Buscar este blog

viernes, 30 de noviembre de 2012

Avances y publicidad gratuita, descarada y rayando lo ilegal.

Creo que es el título más absurdamente largo que he puesto en este blog, pero también es necesario.
Los viejos seguidores del blog recordarán que este pozo de inmundicia no era el único sitio en el que colaboraba. Mi aventura con Los Ojos del Metal poniendo descargas, llegó a su fin hace unos meses cuando el administrador decidió dar carpetazo al blog y cerrarlo. Cada vez escribíamos menos y desde que Mediafire socavó las cuentas de unos cuantos (yo inclusive), era frustrante subir cosas en servidores para que a la semana los eliminasen.
También colaboro en El Portal del Metal desde hace meses, solo que básicamente me dedico a lo mismo que aquí, solo que allí hay algunas críticas de discos que no están aquí y viceversa. Pero claro, en un ejercicio de subida de ego, decidí que tenía que avanzar "profesionalmente" (lo pongo entre comillas porque todo lo que tenga que ver conmigo es cualquier cosa menos serio y responsable). No os equivoquéis, esta es mi casa virtual y lo seguirá siendo, donde básicamente haré lo que me salga de los huevos (como decir tacos y poner a parir bandas) y seguiré con esa línea situada entre las bandas underground que valga la pena descubrir, y las más conocidas, pues al fin y al cabo, tanto conocidas como no, son las que a mí me gustan, o simplemente poniendo alguna chorrada que me parezca interesante.
¿Pero a que tanto bombo sobre la profesionalidad y tanta mierda?
Pues porque desde hace un par de semanas soy redactor de Subterráneo Heavy. Si entráis notaréis que es un sitio mucho más grande dedicado a bandas de todo tipo, desde Doom Metal hasta Blues Rock, mientras estas sean noveles o poco conocidas. Vamos que antes veis a los Necros Christos publicados que a Kamelot.
No voy a negarlo, al principio temí por la continuidad de este blog y mi participación en El Portal. Aunque si bien me restará tiempo para estos lugares, pues ahora tengo una responsabilidad y gente que espera cosas de mí (vamos, jefes). Al entrar por suerte he visto que ninguno de los proyectos corre peligro serio. ¿Por qué? Porque mi tarea es muy distinta a la que tengo aquí. Allí me encargo de reseñar a bandas que posiblemente de otra manera no habría sido consciente de su existencia. Además de que no solo serán reseñas, sino también crónicas de conciertos, un ámbito poco explorado por Aire Frío, y entrevistas con este tipo de bandas.
Lo mejor es que me han dado libertad a la hora de elegir. Si no me apetece tragarme a una banda de Power Metal, pues no lo hago, y puedo encargarme de los estilos que mejor se me den, así que aunque esto también va a suponer una pequeña apertura de miras musical, intentaré llevar allí alguna de las bestialidades que tanto gustan por aquí.
Nada más que añadir, solo que gracias a los cuatro que me visitáis y que habéis hecho que llevemos ya más de dos años con algo que pensaba que no iba a durar ni un mes.
Pd: No es muy difícil, pero os invito a que descubráis cuales son mis artículos. Una pista, no uso el pseudónimo de Blackened, sino mi nombre real...

jueves, 22 de noviembre de 2012

Katatonia - Dead End Kings (2012)


