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viernes, 15 de abril de 2011

Crítica de discos: Arch Enemy - Burning Bridges (1999)

Hay una verdad incómoda en el mundo de la música, suele pasar en la gran mayoría de casos, y negarlo es absurdo. El cantante se acaba convirtiendo en el miembro más importante de la banda. A primera vista a muchos les puede parecer una barbaridad, y no les quito razón, no son los cantantes los que componen toda la música, es más, en algunos casos no componen practicamente nada. Pero es innegable que se acaba convirtiendo a ojos del público en la pieza más reconocible de la banda, y eso acaba repercutiendo en la música, queramos o no. Hemos oido miles de veces que si tal disco de X banda es una mierda porque no está su cantante de siempre, la etapas de bandas a veces se definen por su cambio de cantantes: la era Ripper, la era David Lee Roth, la era Max Cavalera ¿sigo?
Es por eso que cuando un cantante se va o lo echan, la banda en cuestión perderá seguidores, eso seguro,y cuando sacan un disco con el nuevo "frontman" más seguidores perderán, a la vez que ganaran otros tantos, y el resto, como se suele decir, es historia.
Arch Enemy es, posiblemente uno de los casos más llamativos. De ser una prometedora de Death Metal melódico proveniente de Suecia, a llegar al estrellato y ser conocidos por la mayor parte de la escena metalera. ¿Que pasó? Sencillo, de tener un excelente cantante como es Johan Liiva, a tener otra extraordinaria cantante llamada Angela Gossow. Si, una mujer, con mucho talento para este tipo de registros vocales que inmediatamente llamó la atención de todo el mundo.
Luego dicen que la industria no es machista...
Pero volviendo a el disco en cuestión, estamos hablando del último álbum con el último cantante, para muchos es el mejor que ha sacado la banda....y yo no les contradigo, es más soy de esa opinión. Con Liiva tenían un algo, una originalidad, una épica que ya se ha perdido hoy día, los álbumes con este hombre estaban hechos con ganas, con pasión. Sin embargo con Angela Gossow, noto estancamiento, aburrimiento, y eso se transmite al oyente. No tengo nada en contra de Angela, pero no sería la primera vez que Michael Amott se aburre con algo y lo deja, ya tiene antecendentes de ello.... La diferencia es que con Arch Enemy por primeta vez está obteniendo reconocimiento por su trabajo (y eso que esta no es su mejor época).
Con Burning Bridges se acabó una etapa, de manera brillante, puliendo el sonido de la banda, rivalizando con In Flames (que en Colony dejaban intuir lo que vendría) y Dark Tranquillity (que ese año se pusieron experimentales con Projector) y superándolos en esta ocasión.
El disco comienza de la mejor manera posible, The Immortal suena completamente a la escuela de Gotemburgo, con un riff donde no se tiene miedo en pisar más allá de las dos cuerdas más graves de la guitarra, y como no, aderezada con velocidad y esos solos hechos convibrato. Atención a la velocidad a la que canta Liiva los versos, parece que está a punto de ahogarse, pero aún así consigue finalizarlo como si no hubiese pasado nada.
Dead Inside sigue las mismas características (si también parece que va a ahogarse) solo que es un poco más melódica, puede que por el uso de guitarras sin distorsión en cierta parte de la canción, y que le queda bastante acertado.
El solo de batería que comienza, nos descubre a Pilgrim, una de las canciónes más accesibles del disco, con un estribillo pegadizo y el uso por parte de los hermanos Amott de unos solos bastante melódicos.
