (aunque yo habría cogido estantes enteros...). Y si quieres comer bien, pues vas al pueblo, y tienes bares y restaurantes para aburrir, y con variedad. De nuevo lo menciono, un pueblo al servicio del turismo, da gusto.
Y por la noche, pues en la playa, espectáculo con strippers, malabares con fuegos y música a todo volumen. Así se entiende que me levantase cada día con unas agüjeras brutales. Por si fuera poco, ni uno sólo de los días en los que estuve allí, conseguí dormir más de cinco horas. No es que no tuviese sueño, me sobraba sueño, pero el sol implacable a las ocho de la mañana daba con fuerza en la tienda y hacía de esta un horno. Daba igual que estuvieses de fiesta hasta las 3, las 4... el astro solar era inmisericorde. Además todos los sitios en la sombra estaban ocupados, así que había que aguantarse. Nada que ver la calurosa mañana con la fría noche, donde incluso había que ponerse sudadera. Con ese frío y un cuerpo destrozado por tanto concierto, dormirse costaba cinco minutos (tiempo real).
Creo que no hace falta volver a decir que esto ha sido una experiencia, con sus grandes momentos, y algún que otro mal momento. Pero volvería a ir, sin duda alguna, y vale la pena quitarse de algunos gastos para ahorrar. Sobretodo por la de seres que encuentras por allí, y como no, con la gente con la que vas, que al fin y al cabo son los que terminan de hacer la experiencia redonda. Por tópico que suene, sin ellos no es lo mismo. Porque no he aprendido tantos chistes escatológicos, sexuales, ofensivos, tanta anécdotas que no se podrían contar aquí, como en ese autobús, en el fondo sur. Este artículo va para todos los cabrones que iban en ese infierno con cuatro ruedas, ellos saben quienes son.

Fotos 1 y 2: Jennifer Landázuri. Foto 3: Facebook Metalcamp.