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jueves, 18 de abril de 2013

We're doing some live recordings here...

Sirva esta entrada como homenaje a los álbumes en directo, algo que siempre me ha encantado, pero, sin embargo no muchos, y menos de edades cercanas a la mía, parecen apreciar con el mismo entusiasmo que yo (soy coleccionista de bootlegs, con eso lo digo todo). Siempre los he considerado parte esencial de la discografía de una banda. Todo grupo mítico tiene su directo mítico, o varios incluso. Iron Maiden tienen el Live After Death, Judas Priest el Unleashed In The East, Thin Lizzy el Live and Dangerous... 
E incluso están los que han forjado su imperio en parte gracias a este tipo de lanzamientos. El caso más claro, Kiss con su innumerables Alive, Deep Purple y Dream Theater con sus miles de bootlegs lanzados oficialmente, lo cual se entiende, sobretodo con los Purple, porque cada canción en cada concierto es distinta, hija de la improvisación. 
Incluso hay casos menos conocidos, como Sunn O))), con unos siete directo en 15 años de carrera. Claro, algunos de ellos son especiales, como Domkirke, grabado en una catedral en Bergen (Noruega), o Grimmrobbes live con siete pistas sin nombre y lanzado exclusivamente en cassette.
Pero quitando rarezas como esta, el álbum en directo, actualmente no está en su mejor etapa, pero ni mucho menos en la peor. Repasemos un poco la tendencia en estas últimas décadas.