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lunes, 30 de julio de 2012

Crítica de discos: Linkin Park - Reanimation (2002)


Tal y como hice con Hybrid Theory en su día, al cumplir diez años de su salida al mercado, he decidido hacer el mismo homenaje con Reanimation, un disco de remixes, a mi parecer muy infravalorado, y por el cual se le dieron aún más palos a la banda. No vengo a defender este disco por ser un viejo aficionado a la banda, sino porque este álbum rompió muchos tópicos en cuanto a lo que se refiere a los álbumes remixes como este, tal vez porque propiamente no sea un álbum de remixes.
Este tipo de trabajos suelen presentarlos artistas de música electrónica, o diversos géneros musicales donde la electrónica juegue un peso importante. En el aspecto que más toca a este blog, y más aficionado es quien os está hablando es el Metal Industrial, género muy asiduo a esta especie de obras. Ejemplos hay muchos, el Remanufacture de Fear Factory, Love and Hate in Dub de Godflesh, Rio Grande Dub de Ministry, y eso por no contar los temas sueltos que gente como Justin Broadrick a otras bandas como Pantera, y así podría estar hasta el fin de los días enumerando ejemplos.
Sin embargo, y a pesar de ser afín de este género en su variante más abrupta y difícil, o al menos más extrema, la costumbre de los remixes nunca me ha gustado lo más mínimo. ¿Por que? Es totalmente subjetivo, pero para mi estas remezclas le quitan toda la intensidad que da el Heavy Metal, y lo reemplazan por más electrónica, lo que hace a estos temas, más aburridos. Supongo que al que le guste la electrónica disfrutará con este tipo de temas, sin embargo a mi no me terminan de convencer, esto no es ni mucho menos indicativo de la calidad del trabajo. Así se da la circunstancia de que aunque sea fan confeso de Godflesh, no encuentro atractivo alguno a estos cortes.
Y sin embargo disfruto mucho más de este trabajo de remezclas. Podría argumentarse que es fácil y accesible, que lo es, pero también supone una revisión completa de Hybrid Theory, nada que ver con esa concepción de la remezcla con una simple versión de discoteca. Se parte de una base, como es la versión original, y de ahí hay completa creatividad.
Si uno ya tiene asimilado el Hybrid Theory, se dará cuenta que las nuevas versiones varían bastante de las viejas. Nada tiene que ver la emblemática In The End con su nueva reencarnación Enth E Nd, completamente orientada al Hip Hop, al igual que Frgt/10, que pasa de ser una de las más agresivas, a tener esta versión bastante más calmada. Precisamente este es otro de los elementos que predominan. Si en el debut lo que mandaban eran las guitarras, el lado más orientado al Metal, aquí la balanza se declina mucho más por el Hip Hop. No hay más que ver la gran lista de invitados que aparecen en el álbum, la mayoría procedentes del Hip Hop Underground. Podrá decirse lo que quiera de Mike Shinoda, la mente pensante de este proyecto, pero no hay que negar que es un acierto, pues a buen seguro, aparecer en el álbum de una banda tan relevante como los californianos, ayudó bastante a la publicidad de estos artistas. Por otros lado ahí tenemos a músicos bastante más conocidos como Stephen Richards de Taproot, Aaron Lewis de Staind o Jonathan Davis de Korn , en lo que son los tres mejores temas del álbum, P5hng Me A*wy, 1Stp Klosr y Krwlng.
La costumbre que sí cumple a rajatabla este Reanimation es el de que cada tema sea remezclado por un artista distinto, ya sean estos más o menos conocido, e incluso el propio Shinoda, y Dj. Hahn, se atreven con un tema cada uno.
Lo mencioné antes, y lo vuelvo a hacer, hay bastantes cambios en todos los temas. Estrofas distintas, nuevas bases, ritmos distintos...
La pregunta clave es ¿superan las remezclas a las originales? A esto sólo puedo repetir que son muy distintas, y decidir si un tema es mejor que otro es cosa de cada oyente. Personalmente sigo prefiriendo el álbum debut porque por su intensidad. No obstante me decanto por algunas nuevas versiones con respecto a las primigenias, como es el caso de Wth>You, o P5hng Me A*wy, y otras que pierden su encanto con esta actualización, como la sosa H! Vltg3 o Plc.4 Mie Hæd. 
Con todas las diferencias que tiene, es por eso que no lo considero un disco de remixes al uso, como comenté al principio. Ahí tenemos el hecho de que ciertos elementos de este disco han tenido su lugar en el directo, bien como intros, bases para el tema original, o fusionadas ambas versiones como One Step Closer. ¿Que también se aprovecharon del tirón de Hybrid Theory para hacer esto? Si, muy probablemente, sin embargo podían haber hecho un trabajo más sencillo como el típico directo o DVD, o recopilatorio y posiblemente habrían ganado lo mismo. No obstante, si es un trabajo bien hecho como este, donde se nota la dedicación, creo que el factor comercial podemos dejarlo aparte por ahora.


