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lunes, 27 de febrero de 2012

Crítica de discos: Frozen Dawn - The Old Prophecy Of Winterland (2011)


Agradable sorpresa la que me llevé con los madrileños Frozen Dawn. Supongo que sería desconfianza patria, pero no esperaba que una banda de mi mismo país pudiese hacer un disco tan redondo de Black Metal de la vieja escuela y sobretodo que sonase tan bien. Porque, amigos míos, todos sabemos que este no es un país para Metal extremo. Así que el hecho de que venga una banda que venga de tu mismo país, y consiga hacer un  álbum que suena por los cuatro costados a ese Black Metal frío, elegante, con toques melódicos, que son un claro homenaje a Immortal, Satyricon, Darkthrone o Dissection, pues es todo un alivio. Y para qué negarlo, uno en lo último que piensa es en que esta banda que suenan tan bien sean de aquí, mezcla entre mal pensar y experiencias pasadas (demasiado rock y metal casposo por estas tierras).
Desde la corta introducción instrumental nos quedan muy claras las intenciones de los madrileños, cómo va a sonar el disco, tal vez esa es la pega de todas estas bandas que tiran por la vieja escuela, el factor sorpresa en lo musical, queda descartado rápidamente. Aunque tampoco importa mucho, porque si buscas este tipo de bandas es porque sabes lo que quieres escuchar, sin experimentos extraños.
Definitivamente ya no queda ninguna duda cuando arranca Black Spells con un riff rapidísimo directamente heredado de los Immortal de At The Heart Of Winter. Pero no todo es velocidad y enseguida The Order of The Wintermoon se desvela en los terrenos de Black 'n' Roll, si, de los que hacen gala Satyricon. Como vemos, Frozen Dawn van a lo seguro y se mueven por terrenos que bien conocen, haciendo otro homenaje a otra banda a la que adoran.
Como antes comenté, el sonido es limpio y claro, sin embargo con esta buena producción me da la sensación de que se "amortigua" un poco la sensación de maldad, algo que se habría conseguido sin duda  con una producción algo peor. Sin llegar a los extremos de Darkthrone, claro está. Pero queda esa sensación de que se podía haber llegado un poco más lejos.
No todo es malo, pues una ventaja que tiene este disco es que, a pesar de ser una clara vuelta al Black clásico, no abusa de ningún elemento. Encontramos blast beast en Through The Gates Of Hell (posiblemente el tema más furioso de todo el disco) pero en ningún momento llegan a cansar, y más importante, no se usan en todos los temas, sino que se centran en momentos concretos.
Muchos momentos del álbum, como el riff principal de Calm Before The Storm siempre van a recordarnos a las bandas noruegas de los 90 (en este caso Darkthrone), lo que hará que a muchos nos saquen una sonrisa de la cara. Otro dato significativo es que abundan los medios tiempos. Véase Cold Souls  o Winds Of The North, aunque, muchas veces, el propio tema explota de rabia  y la banda pisa el acelerador. Es en ese juego entre tiempos rápidos y medios donde se mueven estos madrileños. Y ¿por qué no decirlo? Le da un toque épico que hace que parezca que estamos en medio de una tormenta de nieve en la montaña.
Por último y como sorpresa final el disco cierra con una versión de Fuel For Hatred de Satyricon. Siendo sinceros les habría venido como anillo al dedo una versión de Immortal o Darkthrone, sin embargo la jugada no les ha salido nada mal. Revelandose como una versión un poco más embrutecida de la original, y devolviendole ese aura blacker que no tiene la original, más orientada a páramos más rockeros.
Obviamente cada uno decidirá si supera a la original o no, en cualquier caso, siempre se agradecen estos detalles.
The Old Prophecy Of Winterland resulta ser un disco que entra a la primera, sin demasiadas complicaciones, y que se situa en un interesante punto medio, sin ser ultracafre (llámese Raw Black Metal) ni tampoco demasiado experimental (llámese Depressive Black, Ambient Black, o cualquier otra variante que incluya canciones de veinte minutos). Tocará esperar a la siguiente obra para saber si siguen siendo fieles a los maestros o deciden tomar un camino más propio, de momento consiguen ser bastante efectivos y no aburrir, lo que tiene mérito.

Nota: 8