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jueves, 29 de septiembre de 2011

Crítica de discos: Machine Head - Unto The Locust (2011)

Cuando hace un par de días reseñé el último disco de Anthrax comenté la enorme expectativa que había. Bien, con lo nuevo de Machine Head hay una expectación igual o mayor, aunque por otras razones más positivas.
Anthrax llevaban 8 años sin editar nada nuevo de estudio, Machine Head sólo la mitad, pero es que los antecedentes eran impresionantes, hace 4 años se editaron esa obra maestra llamada The Blackening, y claro, el liston era tan apabullantemente alto que toda la atención se centraba en si Unto The Locust superaría esa obra, cosa francamente demasiado dificil. Eso posiblemente haya sido una losa enorme que ha perjudicado a esta "langosta" de los de Oakland. Las comparaciones entre The Blackening y este Unto The Locust han sido, son y serán constantes, algo comprensible, no sólo por la calidad del predecesor, sino también porque Machine Head han continuado la senda de The Blackening, no han introducido grandes cambios, algo que puede ser malo..... pero los californianos están tan cómodos en este camino que lo bordan. Unto The Locust no es tan bueno como el predecesor, pero sigue siendo un grandísimo disco, con todas las letras. No han evolucionado mucho, cierto, pero la calidad se mantiene muy alta, es más, si este disco hubiese salido en 2007, os aseguro que MH habrían tenido a todo el mundo comiendo de su mano.
Hay cambios, claro está, pero no se aprecian hasta el segundo tema, porque I Am Hell, encargada de abrir el álbum tiene la misma estructura que Clenching The Fist Of Dissident.
Tema largo, que empieza de manera amable para después arrasar como una apisonadora con todo. Riffs rapidísimos y abrasadores, solos de guitarras dobladas y un tanto virtuosos... y acabar con un final fundido. Vamos, a lo que nos tienen acostumbrados. Es con Be Still And Know donde podemos apreciar ya ciertos cambios, en forma de estribillos melódicos, con ese tono épico que hace que se te incruste en la cabeza y quieras volver a oirlos constantemente. Cierto que hoy día se abusa de los estribillos melódicos, sobretodo en géneros que no son muy apreciados por aquí, pero que nadie se preocupe que MH no salen mal parados, es más, muchos deberían aprender de cómo se deben hacer las cosas. Aunque la presencia de The Blackening sigue muy presente y hay ciertos riffs que nos recuerdan a otros ya vistos.... (a buscar).
Locust, además de darle título al álbum, es la típica canción que hacen los americanos hoy día, tal vez por eso fue elegida como single de adelanto. Inicio tranquilo, guitarras dobladas, cambios de ritmo, etc.
This Is The End es otro tema curioso, con una corta introducción acústica rota totalmente por un riff rapidísimo, al que incluso se le aprecia cierto aura black-thrash, incluso tenemos algún pequeño blast-beat rondando por ahí....
Pero donde se hace algo realmente distinto es en Darkness Within. Si This Is The End tiene una pequeña intro acústica, aquí se explota más ese detalle, de hecho en la edición especial del álbum contamos con una versión totalmente acústica del tema, y ya sea con la versión electrica del tema o la acústica, Machine Head salen muy bien parados, es más, canciones tan melódicas como estas puede que sean el camino a seguir para el siguiente álbum, porque se les da bastante bien, más de lo que muchos esperarían.
Los dos últimos temas son ya más familiares para los seguidores de Machine Head. El penúltimo: Pears Before The Swine, suenan a Groove Metal machacón, como el que podían mostrar en Burn My Eyes o The More Things Change. Mientras que This Is Who We Are recuerda a A Farewell To Arms, quitando el comienzo protagonizado por un pequeño coro de niños que contrasta con la grave voz de Flynn, lo demás sigue igual, tema largo y pesado que acaba desembocando en un final tranquilo a base de violines.
Por último en la edición especial tenemos dos versiones, The Sentinel de Judas Priest, y Witch Hunt de Rush, más la acústica de Darkness Within. Poco que decir aquí, versiones embrutecidas de las originales, vamos, adaptadas al estilo de Machine Head, sin hacer ningún atropello con los temas.
Por tanto Unto The Locust no es el álbum más original del mundo, pocos cambios con respecto a su predecesora, lo que sería criticable.... pero es otro álbum que engancha como pocos a pesar de su extensa duración, cosa difícil de conseguir actualmente, y más aún con esta calidad, fuera de toda duda.
Por mí, si siguen creando álbumes tan adictivos, pueden seguir repitiendose todo lo que quieran.

