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viernes, 23 de marzo de 2012

Crítica de discos: Decapitated - Carnival is Forever (2011)


La muerte de un miembro de una banda condiciona mucho el destino de esta, e incluso puede cerrarla definitivamente. El caso que se nos viene a todos enseguida es el de John Bonham, ahogado en su propio vómito, y que significó la desaparición de los Led Zeppelin. En esos casos se suele justificar con que el fallecido era una parte fundamental de la formación y sin el no tiene sentido continuar.
Otros casos pueden ser las reticencias al sustituto del fallecido. Es el caso de Jason Newsted, que tardó años en ganarse el cariño del público, y aún así cierto sector parece que lo veía como el asesino de Cliff Burton, pero claro, son los mismos que no escuchan Metallica más allá del Master Of Puppets.
¿Pero que haces cuando en un accidente fallece tu batería, tu bajista resulta lesionado y tu cantante queda en coma? En esas se encontraba Vogg, fundador de la banda, en 2007 tras el gravísimo accidente de tráfico prácticamente se llevó a toda la banda por delante. Decapitated por entonces, dejaban de existir.
Sin embargo, el rubio guitarrista en 2009 decidió que todavía podía hacer música bajo el mismo nombre. Así empezó el reclutamiento de miembros, y la polémica, que ha ido a más tras la salida de este Carnival is Forever.
Es la eterna discursión sobre si se debería usar el mismo nombre cuando la banda ha tenido que ser hecha de nuevo. Algunos podrían pensar en la situación de Sepultura, pero lo cierto es que, guste más o menos, ahí quedaban dos miembros originales y por tanto tienen todo el derecho del mundo a seguir usando el nombre. Otra historia es que el cambio de rumbo artístico nos guste más o menos, pero en ese caso la ley está con ellos. Al igual que Vogg, fundó la banda y puede hacer lo que quiera con ella. Mustaine hizo lo mismo con Megadeth y aquí no pasó nada, es más, todo fueron alegrías.
Pero cuando ciertos sectores han empezado a echar espuma por la boca, ha sido al escuchar Carnival is Forever. Parece que lo estoy pintando como el equivalente al Load de estos polacos, pero nada más lejos de la realidad. El problema es que es distinto, no es completamente fiel al legado que dejaron estos polacos. Se tocan otros palos, otros sonidos que antes serían impensables en esta banda, y con el estatus de banda de culto que se habían ganado, sobretodo tras la muerte de Vitek, esto ha jodido, y mucho. Que nadie se equivoque al pensar que ha habido una suavización del sonido, lo que habría sido relativamente sencillo. No, han cogido una vía más experimental, con lo que estos Decapitated han sacado una obra más extraña, pero excelente aún así. Porque, no lo voy a ocultar, este lavado de cara le ha venido extremadamente bien a los polacos.
Elementos como esos riffs complejos y con mala leche, o el doble bombo atronador, siguen ahí, pero el comienzo con The Knife intuye que ya hay algo distinto. Tal vez porque Rafal Piotrowski no tiene una voz gutural tan profunda como sus antecedentes, sino que es más aguda, es más, los gritos están muy presentes en este disco. Sin embargo, el tema siguiente, United sea posiblemente el más fiel a los cánones clásicos de Decapited, si pusiesemos a Covan a las voces no se notaría la diferencia lo más mínimo. El doble bombo a una velocidad inhumana y los riffs cortados siguen siendo criminales y calman la furia de los puristas, que estallarán con el tema homónimo, donde vamos a ver a los nuevos Decapitated en acción.
Un tema que empieza demasiado tranquilo, de manera ambiental, con el bajo de protagonista, acompañado por unos suaves rasgueos de guitarra. Y cuando tarda en estallar lo hace de manera lenta, al estilo de las primeras bandas de Death/Doom. Y aunque la canción va ganando fiereza, no es lo mismo, es un tema más denso, mucho más agónico, y por si fuera poco, la entonación de Rafal tampoco es la típica del género, se aproxima más a la de John Tardy, porque aunque Obituary sean leyendas, Tardy es de las voces más particulares de la escena.
Durante sus casi nueve minutos tendrá tiempo de volver a repetir el esquema, otra vez volverá a calmarse el tema y estallará lentamente. Imposible que deje a alguien indiferente este tema que coquetea con el Doom y el Metal ambiental. Decapitated acaban de mostrar sus cartas, y tienen muy buena baraja.
Homo Sum vuelve a ser algo más tradicional mientras que 404 ya juega con riffs un tanto extraños, que nos dejan descolocados, incluso las partes más técnicas suenan distintas a los que nos tienen habituados. Se repite de nuevo esa sensación de que esto es algo distinto. Y esto irá a más con A View From A Hole con otro inicio acústico, aunque más dinámico que en Carnival Is Forever. Tema que se situa intermedio entre los nuevos Decapitated y los viejos. Para finalizar dos cortes muy distintos entre si, Pest que con influencias thrashers se revela como uno de los más furiosos del disco, y un cierre acústico con Silence que, a estas alturas de la historia, uno se espera de todo, y lo mejor es que salen bastante bien parados con este experimento. Sin embargo, después de tanto tiempo esperando una nueva obra, esto sabe a poco. Apenas 40 minutos escasos de música y ocho temas escasos. Aunque Vogg, sabiendo la que le podía caer, puede que haya decidido contenerse, para no dejar más extrañados y horrorizados a ciertos sectores. Pero lo cierto es que para todos los que consideramos que este álbum es esencial, nos hemos quedado con ansias de escuchar más de este Death con toques ambientales. Vogg sabía que tenía un papel arriesgado, que iban a comparar todo lo que hiciese con sus obras cumbre, y ni corto ni perezoso ha sabido dar un paso muy adelante. Meritorio

Nota: 9