Nota: 8

martes, 24 de julio de 2012

Crítica de discos: Aborted - Engineering The Dead


Todas las bandas que han conseguido cierto éxito, tienen una serie de álbumes, normalmente seguidos, que los encumbran sobre sus competidores de género. Después, o bajan el listón, o lo mantienen igual, lo que les proporciona cierto estatus en la escena, o en último caso, y que suele ser más raro, pegan el pelotazo, llaman la atención de los grandes y pasan a fichar por ellos.
Eso fue lo que le pasó a Aborted, su The Archaic Abattoir prácticamente les sacó del underground más puro, les llevó a fichar por Century Media, y el eterno debate sobre si se vendieron o no, salió una vez más a la palestra.
Pero eso es otra historia, porque toca hablar de unos Aborted muy anteriores a todos esos, tremendamente embrutecidos y cabreados, pero a diferencia de su debut, esta vez mejoraron sus armas.
En los dos años de lapsus entre el The Purity Of Perversion y este Engineering The Dead, aprendieron de sus errores, a no abusar de ciertos elementos, mejorar musicalmente para ofrecer más variedad y que no todas las canciones suenen igual, algo imprescindible en el Metal Extremo si quieres destacar. En definitiva, ofrecer un producto atractivo. Hay técnica, si, pero no hay una obsesión por intentar demostrar todas las escalas que pueden tocar en la guitarra, porque precisamente la obsesión por la técnica es lo que roba a muchas bandas el encanto, y los convierte en algo aburrido y sin emoción.
Y en efecto consiguieron su resultado, porque su segunda obra es toda una patada en la cara. Un disco crudo, sin pausa alguna, y donde no sobra ni un solo tema. Cada uno de estos tiene su propio encanto, y más de uno se ha convertido en imprescindible para la banda, como The Holocaust Incarnate o Nailed Through Her Cunt. 
No me equivocaría al decir que Aborted demostraron que el Death/Grind no tenía por qué ser lineal. Aquí no hay tiempo para aburrirse, siempre y cuando te guste el género, claro está. Siempre juegan en cada tema con las velocidades. Nada que ver el acelerado inicio de To Roast and Grind con la algo más densa Skullfuck Crescendo. Todo hay que decirlo, esta variedad es bastante relativa, porque esto siguen siendo 36 minutos de mala leche a través de unos altavoces, así que aquí hay velocidad y blast-beats de sobra, en otras palabras, no es el álbum más innovador del mundo, no hay experimentos sonoros, y es un disco perfecto para los puristas del género, no hay ninguna transgresión.
Como vemos las influencias están ahí, siguen teniendo ciertas partes similares a Cannibal Corpse, Suffocation, Morbid Angel... pero ante todo suena a ellos, es la primera obra donde podemos diferenciarlos del resto, un sonido propio, básicamente. Cierto es que la sombra de Carcass sigue muy presente, con esos momentos que son un pesado muro de sonido y que pueden dar lugar a un solo melódico, aunque tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras por ello, casos más sangrantes de plagio a Carcass se han visto.
Adonde quiero llegar es que aquí empieza el sonido "clásico" de Aborted, donde dejaron de sonar tanto a otros para sonar más a ellos mismos. La voz gutural y rasgada simultánea de Sven de Caluwé, los riffs afilados, la batería incansable, capaz de estar atronando constantemente a base de bombos... y si, vuelven los samplers de películas de terror al final de cada corte, que siguen siendo toda una gozada de escuchar y nos sacarán una sonrisa si sabemos de que película son. Impagable el inicio de Nailed Through Her Cunt cuando se para sólo para oír a Pinhead con ese Your suffering will be legendary... even in hell!!!.
Y más mérito tiene aún este disco si tenemos en cuenta que la producción no es ni mucho menos la ideal, pero esto nos muestra a la banda tal y como es, transparente, sin exceso de triggers ni acordes imposibles de trasladar al directo, y ese es el encanto de las producciones mediocres, que no engañan, no están protegidas por el falso manto de la tecnología. Quien es bueno, es bueno, quien es malo, es malo. No existe una máquina que de pronto pueda suplir tus carencias y muestre algo que no es real.
Eso es Aborted, Death/Grind puro y duro, una taladradora a tus oídos.