Nota: 8,8

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Conjeturas

Ayer se cumplió un cuarto de siglo de la muerte de Cliff Burton. Sinceramente no voy a pararme a decir que si era muy buen bajista, que era un tío muy simpático, que se murió en Suecia, todo eso ya lo sabeis y habrá 1.000 blogs que os lo digan.
Simplemente diré que si Cliff hubiese visto a los Metallica de hoy día, creo que no se escandalizaría, posiblemente le daría igual, era un tipo abierto de miras, le daba igual lo que pensasen o dejasen de pensar el resto. Igual el álbum ...And Justice For All no habría existido, pero sí el Black Album o los infames Load y Re-Load. Aunque esto son nada más que conjeturas a título personal que nunca sabremos si son ciertas o no. Porque al final del día lo que cuenta es que el no está aquí, y lo demás no importa.

Sigue soñando en la ciudad de R'lyeh, Cliff.



lunes, 26 de septiembre de 2011

Crítica de discos: Anthrax - Worship Music (2011)

Uno de las frases que más odio en el mundo a la música es "En este disco hemos vuelto/han vuelto a las raíces" Porque en un 90% de las veces no se cumple, y esto no significa que x banda saque mal disco (que también ha habido casos sangrantes), simplemente mienten a un fan que, muy ingenuo el, que imagina de nuevo a su banda en su máximo esplendor creativo. También hay que decir en defensa de los artistas que muchas veces es el público el que dice la susodicha frase, a veces sin haber escuchado el disco más allá de un corte aislado, y es el propio músico quien dice otro tópico, aunque este por fortuna no tan mentiroso: "Cada disco nuestro es distinto al anterior".
El que haya sido un poco listo ya sabe por donde van los tiros. La famosa frase de las raíces ha sido una de las consignas con las que se han armado ciertos fans de Anthrax, mientras que la banda, lógicamente se ha dedicado a promocionar el disco de una manera habitual: que si es muy bueno, es muy potente, bla, bla, ya os imagináis el resto.
Así que seré claro, esto no es un nuevo Among The Living, ni se le parece. Puede que tenga cierto parecido con el Persistence Of Time, pero no tanto como algunos dicen. Este álbum tiene un toque de Heavy Metal más clásico, aunque claro, esos 8 duros años de travesía por el desierto, han dejado trazos de lo que ha sido Anthrax en estos últimos 8 años. Me explico, tenemos ciertos toques Thrash, Groove, alternativos, vamos, una mezcla de lo que han estado haciendo los de la gran manzana. Por ejemplo: Se ha comentado que este álbum estaba hecho para que cantase Bush. Si y no, en algunos temas, como The Giant o en Crawl, piden a gritos ser cantados por el ex-cantante, sin embargo otros como Fight 'em 'till You Can't no me lo imagino de otra manera que no sea con Belladona.
Se puede decir todo lo malo que queráis de este Worship Music, pero no se puede negar que es variado. Incluso el álbum empieza (obviando la intro) con un blast-beat en Earth on Hell, si uno no sabe lo que le están poniendo, perfectamente podría pensar que está escuchando a Behemoth o a 1349. Dicha sensación sólo dura unos segundos, porque enseguida la voz de Belladona nos recuerda donde estamos. Este el el tema más Thrasher que vamos a encontrar, y tampoco es que sea precisamente Testament, podemos clasificarlo como Thrash Melódico, pero eso es todo, así que si alguien a estas alturas sigue con la idea de Among The Living 2 puede ir quitándoselo de la cabeza. Aunque claro, Anthrax siempre han hecho lo que les ha dado la gana, este no iba a ser el caso....
Hay temas que, como comenté antes tienen un aura de Heavy Metal más clásico, como Judas Priest, claro homenaje a los autores del Acero británico, tanto en la letra como en la música.
Es un buen álbum si, pero con altibajos, no sólo me refiero a temas concretos que pueden ser un tanto mediocres, como The Devil You Know, o la aburrida Revolution Screams, tema que podía haberse quedado en 3 o 4 minutos, no en 6 repetitivos minutos que saturan demasiado. Me refiero a que tanta intro sobra (3 tiene si no me equivoco), cuando perfectamente se podrían haber aportado y juntar con las canciones normales. Salvo casos excepcionales como el Demonoir de 1349, el uso excesivo de las intros suele fastidiar el ritmo del álbum.
Pero no nos engañemos, es un buen álbum, con sus puntos positivos como esa enorme Crawl que se desmarca con diferencia de las demás, o la pegadiza Fight 'em 'til You Can't, pero con momentos monótonos que baja la calidad.
Disco un tanto decepcionante, sobretodo con la publicidad que se le está dando y las comparaciones que están surgiendo.
Ya sea con Bush o con Belladona, Anthrax son capaces de más, aunque igual si no les da por hacer nada raro en los próximos meses, estos sean los cimientos de una obra mucho mejor