En el libreto de la reedición de Burning Bridges nos desvelan que Silverwing es una canción especialmente querida en Japón (veís niños como a veces es bueno comprar discos originales). Al escucharla entendemos el por qué: Partes muy melódicas, estribillo facilmente recordable, y si, facil de escucha.
Pero las tonterías se acaban con Demonic Science, bastante más embrutecida y que puede tener poco atractivo para el nuevo oyente, pero oye, ya han tenido varias canciones facilonas, ahora nos toca a los brutos del lugar disfrutar. Pero estos suecos, a los que les sobran las ideas, nos sorprenden, y de pronto nos cuelan entre tanta agresividad, una parte muy melódica, para luego volver a los cauces de siempre. ¿Alguien los entiende? Yo no, y espero que siga siendo así.
Seed Of Hate es otra puta locura parida por estos escandinavos.
Al poco de empezar la canción meten un pasaje tranquilo y ambiental, con sólo Liiva, el bajo de D' Angelo y la batería de Daniel Erlandsson, y enseguida empieza el caos y los berridos, el resto os lo podeís imaginar.
Llegamos a la canción que, si no es la mejor del álbum (tiene muchas papeletas) por lo menos es la más caótica. Angelclaw al principio parece una canción más, un riff típicamente Death melódico, pero la cosa va cambiando progresivamente y vamos a ir acelerando. Ya nos llama la atención el hecho de que Liiva usa el registro raspado (tipo Black Metal) pero enseguida muestra una de sus mejores actuaciones vocales, cuando alterna esta voz con la típica que ha estado usando durante el álbum, la gracia está con la rapidez en que lo hace, canta poco, eso sí, para dejarle paso a las guitarras de los Amott. Y de que manera lo hacen, con unos solos insultantemente rápidos y difíciles, donde deslizan los dedos por el mástil como si nada. Como he dicho, nadie sabe que se les pasa por la cabeza.
Sin embargo el álbum no acaba aquí, de manera caótica, sino de una manera muy distinta. El tema homónimo es como la destrucción después de la tormenta que ha supuesto el resto del álbum. Michael Amott dice que se inspiró en las bandas de Doom Metal: Trouble y Candlemass para esta canción. La pregunta es ¿cumple como canción de este subgénero? Si, y de sobra. Las lentas y aplastantes guitarras, junto con la triste voz de Liiva (ahora uno entiende el por qué del título del álbum) y un violin de acompañamiento crean una sensación melancólica, como si todo estuviese perdido para siempre, y poco a poco los instrumentos de cuerda van cediendo paso al piano que acaba invadiendo toda la canción hasta su parte final, que acaba de manera abrupta, inesperada.
Para acabar, en la reedición de 2009 tenemos unos bonus tracks. El primero es una versión regrabada de Fields Of Desolation, que ya aparecía en su primer álbum: Black Earth. Se diferencia básicamente en una distinta afinación y en que la canción no acaba en un fundido, sino que siguen tocando hasta el final. A mi me parece un tanto absurdo regrabar una canción tan pronto, pero supongo que responderá a que no estuvieron del todo convencidos con la versión original, pero ahí queda, como curiosidad.
También hay unas versiones de Europe, Judas Priest y Iron Maiden, bastante logradas, donde han sabido implementar su sonido sin cargarse la canción, no como hicieron hace un par de años con "The Book Of Heavy Metal" de Dream Evil, si, es muy mala.
Lo malo de este álbum es que no creo que podamos escuchar más estas canciones como tal en directo. Se habló de la posibilidad de una reunión, teniendo ambos cantantes, pero por lo visto Johan no está como para irse de gira mucho tiempo. Una época fantástica, que no volverá, pero al menos nos quedan las actuaciones en directo, porque forzar una reunión cuando no es el momento puede tener consecuencias nefastas, o si no, que se lo pregunten a Anthrax...