Nota: 8

viernes, 20 de julio de 2012

Crítica de discos: Pandemonium - Misanthropy (2012)


Curioso, cuanto menos el cómo ha llegado este disco hasta mi, fue el propio representante de prensa de la discográfica polaca Godz ov War, quien se puso en contacto conmigo mediante el correo que hay a la izquierda de este artículo. Es de suponer que no sería el único blog especializado que recibiría el mismo correo, pero me dejó un enlace con los discos de las bandas de su catálogo, (un detalle) por si quería reseñar algo. Primero, como no, hubo una cata previa, para elegir si algo me llamaba, y con sucesivas escuchas hubo algo que mereció la pena, y que aquí traigo.
Lo curioso de Pandemonium es que son una banda bastante veterana en la (excelente) escena polaca. Nada más y nada menos que 22 años de existencia los contemplan, y sin embargo sólo cuentan en su haber con cuatro obras de estudio, incluyendo un gran parón entre el 94 y 2004, al parecer el motivo es que cambiaron el nombre a Domain, sacando varios discos bajo esa etiqueta, aunque al fin y al cabo simplemente nos hayamos con una de estas bandas que no han tenido tanta suerte en el momento preciso, o simplemente han sido arrastradas por otras mejores, y teniendo en cuenta la de monstruos que han salido de Polonia, como Vader, Behemoth, Vesania, Decapitated... es más que factible.
En cualquier caso estos polacos han decidido atacar con un disco muy interesante, es más, me sorprende que no hayan tenido más repercusión, porque el material que presenta este Misanthropy tiene una calidad bastante alta.
Se que es inevitable que se establezcan comparaciones, siendo una banda Black/Death de Polonia, lo primero que se nos viene a la mente son los omnipresentes Behemoth, algo muy compresible, pues es una referencia muy cercana. Decir que, puede que Pandemonium no sean tan majestuosos, que no tengan tantos arreglos como la banda de Nergal, sin embargo son más "oscuros", más densos, en este sentido me recuerdan a los Deathspell Omega (aunque estos están profundamente hundidos en el Black Metal más siniestro) o los Mitochondrion, aunque sin llegar a ese nivel de opresión de ambas bandas, que obliga a escucharlos una y otra vez y probablemente ni los entiendas. En otras palabras, están entre lo denso y lo relativamente accesible.
Pero con todos estos referentes ya podemos hacernos a la idea de que no son fáciles de digerir, pero podría decirse que sirven de introducción a cosas bastante más experimentales y difíciles, como las antes citadas.
Aunque lo que más llama la atención de esta obra son los pequeños detalles, esos momentos breves que son simplemente inusuales, raros... pongo como muestra el incicio y la parte intermedia de Only The Dead Will See The End Of War, donde se muestran ciertas influencias del mundo oriental, que prefiero no destripar, porque pilla de imprevisto. Los toques ambientales de Black Forest, que tienen algo de los Immortal más "calmados" o el majestuoso final con Misanthropy, cantada completamente en polaco. Una oda a la destrucción del planeta a manos de sus propios habitantes.
Así, progresivamente la obra nos va atrapando, y lo que parece un disco más de Black/Death va mostrando sus virtudes con cada escucha. No hay un sólo tema rápido en el disco, salvo momentos puntuales, véase ese riff de inicio totalmente noruego de Avant-Garde Underground.todo se desarrolla a un ritmo muy distinto, con medios tiempos y tiempos lentos. Todo con calma, mostrando sus armas poco a poco, como en la asfixiante Necro Judas, que además juega con esas dos voces, la primera más gutural, que da la sensación de ahogo, y la segunda voz, más "blacker", que resulta más repulsiva (en el buen sentido, claro).
Precisamente ese es uno de los puntos fuertes del disco, la voz de Paweł Mazur, un tanto fantasmal, que parece que una voz que está en otro plano distinto, como si estuviera de fondo. El referente más claro sería el gran John Tardy, por ese estilo de voz estrangulada, aunque eso es sólo el punto de inicio, la base.
Para reforzar aún más la oscuridad del álbum se da la circunstancia de que cada tema es precedido de una pequeña introducción, no va más allá de unos pocos segundos, pero son un tanto bizarras, por calificarlas de algún modo. Realmente los polacos beben de fuentes distintas pero muy bien diferenciadas, el Death Metal denso de Obituary o Grave, con el Black Ambiental, e incluso el Funeral Doom, pero es que además no consiguen hacer un trabajo excesivamente complejo, porque viendo sus raíces, resulta extraño que a las pocas escuchas ya empieza a atraparte. Podríamos decir que a su modo, de manera retorcida, es un trabajo pegadizo. Bien es cierto que Pandemonium no han descubierto, ni mucho menos, la fórmula, pero consiguen hundirte en su oscura música durante todo el disco, saben muy bien cómo.


