Buscar este blog

domingo, 11 de marzo de 2012

Crítica de discos: Lamb Of God - Resolution (2012)


Lo de Lamb Of God es un caso meritorio. Viniendo de Norte América y teniendo un sonido un tanto "moderno" han conseguido convencer a practicamente todo el mundo, incluido al exigente oyente europeo, que debido a la recalcitrante moda del Metalcore, Deathcore, ha despreciado prácticamente todo lo que venía del nuevo mundo, olvidando muchas veces que han sido los norteamericanos quienes inventaron el sonido de la Bay Area, por no hablar de la región de Florida, donde nació el Death Metal. Después todo esto tendría su respuesta europea, qué es mejor o peor ya es otra historia. También podría decirse que Estados Unidos se lo ha buscado, por producir miles y miles bandas de un género que, por si no había ya suficiente recelo sobre el, empezó a abusar de el hasta día de hoy. Los grandes damnificados fueron todas las bandas que venían de Norte América, que muchas veces no tienen nada que ver con dicha moda, pero automáticamente se ha asociado baja calidad con América. Por no hablar la de bandas que han sido lapidadas por querer adoptar un sonido más "americanizado", vease In Flames, Cryptopsy, Lacuna Coil... nada tienen que ver unas con otras, pero esa asociación con América les ha machacado. Y eso por no hablar de las bandas que tienen un éxito aplastante en América y sin embargo no pisan apenas Europa, no hace falta ni que mencione el bagaje de este tipo de grupos.
Por otro lado también tenemos las bandas americanas de gran calidad y que sin embargo no han gozado de un gran éxito comercial, como Nevermore por ejemplo. Y curiosamente donde sí han conseguido gran éxito ha sido en.... Europa.
Por tanto vemos que las bandas procedentes de Estados Unidos no suelen tener asociadas la calidad y el éxito. Ahora toca preguntarse ¿cual fue la última banda que consiguió unir estos dos factores? Pues ni más ni menos que Pantera. Más de diez años para encontrarnos a la última gran banda americana, la última en tener el respeto prácticamente unánime en todo el mundo. Puede parecer que estoy comparando a Pantera con Lamb Of God, y la respuesta es que casi.
Es de cajón que los de Virginia son uno de los alumnos más aventajados de los añorados texanos, son una versión más embrutecida y más moderna, de ahí que sorprenda que incluso tengan el visto bueno de los puristas, al igual que hicieron Pantera hace una década. Puede parecer arriesgado, pero me atrevo a decir que con todo esto LOG están destinados a ocupar el trono dejado por los de Texas desde su desaparición. ¿Que les espera? Pues ampliar su espectro de oyentes sin "venderse" como suele decirse, y si, poder experimentar en pequeñas dosis, como es el caso de este Resolution, que esconde más de lo que pueda parecer.
Y es que la manera de empezar el disco no es para nada habitual. No hablo de la típica introducción instrumental, o que sea suave, melódica. Para nada, Straight For The Sun es lenta y muy pesada, un tema que circula entre el Groove más denso y el Sludge, y por qué no decirlo. Un tema que nunca me habría cabido en la cabeza que llegarían a hacerlo, y lo mejor de todo, no será la única sorpresa que nos llevaremos.
Ya con Desolation volvemos a oir a los Lamb Of God de siempre, cafres y ultra burros, sin experimentación y dispuestos a machacar cabezas, a diferencia de Ghost Walking, donde comienza con una corta introducción de guitarra acústica, para volver a estallar de nuevo en un tema no tan rápido sino centrado más en la parte rítmica. Groove Metal puro y duro, como podemos oir. Sin embargo hay un detalle bastante curioso en el disco, y que si nos damos cuenta, determina toda la estructura de la obra. Tenemos que avanzar un poco más para encontrar la corta introducción instrumental que responde al nombre de Barbarosa. Es un tanto extraño que hayan decidido poner una introducción en medio del disco. Esto responde a la necesidad de dividir el disco en dos partes. La primera, más en los cánones clásicos de los americanos (a excepción de la pesada Straight For The Sun) y la segunda, más experimental, y donde va a estar el mayor aliciente del disco.
Si en la primera parte del disco, temas como The Undertow o The Number Six, nos daban, en pocas palabras, lo que queríamos oir. Es a partir de Invictus cuando la cosa empieza a cambiar poco a poco, para no espantar al oyente. Empezaremos a notar que algo no es normal nada más empezar con Insurrection, con Randy Blythe permitiendose el lujo de cantar al principio de manera limpia, e incluso los riffs no son tan abrasivos y se permiten unas pequeñas dosis de melodía, algo que sorprende y se agradece, ante tanta tormenta de furia.
Pero la cosa va a más, y el ritmo principa de Terminally Unique puede recordarnos perfectamente a las bandas de Death Metal de Gotenburgo, ese riff lo podrían haber parido los actuales Dark Tranquillity de hecho.
Pero todavía queda la joya de la corona, uno de los mejores temas que han engrendrado estos americanos, el grandioso King Me. Siempre suele dejarse para el final el tema más melódico, o el más largo para finalizar el álbum, como pasó en Wrath o As The Palaces Burn. Pero es que esto va más allá, es un corte redondo, épico, que avanza poco a poco, y a pesar de sus seis minutos y medio, se pasan volando
La calmada introducción con la guitarra acústica y Randy hablando estalla en un riff acompañado por violines. Ahora es cuando a uno se le queda la cara desencajada de los bien que encajan ambos. Por supuesto tenemos esos riffs entrecortados de la marca de la casa, pero lo que uno desea realmente es que llegue ese estribillo épico que repite incesantemente King Me is killing me. Sencillo pero muy efectivo, eso sumado al contraste con las partes tranquilas lo coronan como EL tema del álbum.
Quien sabe si con este impresionante tema, y sobretodo con la segunda parte del disco, Lamb Of God estén abriendo nuevas vías que nadie ha pisado. Clones de Pantera hay muchísimos, pero Lamb Of God han demostrado ser los mejores alumnos, y tal vez ahora esta sea su oportunidad de ocupar su propio trono. Resolution desde luego, abre la veda.

Nota: 8'7