Nota: 7,4

martes, 20 de septiembre de 2011

Crítica de discos: Melechesh - The Epigenesis (2010)

Decía un amigo mío que hoy por hoy, en Europa y América (si, incluyo Sudamérica) esta todo inventado, y que había que irse más lejos para encontrar algo nuevo en este desgastado género musical. Precisamente fue él quien me descubrió la banda de la que estoy hablando: Melechesh, que son de nada más y nada menos que de Israel, país que resulta un tanto inusual al pensar en Heavy Metal, pero ha dado lugar a bandas inusuales y grandiosas, como Orphaned Land, Salem, o los propios Melechesh. Pero lo que más mérito tienen todas estas bandas es el simple hecho de salir adelante en un país tan conflictivo como Israel, donde siempre andan en el filo de la navaja, y aunque es un país occidentalizado, el Heavy Metal no es tan visto con tanta permisividad como en Europa, así por ejemplo la banda que nos ocupa tuvo que desplazarse definitivamente a los Países Bajos para poder seguir adelante. No sé si tendrá algo que ver, pero los israelies siguen sacando discos de gran calidad, y este Epigenesis es la confirmación de su enorme calidad.
Aquí no han hecho ninguna revolución sónica (cosa que dejamos para sus primeros discos), sino que simplemente se dedican a perfeccionar su fórmula, Black Metal con muchísimas influencias de la música de Medio Oriente y de su Israel natal, que es lo que les ha hecho distintos de las demás bandas que practican un estilo similar.
Como resultado tenemos un álbum bastante variado para lo que es un estilo tan relativamente cerrado como es el Black Metal, y que incluso teniendo en cuenta que la mayoría de canciones tienen una duración cosiderable (el tema homónimo final llega a los 12 minutos de duración) no es un disco que aburra para nada, nada más lejos de la realidad, a medida que vamos avanzando en el álbum más fácil es de escuchar, cosa difícil pues precisamente en los álbumes de Metal extremo nos van saturando a medida que pasan las canciones.
El álbum arranca con Ghouls Of Nineveh, típico tema de Black Metal melódico, riffs largos, algún blastbeat, etc. poco indicativo de los que hacen Melechesh, a la que le sigue Grand Gathas Of Baal Sin, donde poco a poco vamos a ir desarrollando en la canción esas influencias orientales tan típicas de esta banda: la percusión, los coros masculinos o un sitar de fondo. Sacred Geometry por el contrario sigue la senda del Black Metal melódico, y no hace uso de los elementos antes citados. Los cuales se harán más presentes a medida que avancemos. Como podemos ver The Magickan And The Drones, con ese inicio tan peculiar, donde volvemos a oir el sitar de fondo, o en Mystics Of The Pillar, tema donde Melechesh usan todos los elementos a su alcance para no aburrirnos a lo largo de los 8 minutos que conlleva el tema. La influencia oriental ya será absoluta con la instrumental When Halos Of Candles Collide. Todo un acierto haber incluido el tema a estas alturas para darle un respiro al oyente ante tanto estruendo sonoro. Es un tema ambiental cuanto menos curioso, que quiere trasladarnos al paisaje de las Mil y una noches. Aunque todo este tema quedará en un espejismo cuando le sigue Defeating The Gigants, Black Metal puro y duro, de ese que duele a los oídos y tiene una base rítmica demoledora, ni melodía, ni ninguna tontería, un corte sin concisiones de ningún tipo, hecho para hacer sangrar al público en los Mosh Pits.
Después seguirán Illumination: The Face Of Sham, y Negative Theology, que son los típicos temas a los que los israelitas nos tienen acostumbrados, para continuar con A Greater Chain Of Being, otra canción donde deciden colgar las guitarras eléctricas e irse a hacer música a Mesopotamia.
Y al fin, el mejor tema de todo el álbum, por si era difícil escoger un tema entre tanta calidad.
The Epigenesis coge todos los elementos del disco, los resume y te da con ellos en la cara a lo largo de sus 12 largos minutos. Tenemos de todo, desde el comienzo demoledor, pasando por el interludio más calmado, hasta cuando vuelve la furia de nuevo, incluso tenemos un mini solo de batería y todo. Todo ello con el aura única que le dan los chicos de Israel.
The Epigenesis es un disco que sorprende bastante a los que nunca han escuchado antes a la banda, mientras es que ya conozca su trayectoria desde hace tiempo, creo que saldrán bastante satisfechos que esta proclamación de identidad. Al alcance de pocos está el poder afianzar tu propio sonido, cosa muy dificil hoy dia con cientos y cientos de clones. Muy posiblemente a los israelitas no tarden en crecerles los enanos, aunque tal vez sea necesario para los europeos y los americanos mirar más allá de nuestro ombligo de vez en cuando, tal vez nos demos una sorpresa y quizás aprendamos de todo esto.

