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viernes, 8 de julio de 2011

Es su trabajo

Creo que todos reconoceréis al sonriente hombre barbudo de arriba. Para quien no lo sepa es Anders Friden, cantante de la omnipresente banda sueca In Flames. Para bien o para mal, In Flames han conseguido una relevancia impresionante en el panorama de la escena del Rock Duro y el Heavy Metal. Cada disco que han sacado ha generado ríos de tinta. Me remito a los hechos, con su último disco: Sounds Of A Playground Fading.
Creo que es uno de los discos (por no decir el que más) que ha generado más reseñas en webs y blogs especializados (como hay reseñas a patadas no creo que haga la mía, que con navegar un poquito teneís muchas y variadas). Pero me centro más en la opinión de la gente, que ha sido desde los que ven el nuevo disco como una evolución lógica, los que están a disgusto con este álbum, los que lo tirarían por el retrete, y los que piensan que In Flames son unos inútiles desde el Clayman.
Pero a toda esta polémica se han sumado las declaraciones de Anders sobre el álbum. Donde básicamente dicen que siguen haciendo lo mismo, y que no ha sido para tanto toda esta polémica sobre el álbum (ojo al detalle en la entrevista cuando habla sobre los riffs...).
Lógicamente a más de uno le ha faltado tiempo para echar espuma por la boca y ponerse a blasfemar. Pero es que encima no ha sido el único músico en defender su polémica nueva obra con vehemencia, es más, yo diría que este caso es bastante exagerado.
David Vincent, cantante/bajista de Morbid Angel, ante la oleada de ostias que le están cayendo a Illud Divinum Insanus (nunca he visto tanta unanimidad a la hora de criticar un álbum, y ojo, que yo fuí de los pocos que le dio un aprobado justito) declaró que han hecho una obra maestra. Ahora sí que era yo de los que echaba espuma por la boca.
Pero bajo ambas declaraciones se esconde un pensamiento común (y no, no es gilipollez supina, como alguno dirá) que consiste en defender su obra, porque es su trabajo. Es posible que no piensen realmente así, pero parte de sus ingresos vienen de vender álbumes, ya sean digitales o en formato físico, y aunque hayan hecho una mierda de trabajo, ellos se han pasado meses en el estudio haciendo esa mierda, y han puesto su esfuerzo, sus ideas, incluso su dinero. Otra cosa es que el resultado final no nos guste.
Realmente es por eso que no entiendo tanta indignación por parte de los fans porque el músico haya defendido lo que ha hecho. So hiciese lo contrario, la discográfica lo echaría en dos segundos, y si, los músicos también van al paro. Así que cuando Dave Mustaine diga que no le parece bien que lo músicos "regalen su música" o a Burton C.Bell diciendo que quien se baja discos le perjudica a él y a su familia, aunque no compartamos su opinión, tampoco debemos extrañarnos de lo que digan. Al fin y al cabo, y por mucho que en Noruega no les guste, la música es un negocio de masas, y su objetivo es vender y obtener beneficios. Algo que de mis palabras suena a la mayor obviedad del mundo, pero que olvidamos frecuentemente al encumbrar a los artistas que adoramos, y nunca viene mal recordar que en el fondo este es su trabajo, un trabajo muy atractivo a simple vista, pero que al fin y al cabo se trata de llevar dinero a casa.