Nota: 8

martes, 17 de julio de 2012

Un recordatorio


Poco más que añadir, hoy el cáncer se ha llevado a John Lord, teclista de Deep Purple, ni que decir tiene qué relevancia tenían Lord y su banda en el Heavy Metal, aunque no fuesen propiamente una banda de  Metal, pero posiblemente sin ellos, ni Judas Priest, ni Iron Maiden, por poner los ejemplos más relevantes, serían lo mismo.
El cáncer con el que llevaba luchando meses, y que finalmente se lo ha llevado. Aunque suene triste, debemos acostumbrarnos, más de uno de nuestros ídolos estaría a punto de jubilarse en España. No voy a ponerme a recitar muertos, pero sabemos que, poco a poco cada vez serán más, es ley de vida, incluso en un terreno como es la música, donde todo parece inmortal. Pero la muerte siempre está ahí, acechando.
Y a buen seguro, esta muerte, traerá otra vez el enésimo debate sobre el relevo de los grandes grupos, cuando estos ya estén retirados, y quién ocupará su puesto. Debate insistente, pero necesario, pues pasará queramos o no.
En este sentido, y conociendo la manera de pensar de los que escuchan la misma música que yo, soy pesimista, los clásicos son los clásicos, y muy difícil es que surja otra gran banda, porque automáticamente será comparada con los titanes, y no para bien. Voy más allá, en cuanto una banda gana notoriedad, aparecen los clásicos "se han vendido", y a partir de ahí, esa banda pierde el apoyo de base, irónico pero, parece que cuanto más creces, más te desprecian las bases, No sé donde lo escuché, pero no puedo estar más de acuerdo. Se acabó el Rock de estadios. Hay muchas bandas, muchos seguidores, y todo está mucho más fragmentado, y más difícil es llegar al gran público.
Poco a poco las grandes bandas nos abandonan, y eso que el campo extremo es relativamente joven, pero apuesto a que la mayoría no tendrán tanta longevidad sobre el escenario. No hay más que ver a Slayer, aguantan, si, pero Araya no puede mover apenas el cuello, y Hanneman está casi retirado por la picadura, y eso que Slayer fueron los iniciadores, porque veremos como acaban Immortal, Cannibal Corpse, Dark Tranquillity... No faltarán nunca buenas bandas, pero no olvidemos que siempre seremos minoritarios, y si los que venden a nivel general se van, vamos a estar aún más escondidos ¿Es bueno o malo? Es un asunto ambiguo, simplemente, con sus pros y contras. A decir verdad, ni yo sé que es mejor, sólo tengo claro que la muerte de Lord es un recordatorio de que nada es eterno. Disfrutemos lo que nos queda.