Nota: 9

sábado, 17 de septiembre de 2011

Crítica de discos: ICS Vortex - Storm Seeker (2011)

Para qué nos vamos a engañar, cuando acepté el pedido de reseñar este disco no tenía ni idea de que iba a encontrarme. Ya conocía, obviamente al ex-bajista de Dimmu Borgir y la aportación que hacía este a la banda noruega, y aunque nunca he sido muy fan de la música excesivamente recargada de Dimmu Borgir, siempre me pareció la suya una voz agradable, aunque eso no quita que verlo sin toda la parafernalia de los noruegos alrededor, me sea cuanto menos, bastante raro.
Pero por suerte o por desgracia, poco o nada tiene que ver la nueva banda del cantante/bajista con lo que nos tenía acostumbrados en Dimmu Borgir, es decir, ni grandes arreglos orquestales ni riffs impregnados en Black Metal. No, en sulugar tenemos un Heavy Metal de corte mucho más clásico, más sobrio y con algunos toques progresivos y power metaleros, que conociendo la voz de ICS Vortex es lo que más le pegaba.
No obstante hay algunas reminiscencias a los que hizo en el pasado, algo comprensible. La canción que abre el disco The Blackmobile es un ejemplo claro, donde al afinar el oido encontramos riffs con cierto aura "blacker", eso sí, de una manera mucho más relajada, para que os hagais una idea, algo un poco más suave que lo que hizo Demonaz (letrista de Immortal) en su disco March Of The Norse. Reminiscencias digo, porque no tiene la intensidad y mala leche que tiene ese álbum, por no poner de ejemplo algo como Immortal.... No es que sea algo malo, ni mucho menos, simplemente parece un recordatorio de donde viene uno.
El resto del álbum tira por una corriente mucho más épica, que incluso podrían recordarnos a cualquier banda de Power Metal europea de primer nivel, aunque sin tanto predominio de teclados, eso sí.
Vease Odin's Tree, que no oculta su temática vikinga, o Aces, con esas guitarras dobladas de la escuela de Iron Maiden. Incluso gracias a los teclados de Skoal! podríamos identificarlos con algo de Folk Metal, tipo Turisas o Korpiklaani.
Pero es ese toque épico y conmovedor el que impregna en todos los cortes del disco, incluso en temas más Hard Rockeros como Windward o Flaskeskipper, y en especial en el tema que de título al álbum, el más largo de todos con unos 6 minutos de duración, pero que es un pequeño resumen la más tranquila de todo el disco, donde no contamos con guitarras distorsionadas, sino con una batería nada agresiva y unas guitarras limpias con bastante aire blues y progresivo, y sí, si alguien lo está pensando, falta cambiar la aguda voz de ICS Vortex por una más grave y tenemos un tema de Opeth, perfecto para ser incluido en el Damnation o en el Heritage que saldrá en breve (y que ya ha generado polémica). Gran tema y que seguro, se convertirá en la favorita de muchos fans de este noruego, que me consta que los tiene a patadas.
Ya para acabar, aunque no he comentado todos los temas, pues creo que todos siguen la misma linea, y con lo que he dicho os podeis hacer una idea, destaca la curiosa outro de The Submariner, compuesta enteramente por teclados electrónicos ambientales, en plan (salvando las distancias) Jean Michel Jarre (típico tema que ponen en Milenio 3 de fondo para hablar de OVNIS), que sospecho que habrá sido una de las mayores influencias del rubio cantante noruego.
Como veis, este álbum ha servido como campo de juegos a ICS Vortex, que libre de limitaciones ha hecho básicamente lo que le ha dado la gana, cosa que es bastante buena si sabes qué quieres hacer, y, más importante, tienes capacidad para ello. Un buen álbum, sin duda, al que habría que reprocharle que las voces tengan ese tono monótono agudo que a la larga cansan un poco. Pero claro, esa es una de sus señas de identidad a la hora de cantar. Aunque le hemso visto en registros un poco más graves, no sería descabellado pedirle para el siguiente álbum que lo bajase un poco. No obstante, buen álbum, sólido y con las ideas claras, que muchas veces eso se echa de menos