Katatonia pertenece a un sector muy privilegiado de bandas, esas bandas que pueden presumir de no tener un solo disco mediocre. Lo malo, claro está, es que tienen que competir contra ellos mismos, y eso no es nada sencillo, más aún cuando los suecos siempre se toman su tiempo para componer. Prefieren calidad a cantidad y eso se nota. Nada tienen que ver los Katatonia ultra depresivos de Discourared Ones con los mismos que compusieron el himno Ghost Of The Sun en ese Viva Emptiness allá por 2003.
Decir que Katatonia es una gran banda es una obviedad y precisamente por eso, las reseñas son tan difíciles de abordar. ¿Alguien sabría catalogar a los suecos? ¿Doom Metal? ¿Metal Progresivo, Depresivo, Dark Rock? Pues posiblemente sean todas estas etiquetas y alguna más que me dejaré por el camino o está por inventar.
Lo que sí se cumple es que Dead End Kings es otro de esos álbumes que no se dejan escuchar tan fácilmente como parece, que bajo su aparente tranquila superficie, esconde mucho más de lo que parece.
Sin ir más lejos su anterior obra maestra, Night Is The New Day no parecía para tanto en las primeras escuchas... hasta que se activa un resorte en tu mente y no puedes dejar de escucharlo y explorarlo hasta el más mínimo detalle. Tal vez por eso haya sido su mejor trabajo.
Ya por eso podréis intuir que este Dead End Kings no es tan bueno. Así es, y no es porque sea malo, sino porque era extremadamente difícil superarse. Es más, muchos matarían por ser capaces de hacer este álbum en algún punto de sus carreras. Lo que echo de menos es esa oscuridad perenne de la obra del 2009. Sin embargo ahora en 2012 no se en que dirección han tirado Katatonia, sí que se nota un gusto más que evidente por el Rock/Metal progresivo, tal vez influencia de esos Opeth con los que compartieron carretera poco antes de entrar en el estudio. Y aún así bajo este nuevo manto, siguen sonando a ellos mismos. Tienen elementos nuevos pero a la vez nos recuerdan a etapas anteriores en ciertos momentos. Suena complicado, pero es que ellos son así.
Pero hay un punto muy positivo, o que al menos me ha parecido bastante notable: la guitarras han ganado en contundencia... cuando deciden poner la distorsión, claro. Esto hace que tenga un enfoque más cercano al Metal que al Rock, algo que pasaba por ejemplo con su Viva Emptiness, que además pilló por sorpresa tras los calmados Discouraged Ones, Tonight's Decision y no tan calmado Last Fair Deal Going Down, pero que a nadie se le olvide que los medios tiempos con guitarras limpias siguen teniendo más peso.
Así tenemos Buildings, el primer single del disco y de las más agresivas, o Dead Letters, con un inicio que para nada presagia lo que está por venir, un tema machacón que en cualquier momento baja el ritmo y se convierte por unos segundos en un tema inofensivo, hasta que de nuevo los suecos deciden romper la calma. Tema, todo sea dicho, donde las estructuras progresivas se hacen más patentes.
Lo que abundan son las canciones mentirosas, aquellas que no son lo que parecen, que mutan rápidamente. Véase The Racing Heart que aparenta ser una balada en los primeros segundos para luego estallar, y después irá mutando a donde parecía que nos llevaba en un comienzo.
Otro corte curioso es The One That You're Looking For Is Not Here, con la colaboración de Silje Wergeland en forma de dueto. Aunque a mi parecer podrían haberla aprovechado más, en vez de sólo para los estribillos, y dejarla sola en algún verso, tiene voz de sobra para hacerlo, digo yo que por algo es la sustituta de Anneke en The Gathering... No es mal tema, pero un poco decepcionante precisamente por este aspecto que he comentado.
Si algún tema, como Undo You no estalla, sino que se mantiene en un cómodo tiempo lento, es porque así lo ha requerido el propio tema. No buscan forzar nada, sino que todo fluya. Es decir, si se necesita que la canción vaya mutando, así será, nada suena artificial. Otra cosa es que el resultado final nos convenzca o no, eso es el juicio de cada uno.
Termino esta difícil reseña recomendando que cada uno se sumerja en la obra, que encuentre él mismo los elementos. Tarea tiene para rato.

Nota: 8'5

lunes, 19 de noviembre de 2012

Deathevokation - The Chalice Of Ages (2007)