viernes, 6 de julio de 2012

Crítica de discos: Cattle Decapitation - Monolith Of Inhumanity (2012)


La trayectoria de los de San Diego ha ido subiendo muy progresivamente, parece increíble como lo que empezó siendo una simple banda de Death/Grind del montón, ha presentado su candidatura directa al disco de Death Metal del año, e independientemente de que lo hayan conseguido o no, pues la cosa de las listas no deja de ser algo meramente objetivo, creo que nadie puede negar que se han sacado un discazo de la manga. E incluso aventurandome, diría que lo tiene fácil para convertirse en clásico, tiempo al tiempo.
Dentro del Death Metal existen muchas variantes, como todos los que estáis puestos en la música extrema sabréis. Desde el Death de la vieja escuela, pasando por el Thrash/Death, Doom/Death, Death/Grind, Brutal Death, Death Melódico... nada tienen que ver los cafres acelerados de Aborted con los monstruos densos de Obituary. Pues no se si los americanos se lo habrán propuesto como desafío personal o no, pero este álbum creo que recoge influencias de todos las variantes que he mencionado anteriormente, algo que creo que es la primera vez que oigo en un disco. Siempre que escucho algo de este subgénero, especialmente bandas modernas, pues siempre se nota hacia que rama tira. Sin embargo los Cattle Decapitation, con su base de Death/Grind, le han dado una variedad que pocas veces he visto. Es un contenedor de estilos bastante logrado, capaz de recordar en un momento a Cannibal Corpse, o Morbid Angel, y después a Hypocrisy. Más difícil aún, consiguen que no nos cansemos de la obra, y no sea demasiado difícil escucharla de una pasada, aunque, obviamente, mejor si uno tiene los oídos entrenados, porque sigue siendo un plato muy contundente.
Posiblemente el mejor reflejo de esta variedad  sea ese prodigio vocal que es Travis Ryan, que no me equivocaría al decir que es uno de los mejores vocalistas de la actualidad, e incluso de la última década, no sólo por su habilidad de alternar entre el gutural profundo y el rasgado, sino en el poco tiempo en el que lo hace. El ejemplo más claro es Forced Gender Reassignment, a la mitad del tema nos sorprende con un grito desgarrador, más propio del Black noruego, y sin embargo, la parte final de ese acelerado corte, acaba en una sección de Slamming, y efectivamente, no falta la voz cavernosa a lo Barnes.
No suelo hablar de las portadas de los discos, pero es que esta lo merece, por lo genial que es. Un misántropo homenaje a 2001: Una odisea en el espacio, y que hila con un aspecto que no ha variado en ellos, y ha sido siempre una de sus señas de identidad. Las letras, que siguen con su agresiva defensa del veganismo, su ataque al ser humano por su trato ante los animales y en definitiva, una patada en la cara al mundo. Con esta reseña, ni de lejos, conseguiría abarcar la cantidad de detalles que hay en el disco, porque es para examinar cada segundo con lupa. Una de las cosas que puede llamarnos más es que los de San Diego es que saben utilizar muy bien sus instrumentos, parece una obviedad, pero no lo es. Me explico, no se obsesionan con ser lo más técnicos posibles, aunque lógicamente ninguno de los temas del disco es fácil de tocar. En otras palabras, la técnica está al servicio de la música, y no al reves, como intentan muchas bandas de Death Metal actuales que se hacen llamar técnicas. Uno no puede más que quitarse el sombrero ante el trabajo en las guitarras de Josh Elmore, y la potente base rítmica de Derek Engemann en el bajo, y esa mala bestia destroza-baquetas como es David McGraw, que no para en todo el disco, no hay más que oír como los pedales de la batería no aflojan en un sólo momento, puede que haya algo de triggers detrás, pero viendo de lo que es capaz este hombre, poco arreglo de estudio habrá necesitado.
El álbum va In Crescendo, las descerebradas The Carbon Stampede y Dead Set On Suicide (la primera con unos coros más propios del Hardcore, otra prueba más de que estos chicos hacen de todo), dan paso al single del disco, A Living, Breathing Piece Of Defecating Meat, que podría decirse que es lo más accesible de toda la obra, con ese estribillo que se te queda pegado en la cabeza, pero a pesar de ser un single, empieza con un esquizofrenico blast-beat, para que veamos lo "accesible" que es esta banda...
La antes comentada Forced Gender Reassignment posiblemente sea el mejor reflejo de la variedad de la que estoy hablando,  mientras que Griste LickerProjectile Ovulation, se decantan por ámbitos aún más bestias, que ya es decir con los cafres estos. La última en concreto tiene esas partes tan sucias, dignas del Brutal Death moderno, como Cerebral Bore o Defeated Sanity.
Por suerte para nosotros, sigue muy presente esa épica oscura que pueden darle los Cattle Decapitation a sus temas, esos momentos concretos donde aparece la melodía entre tanto caos, y además de manera repentina. No se puede definir de otra manera que no sea... bello, es la belleza entre tanta agresividad.
Como ese final grandioso de Lifestalker, capaz de hacer que se te pongan los pelos de punta, o ese oasis de tranquilidad como es The Monolith, una breve canción ambiental, la única en la que vamos a oír voces limpias, pero siempre con ese aire siniestro, donde sabes que en cualquier momento puede estallar la bomba, como así hace en Kingdom Of Tyrants, el mejor tema del disco. No es el más bestia, ni el más rápido, simple y llanamente es el más épico de todos, reúne cada uno de los elementos de la obra y te los lanza a la cara, casi sin que te des cuenta.
Esta abominación que lleva el nombre de los americanos, va a tardar mucho en ser superada, muy pocas veces se ven tal cantidad de influencias mezcladas perfectamente, imposibles de abarcar en una sola escucha, y que aún así habrá elementos que se escapen, y a pesar de todo son capaces de sonar a ellos mismos, a pesar de que lo que oímos en el minuto tres, puede ser radicalmente distinto del minuto cuatro.
Impresionante ejercicio de furia descontrolada, que le planta cara a los grandes del género, tiempo al tiempo.