Nota: 8

viernes, 16 de septiembre de 2011

Diferencias

Por fin volvemos a la carga tras un breve parón por cuestiones académicas, que espero se resuelvan de manera satisfactoria, y no os preocupeis por los pedidos, sigo teniéndolos en mente, aunque tardarán un poco, pero no me he olvidado.
Volviendo a la última prueba del WRC, voy a admitirlo: hacía mucho que no me divertía tanto con una prueba, en especial en esta temporada, donde todo tenía ya un aburrido tono rojo, azul y blanco demasiado previsible.
Pero esta vez ha sido muy distinto, la lluvia torrencial que cayó el primer día dejó los tramos hechos un lodazal. Así los pilotos de Citroën, tanto Loeb como Ogier (contra un árbol) cayeron, a lo que le siguieron problemas para Henning Solberg, Daniel Oliveira o Evgeny Novicov (aunque estos tres últimos fueron en días posteriores). Como consecuencia hemos visto una clasificación atípica en lo que va de año, con Mattew Wilson en la 4ª plaza, Khalid All Qassimi en la 5ª y el recientemente coronado campeón del P-WRC Hayden Paddon en la 6ª plaza (¿cuanto tiempo hacía que un Subaru no puntuaba tan alto?). Por delante algo más habitual: Hirvonen, Latvala y Solberg. Alguno dirá que los Ford han ganado porque los Citroën se habían estrellado. Algo cierto en parte, pero lo que parecía un nuevo golpe de suerte para los franceses, como fue la lluvia que les quitaba las desventajas de abrir pista, se convirtió en su condena, a los Ford eso no les afecto, esa es la diferencia. Ganaron porque supieron aguantar las malas condiciones, parece una obviedad, si. Pero es una obviedad que se suele olvidar. Las condiciones eran pésimas como relataron todos los pilotos, pero ¿quienes acabaron en la cuneta? . Premio justo para Ford, que incluso podría haber sido aún mejor si Loeb no hubiese quedado 10º y ganado el Power Stage, 4 puntos que ahora son una nimiedad, pero en Gales puede pesar mucho. Bien lo sabe Mikko Hirvonen por su experiencia de hace dos años.
Sea como fuere el campeonato gana la intensidad que perdió hace tiempo. Tanto Mikko como Ford se acercan a Citroën cuando todo parecía sentenciado. Todo un chute de moral. Sin embargo las cosas siguen muy dificiles para el óvalo azul y su primer piloto. 15 puntos en tres pruebas restantes no son demasiados, salvo si tu oponente ha ganado 7 campeonatos del mundo consecutivos, y no creo que en los próximos rallies, que encima dos de ellos son sobre asfalto, Loeb ande muy por detras ¿Que tienen a favor los Ford? Primero que el Fiesta está muy cerca de los DS3 en asfalto. En Alemania lo pudimos comprobar por poco tiempo pues una tromba de agua y una mala decisión de neumáticos retrasaron bastante a los finlandeses, segundo porque cualquier cosa puede pasar, y una avería mecánica o una salida de pista pueden dejar las cosas muy jodidas para Citroën, y tercero porque tal vez los franceses tengan al enemigo en casa. Todos sabemos lo impulsivo y desobediente que es Ogier, que estará espoleado y cabreado con su equipo al obligarle a frenar para que Loeb se llevase los pocos puntos y encima no ganar el Power Stage. Cero puntos, menos posibilidades de ganar un título y el mensaje de Citroën de que el nº que tiene en su coche se lo puede ir aplicando, y si a eso le sumamos que muchas fuentes le situan como un tránsfuga, no sería descabellado ver a un Ogier kamikaze contra su propio equipo, si antes no se estrella, porque cada vez que va líder parece que pierde el culo y le puede la presión.
Pero esta posición no es nueva para Ford, es muy similar a lo que pasó en 2009, donde poco a poco, pasaron de ver una racha increible de 6 victorias de Loeb a perder el campeonato por sólo un punto, supongo que Mikko se encontrará muy motivado para lograr la machada. No les veo ganando en Alsacia, pero si el coche está lo suficientemente desarrollado, tal vez él o Latvala ganen en Cataluña, dificil pero no imposible. Lo de Gales ya sería otra historia, en el barro y con la lección aprendida y si hay opciones reales de ganar, tal vez el nº1 cambie por fin de piloto. Pero como habeis visto he tenido que hacer muchas conjeturas, con lo que los favoritos siguen siendo los mismos, aunque ya no sea algo que esté garantizado.
Otra polémica del fin de semana han sido las ordenes de equipo en Ford, las que obligaron a Jari Matti a frenar para ceder su victoria. No sé cuanto por qué cuanto revuelo, las decisiones del equipo inglés no han sido nunca tan esperpénticas como las de los franceses, es más, por no usarlas en Cerdeña en 2009 tal vez Mikko no hubiese perdido el campeonato.
Volvemos a las diferencias, mientras que los dos pilotos de Ford son amigos, y han declarado que si tienen que sacrificar la posición para ayudar a su compañero y al equipo, y sin quejarse, a pesar de que ninguno ha sido campeón del mundo aún, lo que podría motivarles a pisarse la cabeza mutuamente en cualquier momento. Este compañerismo no se vive en Citroën desde la llegada de Ogier, donde cada orden de equipo es un circo, con pataletas y rencores varios, no parece que su relación sea tan buena como la de sus rivales, desde luego. Precisamente pueden ser estas diferencias las que marquen la linea a final de temporada.