Es curioso pero con Internet se ha dado una curiosa paradoja en cuanto a la música.
Antes uno tenía que escoger muy bien que álbum comprar pues no había la cantidad de información disponible como ahora y prácticamente compraban a ciegas. Hoy día descargamos a ciegas por la sobreabundancia de información. ¿Cuantas bandas de Death Metal hay hoy día, y cuantas merecen la pena?
Ahora hay que escarvar en el montón para encontrar algo interesante, y lo peor en ese sentido es que no siempre el país es indicativo de la calidad. Aunque Suecia, Finlandia o EEUU siempre han sacado buenas bandas, no quita que haya bodrios, la diferencia con respecto a antes es que cualquiera se publicita hoy, sean malos o buenos. Igual encontramos una banda de Kazajistan que están haciendo un Thrash Metal innovador y distinto a todo lo demás. Tal vez por eso, encontrar joyas ocultas actualmente es toda una alegría, y ese por ejemplo es uno de los propósitos de este pequeño pozo de inmundicia musical en el que estáis perdiendo el tiempo.
Deathevokation no son de ningún país extraño, son de EEUU, que ha dado de todo, tanto bueno como malo. No obstante, ya por el nombre, podemos intuir fácilmente que sus referentes no son compatriotas, sino que vienen de la fría Suecia, tal y como podemos comprobar fácilmente por su sonido.
No obstante no todo se queda en una adoración a los dioses suecos, aunque haberla hayla, no son pocas las similitudes que hay con Entombed, Dismember o Unleashed, e incluso hay espacio para más Death Metal europeo con una versión del Chunks Of Meat de los holandeses Antropomorphia. En pocas palabras, de americanos tienen bien poco, por lo demás rezuman a europeo que da gusto.
Aunque suene extraño, el adjetivo idóneo para este álbum sería "bello". Los americanos se mueven entre el Death de la vieja escuela y el melódico, porque solos que parecen inspirados por los últimos Carcass o los viejos Arch Enemy hay unos pocos, al igual que riffs sacados de la escuela de Gotemburgo, algo que notamos desde la introducción de Rites Of Desecration, arrancando con una siniestra melodía que parece idónea para pasear por una mansión en las Montañas Arklay...
Es importante recalcar el hecho de que es un álbum de los que deben escucharse de una pasada. Es una hora de Death Metal, si, pero es mejor hacerlo para no romper los interludios en el disco que hacen que sea como un sólo gran tema. Ni mucho menos este recurso es novedoso, pero es algo que no se suele usar en el Metal Extremo "convencional". Ahí está una de las bazas de los americanos, sobretodo porque nadie lo espera de una banda más de Death Metal, sorpresas amigo, sorpresas...
Así por ejemplo, tras dos temas más de la vieja escuela sueca como son Acherontic Epitaph y The Monument, esta última enlaza con una breve introducción ambiental para Embers Of A Dying World, un corte un poco más orientado al Doom que parece ser les encanta a estos chavales que acaba con un interludio acústico más propio de los primerizos Dark Tranquillity y At The Gates, el cual encaja perfectamente con la melancólica The Chalice Of Ages que tampoco se queda corta en duración y roza los nueve minutos. Pero como no todo puede ser soledad y tristeza Infinity Blights The Flesh vuelve para arrancarlos la cabeza con un ritmo rapidísimo que progresivamente irá reduciendo intensidad para recordarnos a los primeros Paradise Lost y My Dying Bride. Curiosamente Carrion seguirá el camino contrario, de una guitarra acústica que recuerda más a [introduzca banda europea], a finalizar abruptamente a base de Blast Beats y velocidad desbocada.
Tras la antes citada versión de Antropomorphia, la cual hacen suya con ese aura tan oscura que imprimen en todo el disco, llega la joya de la corona. Un himno de diez minutos con un nombre que lo dice todo, As My Soul Gazes Skywards. Doom/Death melancólico, triste, pero sobretodo elegante y bello, donde no sobra ni un sólo segundo y que justifica por completo la escucha del álbum completo solo para llegar al final.
Sería muy fácil ir describiendo las distintas partes de la canción, bien diferenciadas, pero prefiero crear expectación para el que no haya descubierto aún este pequeño tesoro.
¿Lo peor del álbum? Que cinco años después no haya tenido continuación, y no parece que vaya a haberla aún, porque esta hora deja con ganas de mucho más, con qué serían capaces de hacer con mejores medios. Aquí hay talento para hacer un Death Metal distinto, muy imbuido por la corrientes europeas, y aunque no serán lo más novedoso del mundo, más gente como ellos se necesita.