Nota: 9'4

martes, 3 de julio de 2012

Sepultura, Clockwork, Switchtense, Mauser - Sala Custom (Sevilla) 26/06/2012


Lo que pasó el martes posiblemente haya sido de las cosas más extrañas que me hayan pasado en un concierto, pero que sin embargo demostró la gran profesionalidad y compromiso que tienen los brasileños con sus fans. Pero volvamos al principio.
Tal y como se estipulaba, el concierto de Sepultura debía comenzar a las ocho de la tarde, como es de suponer, y más si vives en Sevilla, un concierto en una sala nunca es puntual, otra cosa es que se retrasen más o menos minutos. En cualquier caso, ya tenía un mal presentimiento. Los brasileños venían de tocar en EEUU en el festival Orion Music and More organizado por Metallica. Temía que el jet lag, el cansancio, hiciera mella en los músicos, y no pudiese ver a una de mis bandas favoritas en todo su esplendor. Aún así había que considerar que ya tuvimos suerte, pues la interrupción de la gira europea echó atrás varias fechas en España, y en Sevilla estuvimos a punto de quedarnos sin ellos.
Sin embargo, cuando colgaron un pequeño papel en la reja de entrada, donde anunciaba que habría cierto retraso en el concierto, mucho no me tranquilizó, porque como he dicho, cierto atraso es habitual, pero que ya anunciasen eso, desde luego parecía que esto iba a ser para largo... y no me equivoqué, hasta las diez y cuarto aproximadamente no pudimos entrar en la sala. Todo esto bajo el sol de justicia sevillano, y por si fuera poco, la entrada solo estaba abierta para los que quisiesen comprar entradas. La verdad es que con todos estos ingredientes uno no puede sino pensar mal.
No obstante, luego me enteré que la realidad era muy distinta.
Durante el concierto, Andreas Kisser hizo referencia un par de veces a las dificultades que habían tenido, que a pesar de ser un día duro estaban ahí... vamos, que algo grave había tenido que pasar.
Un par de días más tarde, pregunté, vía Twitter a la sala que es lo que había pasado.
Al parecer en el viaje de vuelta les habían extraviado parte del backline (el equipo de amplificación que se usa en el escenario, por si alguien no lo sabe), y tuvieron que sustituirlo a última hora, de ahí el retraso enorme. Si, estas cosas pasan, y no te las crees hasta que te tocan de cerca.
Entonces ¿por qué es tan admirable la actitud de la banda?
Porque no escogieron el camino fácil, que habría sido cancelar el concierto, a pesar de perder dinero, y recuperar backline con más calma para el siguiente concierto, pero no fue así, y tampoco dejaron a varias bandas sin tocar, para ganar tiempo, pero eso habría sido una putada para las bandas, que además son jóvenes y tienen la ilusión de tocar con un gran grupo y sobretodo pueden publicitarse, algo que no se paga con dinero. Y es admirable porque conciertos se han cancelado por menos.
En lugar de eso, optaron por recortar veinte minutos de cada banda, inclusive los brasileños, la solución más justa, a pesar de dejar a todos con ganas de más.
Abrieron la noche los Mauser, banda local de Thrash, que aunque ya los había visto unas cuantas veces en distintos conciertos por aquí, se notaba, y mucho, que estaban motivados por telonear a sus ídolos. Salieron con muchísima fuerza, atronando al personal desde un principio, y aunque desconozco si en el último año han cambiado de miembros o no desde la última vez que los ví, han subido bastante el nivel, tanto en el apartado técnico como en el de desenvolverse en el escenario. Que sigan por este camino, que sigan trabajando, porque puede que llamen la atención un día no muy lejano