Nota: 9

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Crítica de discos: Carcass - Reek Of Putrefaction (1988)

Ruido

El Grindcore ha tenido siempre para mí un encanto especial, supongo que será por la falta de ataduras que tiene, toda burrada que se haga está justificada bajo la etiqueta del género, es más, está bien visto ser lo más desagradable y cazurro posible. Y lo mejor de todo, puedes darle la razón a todos los que piensan que el Metal es ruido (aunque técnicamente esto es lo más bestia dentro del Punk, no olvidemos que este subgénero nació para llevar a límites absurdos la velocidad del Hardcore). En otras palabras: el Grindcore es divertido, se puede hacer el payaso en el buen sentido de la palabra. No hay problema, que acabarás resultando jodidamente machacante y bestia (no obstante si queremos invertir el proceso e intentar sonar lo más brutales posibles sin saber lo que estamos haciendo, podemos acabar siendo unos payasos en el mal sentido, veáse el Deathcore).
Pues unos chavales de Liverpool se levantaron un día con ganas de darle por culo al mundo, y decidieron hacer la música más desagradable del mundo, tanto que no pudiese llamársele música, sino ruido, !y vaya si consiguieron su propósito!.
Desde la portada, toda una oda al mal gusto y a las ganas de provocar, nos dejaban claro que estos chicos no estaban muy bien de la cabeza, ¿o tal vez sí?. Porque aunque no lo parezca, la portada es todo un alegato vegetariano, aunque todo el collage esté hecho de carne, lo que busca precisamente es provocar una repulsión hacia esta, pues, sólo hay que ver la desagradable imagen final, y si, si alguno (que no serán pocos) se lo está preocupando, los miembros de la banda por entonces (ahora mismo desconozco el dato) eran vegetarianos.
Pero vayamos a la "música" en sí. Esto es Grincore en estado puro, ni Noisegrind, ni Pornogrind ni Goregrind, ni ningún otro subgénero absurdo inventado para que existan (si musicalmente alguien puede distinguir alguno de esto subgéneros aparte de la temática de las letras, no me vale que unas hablen de tripas sacadas y otras de pollas deformadas, que me lo comunique.)
Y es un muro infame de sonido, está hecho expresamente para hacer ruido, canciones muy cortas, ni una sola llega a los 3 minutos de duración. Las guitarras son bastante ensordecedoras, con lo que la labor de distinguir riff se complica bastante, hay algún solo eso sí, pero son pocos y cortos. En cuanto a la batería tenemos al monstruo de Ken Owen, eso sí que es velocidad, es algo inhumano a la velocidad que toca, y no, a diferencia de otras bandas Grind posteriores, no usan una máquina de percusión, lo hace todo el solito, suerte para él que las canciones son cortas...
En cuanto al bajo y la voz, el 1º es casi inaudible en ese oceano de ruido y las voces son ininteligibles y da igual que te hable de sangrientos procedimientos médicos y deformaciones y mutilaciones varias, todo ello con un vocabulario técnico, no se entiende una mierda de lo que se dice sinceramente, son unos cuantos gruñidos y gritos, pero ahí está la gracia, en hacer un album extremadamente dificil de escuchar. Obviamente si estás familiarizado desde hace tiempo con el Death, Black, Thrash y demás sonidos extremos podrás apreciar más elementos. Pero tampoco gran cosa, te seguirá pareciendo ruido pero con riffs.
Si os habeís dado cuenta no he analizado el album canción por canción, !porque es imposible! casi todas las canciones parecen idénticas, así que lo mejor es escucharlo todo del tirón, aunque cueste, aunque sea sólo la escasa media hora que dura. Tal vez la intro: Genital Grinder sea la más reconocible, gracias a que no está tan bañada por ese muro de ruido que inunda al resto de los cortes.
Lo dicho, no es agradable de escuchar, todo un desafío para los oyentes, y no, no está hecho para que guste en lo musical, y si alguien dice lo contrario, o miente o no tiene oído. Pero es normal, es el cometido de este album, lo que ellos pretendían, e hicieron un buen trabajo, al igual que harán luego al incluir en sus filas al genial Michael Amott, que daría un vuelco al Grind/Death para luego acabar convirtiéndose en una banda de Death Metal Melódico, muy similar a lo que se empezaba a hacer en Gotemburgo y más tarde haría en los tempranos pero primerizos Arch Enemy. ¿Y sabeís que es lo mejor de todo? Que quemarían cada etapa con una gran calidad.