Nota: 9

martes, 13 de noviembre de 2012

One Man Metal


No suelo dedicarme a colocar simplemente vídeos en mis entradas, aunque esta vez lo merece.
Hace tiempo que se estrenó la primera parte, pero no ha sido hasta hace escasos días cuando se ha publicado este fantástico mini documental producido por Noisey. Web de música que no tiene nada que ver con el Heavy Metal, pero que sin embargo se ha sacado de la manga un documental sobre un aspecto hasta ahora no cubierto por ningún otro trabajo audiovisual: Las bandas de Black Metal unipersonales. No es el típico documental sobre como Venom empezó todo y su influencia en unos chavales nórdicos con ganas de guerra y anticristianismo.
Nunca se ha hecho hasta ahora porque los miembros de las tres bandas entrevistadas, Leviathan, Striborg y Xasthur siempre han rehusado a las entrevistas o a cualquier contacto con los medios. Hasta el punto de vivir aislados del resto de la sociedad, y ya de dar conciertos ni hablamos.
Es un contacto con un mundo que siempre ha querido permanecer ajeno y oculto a todo, y una buena manera de aproximarse al motivo de por qué dedicarse a un tipo de música tan particular desde una óptica aún más particular y sus razones para hacerlo, y comprender la auténtica soledad de estas personas.
Y aún así, y a pesar de ser tres bandas relativamente conocidas para los aficionados a la escena, y tener un estilo musical muy similar, también podemos apreciar que en el fondo son individuos que se diferencian más de lo que parece. Mientras Jef Whitehead de Leviathan parece ese hombre eternamente cabreado con el mundo, Russell Menzies reconoce que es completamente compatible su música con ser marido y padre. Mientras que Scott Connor es el más solitario y receloso con la sociedad de todos, y que no niega que su música pueda influir en los suicidas.
Desgraciadamente no hay subtítulos en castellano, así que para entender el documental en su mayoría, cierto nivel de inglés ayuda bastante.
Disfrutad.





miércoles, 7 de noviembre de 2012

Absvrdist - Illusory (2012)


Lo bueno de tener un pequeño blog de música y además poner un correo para todo quien quiera envíe material para promocionar a su banda, ya sea propia o de su sello (recordad, el mail que teneis en el recuadro de vuestra derecha) es que las discográficas pequeñas no escatiman para hacerte llegar sus novedades para que les des publicidad. Lo malo es que envían tanto que es imposible mirarlo todo, y más aún cuando suelen ser bandas similares. Así que como en los viejos tiempos hay que escoger casi a ciegas y guiándose por la primera impresión para escoger algo que valga la pena... y aquí veis el resultado.
Los de Abyssal Warfare, entre muchos otros trabajos me enviaron el debut de esta banda de Grindcore con un sonido cuanto menos curioso.
Este proyecto de tan solo dos miembros, además de ser uno de ellos el batería de The Faceless, me hacía presagiar que aquí no había tan solo unos novatos con ganas de reventarles el tímpano a los vecinos a través de descontrolado Grind.
De hecho a día de hoy me sigue sorprendiendo como de un subgénero del Hardcore que en principio parecía muy limitado musicalmente, a través de diversas fusiones y mucha experimentación ha llegado tan lejos que por ejemplo, nada tienen que ver Last Days Of Humanity con Rotten Sound o Agoraphobic Nosebleed. No es que el Grindcore sea propenso para experimental, es que se mea en las fronteras de los géneros establecidos, y si no, hay que mirar las "burradas" que se han hecho en el nombre del Grindcore, algunas de ellas incluso difícilmente podrían ser consideradas música propiamente dicha, aunque eso es otra historia...
Absvrdist no van a cambiar el género, pero traen una propuesta bastante entretenida. No en la estructura de los temas, que siguen rondando el minuto, minuto y medio, menos el tema que cierra el disco, Abstract Absurdities que llega a los cuatro minutos de sobra, el único corte donde no meten acelerador a tope y lo orientan más riffs más Groove, terminando incluso con una guitarra acústica en los últimos segundos.
Absvrdist no es la típica banda de Goregrind, para empezar porque la voz se mueve entre el Hardcore y el Black Metal y no busca ese sonido gutural de ultratumba.
Los riffs también se mueven por ese espectro, haciéndonos por pensar por unos segundos que estamos escuchando esos pasajes más típicos de Dark Funeral o Immortal, hasta que un Blast-Beat 100% Grind nos devuelve a la realidad. Ejemplos de estos hay unos pocos, como Exposure, Mindless, Amongst Human, o Illusory. Lo mejor es que estos "deja-vú" a otros géneros musicales son muy breves y pronto el tema puede pasar a contener riffs más similares al Hardcore o incluso al Thrash. Podría seguir poniendo ejemplos, pero lo cierto es que todos los temas contienen esa "semilla" en ciertos instantes.
Pero que a nadie se le olvide que al fin y al cabo que la base es Grindcore y los elementos anteriores son tan sólo influencias y aquí lo que vale es poder abrirle la cabeza al de al lado con la música. Sigue siendo música agresiva, abrasiva, y preparada solo para oídos bastante entrenados en estas lindes. Pero con un envoltorio relativamente novedoso, hecho para dar un poco de variedad ante tanta batería desbocada, tanto riff hipersónico y voz ininteligible.

Nota: 7'5