Nota: 7

Pero no me equivocaría al decir que los más sorprendentes fueron los portugueses de Switchtense. Había escuchado algo de su potente Groove/Thrash, pero en directo fueron una auténtica patada en la boca. No me esperaba ni mucho menos, esa brutal contundencia, tan contundentes como los violentos mosh que se formaron con su actuación. Desde luego, la escasa media hora que tocaron se quedó muy corta, les dio tiempo a tocar lo relativamente más conocido de su repertorio, como Face Off, Concrete Walls o Into The Words Of Chaos. Aún así, supieron aprovechar muy bien su tiempo, y tuvieron la suerte de que el sonido de la sala, en este caso, también les favoreció, permitiendoles sonar claros y potentes, como debería ser. Seguro que la actuación les sirvió para ganarse unos pocos de fans, me incluyo entre ellos.

Nota: 8'5


Los que no salieron tan bien parados fueron Clockwork, pero por razones ajenas a ellos. Curiosamente los veinte minutos que tuvieron, les sirvieron justos para tocar entero su EP Dawn Of A New Breed, desconozco si habrían tocado versiones, y cuales, en el caso de tener los cuarenta minutos de rigor, con esa duda nos quedamos. Lo primero decir que Clockwork, a pesar de tener tan sólo un EP, no son, ni mucho menos, unos novatos en esto. Para nada, hay miembros del calibre de Soziedad Alkoholika o Exodia. Vamos, profesionales con años de rodaje y contactos. Sin embargo, si a los portugueses les salió todo a la perfección, Clockwork sufrieron una mala mezcla de sonido, con una de las guitarras "tapando" a la voz, que apenas sonaba en algunas ocasiones. Nada tiene que ver con que en el disco tenga algunas partes en las que no cante agresivamente, como he oído por ahí. Le pusieron muchas ganas, pero el sonido les restó contundencia. Bajaron un poco la intensidad, que no el nivel. Aún así, muy cercanos con el público, tanto que algunos afortunados tuvieron la oportunidad de hacerse con alguno de los susodichos EPs, que lanzaron durante la actuación. Cierto es que se merecen venir aquí otra vez, con más tiempo y más material grabado, esperemos que ocurra.