Nota: 8

jueves, 2 de diciembre de 2010

Arch Enemy, Abigail Williams y Angelus Apatrida, Sala Q, 02/12/2009

Si, se que suena raro que publique una crítica de un concierto de hace un año, pero ya que la escribí y publiqué en una red social, días más tarde, ahora que tengo este pequeño blog y aprovechándo la efeméride pues he decidido reunirlo aquí con las otras críticas que tengo.
La crítica está hecha tal y como la escribí hace un año, no he cambiado absolutamente nada (salvo alguna falta de tildes). Lo que si ha cambiado ha sido mi pensamiento, mis gustos han variado sensiblemente, lo que quiero decir es que si este concierto hubiese sido hoy, la crítica habría variado en unas cuantas cosas. Lo que vaís a leer es mi modo de pensar de hace un año, y puede que en muchos puntos no refleje mi pensamiento actual. Por ejemplo, si antes me decantaba más por el material de Arch Enemy de la época antigua, ahora eso se ha acrecentado. Mientras que los nuevos Arch Enemy me gustan bastante menos que entonces (que no es que no me gusten, que me siguen gustando). Ahora apenas escucho la nueva época, mientras que la antigua suelo escucharla con frecuencia. Tal vez sea por mi grandísima afición por el viejo Death Metal sueco, tanto melódico, como no melódico.
Abigail Williams se llevaron una mala impresión, ahora creo que sería más positiva.
Mientras que con los Angelus Apatrida... empezaba a escucharlos por esa época, y no hay doy tanta información como quisiera hoy día. Sin más preambulos, os dejo con la crónica del concierto, sin ninguna modificación.

Sobre thrasheros, escupitajos e inmortales

Pocas veces en esta ciudad con una tasa de metaleros más bien baja, y dominada musicalmen te por el pop, la rumba, y el "flamenkito" se presentaba una ocasión excelente para ver a un grupo de renombre internacio nal (en el metal claro) aunque poco a poco nos vamos abriendo, como siempre estos conciertos se realizan en la susodicha sala Q, que está a tomar por culo de cualquier lado y en medio de un polígono industrial, y no es muy grande que digamos, y por consiguien te tendríamos una aglomeración impresiona nte de público en el concierto de los suecos, pero eso sería más tarde, ahora me ocuparé de analizar de los 2 teloneros, que acompañaban a los Amott y cia. La 1ª banda sería Angelus Apatrida, a eso de las 7:30, un thrash metal del autentico, por cierto, españoles, y además de Albacete, para quien no lo sepa, una de esas ciudades: "donde nunca pasa nada" sin miedo me atrevería a decir que es la mejor banda de España en la actualidad, y que ademas ficharon recienteme nte por Century Media.
Empezaron enseguida a meter una mala leche impresiona nte, thrash de verdad, vamos, y son los principale s culpables de mi posterior dolor cervical los días posteriore s, pocas veces recuerdo una banda que me "obligase" a hacer un headbangin g tan brutal, siendo sincero, solo puedo decir algunos temas que tocaron, como Give 'em War, Fuck You, Corrupted o Thrash Attack, pues poco había escuchado de ellos, muy simpáticos, bromeando sobre el escenario, y se merecen cláramente un 9, y que un servidor tiene una deuda con ellos, e iré a otro concierto, con el repertorio bien sabido

