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viernes, 20 de agosto de 2010

Crítica de discos: Metallica - Kill 'em All (1983)



Bloody Old Times

Antes de que James Hetfield echara a Jason Newsted por querer tener proyectos paralelos, antes de que Lars Ulrich se convirtiese en el primer enemigo de las P2P, antes de que editasen dos soporíferos albumes, antes de que vendiesen millones de copias del album negro, mucho antes encontramos este album, el primer album de lo que luego se llamaría Thrash Metal, pero no el primer material existente en este género, ya había demos de este estilo, no solo de los propios Metallica, sino tambien de Overkill o Exodus (por tanto sería incorrecto hablar de Metallica como los pioneros del Thrash, ya que no estaban solos).
Seré sincero, no voy a decir nada que no se haya dicho o escrito de este album, sólo aporto mi visión.
Dicho esto, queda decir que el album fué una explosión de mala leche en todos los sentidos, la influencia de Venom es patente en la crudeza de los instrumentos, y el "orgullo" de ser metalero, que se nota en algunas letras como Metal Militia, heredado de la NWOBHM, una combinación que sería muy atractiva al oyente, y que sigue dejando sordo hoy día, tal vez sea por la combinación de Hetfield, Ulrich, que aportaban su entusiasmo y Burton y Mustaine, con su enorme tecnica, y no, no me he equivocado, Kirk Hammett en este disco hizo las funciones de músico de sesión (aunque en los créditos del album ponga lo contrario) pero vamos a entrar en materia (tranquilos, ya dedicaré una entrada a contar las miserias de Metallica y Mustaine).
Hit The Lights empieza con un solo de batería que poco a poco va incrementando el volumen, acompañado con el bajo de Cliff, y a continuación viene el riff asesino, el resto es más velocidad y solos muy veloces marca Mustaine.
The Gour Horsemen intoduce un cambio de ritmo por la mitad, que no le queda mal, sin embargo, pronto cambia a una parte acústica que a mi parecer se alarga demasiado, rompiendo la dinámica, pero tranquilidad, que la velocidad del disco.
Motorbreath es la más rápida y directa del disco junto con Whiplash, composición 100% Hetfield sobre la vida en carretera (aunque a esas alturas que iba a saber el) una canción sin dilaciones de unos 3 min. (lástima que en 96 no actuasen igual) y mi favorita del disco.
Jump In The Fire puede que sea la más floja del disco, una canción a medio tiempo que se hace algo monótona (relativamente claro).
Anesthesia es un solo de bajo de Cliff, ejecutado de manera prodigiosa, lástima que nos hayamos quedado sin uno de los mejores bajistas de la historia del metal, aún con todo, creo que se podían haber currado una intrumental de verdad, y por mucho que me intenten demostrar lo cojonudo que es Cliff, creo que la canción es de relleno.
No sé si lo hicieron a posta o no, pero tras esta pieza le toca el turno a la mejor canción de disco y una de las mejores de la carrera de estos californianos, no hay metalero que no se anime a destrozarse las cervicales con Whiplash (tralla en castellano, muy apropiado el nombre) rapidez, furia, son muchos los adjetivos que se le pueden aplicar, pero esta canción es perfecta tanto para cabecear como para pegarse en el mosh, además no tiene una duración excesiva, y si en estudio es bestial, en directo, en las giras Damaged Justice, Wherever We May Roam y Nowhere Else To Roam, la canción gana muchos enteros, con James y Jason alternando las voces.
Phantom Lord tal vez haya sido injustamente olvidada, cuando es de lo mejor del disco, parecida a The Four Horsemen, por el cambio de ritmo que le meten, solo que es más breve y es mucho más melódico, lo que facilita la escucha.
No Remorse se podría decir que son dos canciones en una, hay un cambio importante cerca del final de la canción, que la hacen mucho más veloz, a pesar de este cambio, creo que la primera parte de la canción es demasiado larga, no es tan directa como Whiplash en ese sentido (pero mala leche no le falta).
A continuación llega Seek and Destroy, la pieza con la que llevan ya unos cuantos años cerrando los conciertos, una canción hecha para cantar con la multitud, pero a mi gusto muy sobrevalorada, en comparación con el resto del album no es una canción tan brillante, muy repetitiva, pero es lo que tienen normalmente los "himnos" de las bandas, no son las mejores pero sí las más cantables, esta pieza ganaba enteros a principios/mediados de los 90 cuando era ampliada hasta llegar casi a los 20 minutos, con "jam session" incluída, donde el público se hartaba de cantar, pero ya no estamos en aquella brillante época.
Para finalizar el disco viene otro bonbazo como es Metal Militia, esto si que es una oda al metal, excelente canción, de un nivel muy alto, desde luego si uno escucha la canción detenidamente se dará cuenta por qué Metallica no la toca hoy día, ahí lo dejo.
En definitiva es un album muy bueno, con altibajos que bajan algo la calidad, pero la escucha es totalmente recomendable, pero bueno, este es el primer album, y todavía tenían tiempo para aprender y experimentar

Nota: 7