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viernes, 19 de agosto de 2011

¿Ojo por ojo?

A pesar de que ha ganado 7 títulos consecutivos, y parece que ya vamos por el octavo, a pesar de que he visto a este francés en lo alto del podio demasiadas veces desde que soy aficionado a este deporte, podría parecer que le he cogido tirria, incluso odio hacia el galo. Siendo sinceros, un poco harto me tiene este aplastante dominio, pero Seb nunca ha sido una persona que me caiga especialmente mal, es jodidamente bueno, si, pero nunca se lo ha restregado a nadie, siempre ha sido un tio muy realista, aceptando tanto lo bueno como lo malo con naturalidad, y después de afirmar este fin de semana que se quedará en Citroën hasta 2013, definitivamente se ha ganado mi simpatía.
Recapitulemos: desde hace unos cuantos meses se venía especulando con que Seb podría retirarse del WRC y dedicarse a otras modalidades deportivas, como el WTCC, el DTM, o la opción que cobraba más fuerza: competir con Peugeot en Le Mans, prueba en donde ha participado en 2005 y 2006, finalizando en esta 2º.
El caso es que este año acababa contrato, y a diferencia de otros años, la renovación se hizo esperar. Espera que además se vio aderezada de comentarios por parte de Sebastien diciendo que su futuro en Citroën no era seguro, e incluso que tampoco su presencia en el WRC estaría asegurada al 100%. Huelga decir que las especulaciones sobre su futuro se expandieron cual plaga, avivadas por el mutismo del francés.
Aparte de las opciones antes citadas, otra posibilidad que se abría con fuerza era la del fichaje por Volkswagen para desarrollar el Polo R WRC de cara a 2013, es decir, el desafío de irse a un equipo que parte de cero y hacerlo campeón, tal como hiciese Valentino Rossi en Moto GP hace unos cuantos años, donde pasó de Honda, donde había ganado varios títulos, a Yamaha.
Sin embargo, esto implicaba estar un año casi apartado de la competición, limitándose a variados test y alguna competición ocasional. Por si fuera poco, Seb es ya todo un chavalote de 37 años (creo que ya tiene vello púbico y todo) y supongo que no tendrá la paciencia suficiente como para comenzar de nuevo en un campeonato donde reina con mano de hierro, y porque un año fuera puede suponer un bajón de competitividad muy considerable, como le pasó a Grönholm al volver al WRC en Portugal 2008. Y suponemos también que lo habrá hecho para dejar lugar en el equipo alemán a un piloto más joven y que tenga más hambre de victoria.
Por tanto ha escogido, a priori, la opción más segura, seguir en Citroën hasta 2013, y serán dos años más sólamente para "tener la posibilidad de parar cuando quiera" .
Eso sí, ya no creo que para entonces decida seguir, y prefiera dedicarse a otras cosas.
Aunque creo que soy de los que ven en esta opción aparentemente segura un propósito más oculto, más interesante, por decirlo de alguna manera.
A pesar de haber ganado 7 mundiales creo que Seb pocas veces se ha aburrido, siempre ha encontrado su motivación. Recordemos: Está claro que en 2004 su objetivo era ser campeón, en 2005 vencer a Solberg y su Subaru, en 2006 y 2007 derrotar a todo un bi-campeón como es Grönholm. En 2008 y 2009 su máximo rival fue Hirvonen, que a punto estuvo de quitarle la corona. Pero estos dos últimos años se ha encontrado una situación que no había tenido hasta ahora y que muy posiblemente haya sido su detonante a la hora de seguir en el equipo galo.
Desde que Ogier entró en el equipo oficial, se ha producido una situación parecida a la que en F1 se vivió con la entrada de Lewis Hamilton.

Piloto joven e impulsivo de gran talento, que tiene plena confianza y favoritismo por parte de sus jefes, y que busca destronar sea como sea al campeón reinante que además es su compañero de equipo.
La consagración de Ogier vino en 2010 cuando dio la sorpresa desde el equipo satélite de Citroën (Citroën Junior Team) ganando en Portugal y Japón, confirmando tener un talento extraordinario del que ya venía dando pistas en 2009. Triunfos no exentos de polémicas, ya que a diferencia de Dani Sordo, al que en numerosas ocasiones le ordenaron quitar el pie, a favor de su jefe de filas, Ogier no tuvo ese problema, y nunca le ordenaron que bajase el ritmo, todo lo contrario, desde Citroën se empeñaron en demostrar que el sucesor de Loeb era francés, también se llamaba Sebastien, y más importante aún, Ogier es piloto de Citroën, y de nadie más (Ford intentó ficharlo a finales de 2010).
Ya en el presente año en el equipo del chevron declararon que no habría piloto nº 1, y que ambos tendrían las mismas posibilidades, por si a alguien le quedaban dudas de quien era el favorito.
Dos rallies han sido quizás demasiado polémicos esta temporada: México, donde Ogier lideraba la prueba, y abandonó en el último tramo, debido a la presión que imponía Quesnel para que ambos Seb luchasen entre ellos a pesar de tener el doblete asegurado.
Después tenemos Acropolis, donde Ogier hizo la jugarreta de retrasarse a propósito en el tramo nocturno para no tener el marrón de abrir pista el domingo, y como Loeb salia antes, nada podía hacer, además de que no era consciente de lo que se estaba gestando, más aún porque el equipo no le dijo nada, favoreciendo así a la incipiente estrella gala.
Con todos estos antecedentes a uno no le queda otra cosa que pensar mal (y acertarás). Loeb es consciente de que es cuestión de tiempo que su tocayo le releve, sin embargo más sabe el demonio por viejo que por demonio, y es conciente de que a Quesnel no le daría mucha pena que Loeb se retirase (otra cosa es decirlo públicamente), ya que Loeb ya está cerca de la cuarentena, mientras que Ogier tiene 9 años menos, y claro, los reflejos no son los mismos. Así que Loeb ha optado por la venganza silenciosa. Retrasará su salida aún más, para que la jerarquía de Ogier tarde en llegar, obligándole a tener dos años más al enemigo en casa, además de motivar a los pilotos de Ford a ganarle (en especial a Hirvonen), ya que todavía les quedan 3 años de plazo para vencerle. ¿Que consigue Loeb? Simple y llanamente ponerle las cosas más difíciles a Ogier. Ya que seguirá motivado para demostrar que este es su territorio, y que tendrán que sudar sangre para quitárselo, además de tener a los dos pilotos de Ford a la ofensiva total, vamos que a Quesnel le crecen los enanos.
No me extraña que sus rivales apoyen su decisión, tienen motivos para ello.