Los siguientes fueron los americanos Abigail Williams, sin duda un bajón de nivel, y un concierto bastante aburrido de ¿Black Metal?, el concierto solo será recordado por dos cosas: 1º por la cantidad de escupitajo s que despedía al cantar/gritar 2º todo el mundo se dedicó a saludar y hacerse fotos con los Angelus, que estaban entre el público (yo inclusive), se merecen un 6. Terminado al fin el repertorio de los Abigail, sólo quedaba esperar a la atracción principal, mientras la sala se llenaba hasta los topes, haciendo casi imposible el movimiento, y permitiend o mover solo un poco la cabeza, suerte tuve de estar en el 2ª fila, en la parte derecha.
Tras una "advertenci a" de que la gente no debía fumar antes del concierto, porque le molestaba a la cantante (imaginaos como se puso todo el mundo) al rato, sobre las 22:30 la sala se llenó de vapor de agua, se apagaron las luces, y empezó a sonar la intro: "The Root Of All Evil" llamada como el album homónimo, y lo único nuevo del album, porque para quien no lo sepa, este nuevo album consiste en versiones regrabadas de algunas de las canciones de los álbumes antiguos con Johan Liiva, solo que con la voz de Angela, obviamente el album ha tenido una gran polémica, sobre todo por parte de aquellos que siguen prefiriend o a Liiva, yo lo admito, soy Pro-Liiva (que no significa que no me guste Angela, ni mucho menos) y me parece que las canciones con Johan suenan mejor con Johan, aunque Angela ha hecho muy buen trabajo, salvo en 1 canción, con la que precisamen te empezaron: The Inmortal, ¿y por que digo esto? en la canción hace falta cantar MUY rápido, y era obvio que Angela no podía, se ahogaba, y tenía que seguir un ritmo más lento, realmente ese fué el único punto negativo del concierto, lo demás fué impecable, con un nivel muy alto en los 5 miembros. Ahorá sí, atacaban su penúltimo albúm (Rise of The Tyrant) con la pegadiza canción Revolution Begins, la cual cantó todo el mundo. Tiempo para un descaso, con Angela hablando con el público, diciendo lo típico: que si somos un público estupendo, si os sabeis todas las canciones, etc. y me sorprendió que decía algunas frases en un español bastante inteligibl e. La charla se extendió más de lo deseado, debido a problemas tecnicos en una de las guitarras (la de Michael Amott) despues de solucionar los, tocó el turno para Ravenous, con toda la puta sala botando y volviendos e loca, creo incluso que un chaval se cayó y se partió algo. Depués vinieron Blood On Your Hands y My Apocalypse, bien interpreta das pero dos canciones sin más, creo que podían haber elegido otras 2. Turno para otra pausa, presentand o otra canción "nueva" con el comentario más acertado de Angela, que seguro que a más de uno le sacó una sonrisa: "¿Teneis el nuevo album, o por lo menos lo habeis escuchado? algunos os lo habreis bajado por iTunes" y no hace falta decir con la cara que puso, ya se sabe, a buen entendedor ...
Continuaro n con Demonic Science, del Burning Bridges, la conocida Dead Eyes See No Future, y un pequeño solo de batería, que deja ver la gran calidad de Daniel Erlandsson . Siguieron con I Will Live Again, y una canción "dedicada" a la navidad: Bury Me An Angel (el título lo dice todo) para seguir con Taking Back My Soul, y si por algo se caracteriz an los guitarrist as suecos de Death Metal Melódico, es por su calidad, así lo demostraro n los solos que vinieron de Chris y Michael. Tras este solo atacaron con Dead Bury Their Dead, para mi gusto de las mejores del repertorio, que dejaba paso a la última canción, el himno We Will Rise, como muchos himnos, bastante sobrevalor ada a mi parecer, que no mala, que sirvió para tener a toda la sala cantando cada estrofa de la canción, solo quedaba que tocasen un trozo intrumenta l de la vieja canción Bridge of Destiny, para acabar.
O no, todavía quedaban los bises, enpezando por la corta, instrument al y muy melódica Snowbound, para ahora ir con Nemesis, diria yo que la mejor canción que han hecho con Angela, y personalme nte mi favorita, para terminar, ahora sí, con un trozo instrument al de Fields Of Desolation.
Acabado el concierto solo queda esperar que otros grupos, como Dark Tranquillity o Morbid Angel, vengan, o tambien que vuelvan Arch Enemy, porque como Angela dijo al final: "Volveremos y muy pronto" esperamos que sus palabras no caigan en saco roto, porque si nuestra impresión de ellos fué buena, espero que la suya de nosotros también.