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jueves, 29 de septiembre de 2011

Crítica de discos: Machine Head - Unto The Locust (2011)

Cuando hace un par de días reseñé el último disco de Anthrax comenté la enorme expectativa que había. Bien, con lo nuevo de Machine Head hay una expectación igual o mayor, aunque por otras razones más positivas.
Anthrax llevaban 8 años sin editar nada nuevo de estudio, Machine Head sólo la mitad, pero es que los antecedentes eran impresionantes, hace 4 años se editaron esa obra maestra llamada The Blackening, y claro, el liston era tan apabullantemente alto que toda la atención se centraba en si Unto The Locust superaría esa obra, cosa francamente demasiado dificil. Eso posiblemente haya sido una losa enorme que ha perjudicado a esta "langosta" de los de Oakland. Las comparaciones entre The Blackening y este Unto The Locust han sido, son y serán constantes, algo comprensible, no sólo por la calidad del predecesor, sino también porque Machine Head han continuado la senda de The Blackening, no han introducido grandes cambios, algo que puede ser malo..... pero los californianos están tan cómodos en este camino que lo bordan. Unto The Locust no es tan bueno como el predecesor, pero sigue siendo un grandísimo disco, con todas las letras. No han evolucionado mucho, cierto, pero la calidad se mantiene muy alta, es más, si este disco hubiese salido en 2007, os aseguro que MH habrían tenido a todo el mundo comiendo de su mano.
Hay cambios, claro está, pero no se aprecian hasta el segundo tema, porque I Am Hell, encargada de abrir el álbum tiene la misma estructura que Clenching The Fist Of Dissident.
Tema largo, que empieza de manera amable para después arrasar como una apisonadora con todo. Riffs rapidísimos y abrasadores, solos de guitarras dobladas y un tanto virtuosos... y acabar con un final fundido. Vamos, a lo que nos tienen acostumbrados. Es con Be Still And Know donde podemos apreciar ya ciertos cambios, en forma de estribillos melódicos, con ese tono épico que hace que se te incruste en la cabeza y quieras volver a oirlos constantemente. Cierto que hoy día se abusa de los estribillos melódicos, sobretodo en géneros que no son muy apreciados por aquí, pero que nadie se preocupe que MH no salen mal parados, es más, muchos deberían aprender de cómo se deben hacer las cosas. Aunque la presencia de The Blackening sigue muy presente y hay ciertos riffs que nos recuerdan a otros ya vistos.... (a buscar).
Locust, además de darle título al álbum, es la típica canción que hacen los americanos hoy día, tal vez por eso fue elegida como single de adelanto. Inicio tranquilo, guitarras dobladas, cambios de ritmo, etc.
This Is The End es otro tema curioso, con una corta introducción acústica rota totalmente por un riff rapidísimo, al que incluso se le aprecia cierto aura black-thrash, incluso tenemos algún pequeño blast-beat rondando por ahí....
Pero donde se hace algo realmente distinto es en Darkness Within. Si This Is The End tiene una pequeña intro acústica, aquí se explota más ese detalle, de hecho en la edición especial del álbum contamos con una versión totalmente acústica del tema, y ya sea con la versión electrica del tema o la acústica, Machine Head salen muy bien parados, es más, canciones tan melódicas como estas puede que sean el camino a seguir para el siguiente álbum, porque se les da bastante bien, más de lo que muchos esperarían.
Los dos últimos temas son ya más familiares para los seguidores de Machine Head. El penúltimo: Pears Before The Swine, suenan a Groove Metal machacón, como el que podían mostrar en Burn My Eyes o The More Things Change. Mientras que This Is Who We Are recuerda a A Farewell To Arms, quitando el comienzo protagonizado por un pequeño coro de niños que contrasta con la grave voz de Flynn, lo demás sigue igual, tema largo y pesado que acaba desembocando en un final tranquilo a base de violines.
Por último en la edición especial tenemos dos versiones, The Sentinel de Judas Priest, y Witch Hunt de Rush, más la acústica de Darkness Within. Poco que decir aquí, versiones embrutecidas de las originales, vamos, adaptadas al estilo de Machine Head, sin hacer ningún atropello con los temas.
Por tanto Unto The Locust no es el álbum más original del mundo, pocos cambios con respecto a su predecesora, lo que sería criticable.... pero es otro álbum que engancha como pocos a pesar de su extensa duración, cosa difícil de conseguir actualmente, y más aún con esta calidad, fuera de toda duda.
Por mí, si siguen creando álbumes tan adictivos, pueden seguir repitiendose todo lo que quieran.

Nota: 8,8