Nota: 7'5


Llegaba el momento de los titanes de la noche, a pesar de que era bastante probable que el setlist se acortase para nuestra desgracia. Aún así, tras las intro correspondiente, salieron al escenario como unas bestias con Beneath The Remains, clásico entre los clásicos, y una de las favoritas de un servidor, suerte que decidieran recuperarla para esa gira de finales de año que fue el Thrashfest, donde tiraron de material añejo. Seguidamente llegaron Refuse/Resist y Kairos sin descanso alguno.
Para entonces la sala estaba a reventar, y aunque la tentación de un moshpit especialmente violento era muy tentadora, pesaba más el estar en segunda fila ante tus ídolos. Ni que decir tiene que ante los clásicos todo el mundo cantaba, pero es que con los temas de la etapa Green, también se cantaba, no tanto eso sí, pero ahí todo el público estaba entregado. Quiero decir que, el que se acerque a ver a la banda actual sólo por los clásicos, se sorprenderá de lo contundente que es el nuevo material, y aunque no sea tan mítico como los discos clásicos, en directo impresiona y mucho. Tenía ganas de escuchar temas de ese Kairos, que para mi gusto ha sido un álbum excelente.
Así fue, y tras la breve pausa de rigor para agradecer al público el haber venido en un día tan complicado (primera referencia al incidente que comenté arriba), llegaba Relentless, y sin descanso, otro clásico Dead Embryonic Cells, con su correspondiente intro enlatada, y enlazada con esta, Convicted In Life (uno de los cañonazos de ese Dante XXI al que le deberían dar más bola) y Dialog. Tal y como estaba la banda, desde luego no parecía que estuviesen hartos de tocar, o cansados. Nada más lejos de la realidad, daban apariencia de que este hubiese sido su primer concierto de la gira y estuviesen frescos.
Otra pequeña pausa más, y otra referencia a los problemas de esa tarde, y turno para uno de los cortes más recordados de Against, o lo que es lo mismo, uno de los pocos temas que se salvan, Choke. Después Septic Schizo/Escape To The Void (vamos, ETTV con la intro de Septic), una lástima que no decidan darle más oportunidades al Schizophrenia, porque temas como From The Past Comes The Storms o Rest In Pain funcionarían en directo, y quitaría otras cosas como Sepulnation, que vino a continuación. No es que sonase mal, para nada, pero es un tema bastante mediocre, por muy conocido que sea y tenga cierto cariño por parte de los fans.
A partir de aquí, la recta final iba a ser de vértigo, empezando con ese pequeño solo de batería de Eloy Casagrande, al verlo uno entiende por qué a pesar de tener una edad relativamente corta (es tres días mayor que yo...), está en Sepultura. El tío es una máquina en la batería, e impresiona bastante ver a la velocidad que toca. Sin embargo, ahí sigue otro de los problemas que tienen Sepultura desde el 97, una sola guitarra. Kisser es un guitarrista estupendo, y de hecho no falló una sola nota esa noche, pero sin otro compañero a la guitarra, los temas suenan más huecos, menos potentes, y con dos guitarras podríamos escuchar esa dupla de guitarras que es imprescindible para música de este tipo. A pesar de eso Subtraction, Territory, Inner Self y Arise siguen siendo demoledoras, y aún más si fueron seguidas, sin descanso alguno, el punto álgido de la noche, y si le hubiésemos sumado unos cuantos temas más como Slaves Of Pain, Slave New World, o Attitude (la cual se cayó del setlist por falta de tiempo), habría sido perfecto. Aún así, todavía quedaba un bis, compuesto por Ratamahatta, tema más bien hecho para que ellos se diviertan tocándolo, y la siempre presente Roots Bloody Roots, que a mi pesar hace años que se convirtió en el himno de Sepultura, no obstante no voy a negar que uno disfruta cantando y botando en este tema, independientemente de su calidad.
Al final ni Attitude, ni What I Do!, ni Mask, ni Just One Fix. La ejecución fue perfecta, pero uno se queda con ganas de más, después de una hora escasa donde los brasileños mostraron su mejor cara, aunque por dentro igual estuviesen maldiciendo sin parar por todos los inconvenientes que tuvieron, pero es su trabajo, y aunque no sea tu mejor día, dejaron todo eso atrás y se dedicaron a lo que mejor se les da.


Nota: 9