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jueves, 27 de enero de 2011

Dakar 2011. Lo que importa es el camino

Acabó el Dakar hace cosa de poco más de una semana, un poco tarde para escribir una crónica, pero por compromisos estudiantiles (ya se sabe, los universitarios nunca han hecho buena pareja con Enero) no he podido escribir todo lo que me gustaría, ni seguir la prueba con todo lo la atención que debiera. Así que no espereis un análisis pormenorizado de cada día del Dakar, simplemente será otra reflexión, a título personal sobre esta edición.
Lo primero de todo. Ya van tres ediciones desde que el Dakar se celebra por tierras americanas. Cierto que no tiene la épica ni el encanto de la prueba africana original, pero es innegable que los argentinos y chilenos estan haciendo un gran trabajo, tenemos etapas iniciales de asfalto, de tierra, propias del rally de Córdoba que puntúa en el WRC, dunas, caminos pedregosos... y sumado a la lejanía del destino, creo que lo hacen más dificil que la prueba original. Eso no siginifica que me oponga a que el Dakar vuelva a su posición original.
Pero que han encontrado un buen sustituto temporal, de eso no se duda.
Aunque por lo que ha destacado la prueba ha sido por su competividad, principalmente en coches, porque en motos , Marc Coma ha ido por delante siempre y no ha tenido grandes complicaciones con Deprés. Así que enhorabuena por su tercer Dakar en motos, que se dice pronto.

En coches si que ha estado intesante. Sainz hizo válido el dicho de que "El Dakar no lo gana el que más etapas tiene" ya pasó el año pasado, ganó pero no consiguió la mayor cantidad de Scratchs, este año se ha invertido el papel y Al-Attiyah ha sido el campeón, además estaba muy motivado, el año pasado se quedó con las ganas de atrapar a Carlos, y este año ha ido a llevárselo por delante. Ha arrasado literalmente, es un piloto que lleva el coche al límite, y si está muy motivado, aún más, y lo hemos podido ver tanto como en el P-WRC, como en los Raids y en el campeonato de rallys de medio oriente, donde no tiene rival. De hecho se dice que los mecánicos de Al-Attiyah tienen miedo cuando este llega después de una etapa, porque deja machacado el coche. Como he dicho, lo lleva hasta el límite.
Pero porsupuesto, como es propio en este país, han llegado las polémicas. Sainz perdió el liderato por problemas mecánicos y posteriormente de navegación, que lo retrasaron hasta el 5º lugar, y a pesar de eso, remontó en un par de etapas hasta el podio. Pero como en este país somos unos envidiosos y unos acomplejados. No valoramos el esfuerzo que supuso acabar 3º, a pesar de todos los contratiempos (ya se sabe, si no eres 1º, eres un mierdas) y que si no hubiese sido por esos problemas, habría ganado y tal.
La solución a la victoria de Al-Attiyah es sencilla: Ganó porque se equivocó menos. Ya está, se lo merecio, ¿que tuvo suerte? naturalmente, un poco de suerte es necesaria siempre, el año pasado la tuvo Carlos y este año, pues no. Para mí ganó quien se lo merecía (y yo soy de los que iba con el madrileño). Además, creo que Sainz acabó mucho más satisfecho de su actuación, que otros que todavía andan expulsando bilis. Hasta el ha tenido la deportividad necesaria para reconocer la justa victoria de su rival.
Lo malo es que ni Carlos sabe si el año que viene competirá, e Dakar es una aventura arriesgada, y puede que le pesen los años, es un chaval.
Porsupuesto no podía acabar sin mencionar a Laia Sanz, ganadora femenina en la categoría de motos, que además esta era su primera participación, toda una hazaña. Este humilde servidor le desea enhorabuena y una pregunta ¿para cuando coches?