domingo, 11 de septiembre de 2011

Anthrax y la larga travesía por el desierto

El próximo 13 de septiembre saldrá el que posiblemente sea el álbum más esperado del año y en el que más expectativas hay puestas. Han sido 8 años de silencio en cuanto a materia de estudio, pero finalmente Worship Music, el nuevo opus de Anthrax ha llegado, pero no estoy aquí para reseñar el álbum, de momento, pues se supone que aún no ha salido, y nadie lo ha oido ¿verdad?. No, estoy aquí para ofrecer un análisis, un punto de vista distinto sobre lo que ha hecho Anthrax en estos últimos 8 años, que ha sido bastante más extramusical que otra cosa, y sobretodo porque, nada es lo que parece, ni los buenos son tan buenos, ni los malos tanto.
Recordemos todos los hechos: En 2004 Frank Bello, tras dos décadas en la banda como bajista, decide irse y poco después ingresa en Helmet, su reemplazo es Joey Vera, compañero de John Bush en Armored Saint es su sustituto temporal.
Al año siguiente, tras numerosos rumores, Anthrax se reunen con Joey Belladona, cantante de la época clásica de la banda en los 80, Dan Spitz, ex-guitarrista que decidió irse un dos después por propia voluntad para dedicarse al negocio de la fabricación de relojes, y Frank Bello, que recorre el camino inverso al que hizo el año anterior. Mientras que Rob Caggiano y John Bush (Joey Vera nunca fue considerado miembro oficial) no son expulsados, simplemente son apartados durante esos dos años.
La razón de la reunión surgió debido a una propuesta de Sharon Osborne de encabezar el Ozzfest de 2005 a cambio de que la alineación clásica se reuniese, hecho totalmente constatado y nunca negado por Scott Ian y compañía. Como es lógico, el sector de fans que no tragaba a los Anthrax de los 90 saltaban de alegría.
Es después de la reunión (2007) cuando se desata el caos. Caggiano decide volver a su puesto, ya que Spitz no tenía la menor intención de volver al ritmo de estar en una banda, mientras que Bush, decide irse de la banda, ya que nunca estuvo de acuerdo con la manera en la que se realizó la reunión, y por orgullo no quería volver como si no hubiese pasado nada.
Así que este Worship Music empezó a componerse sin cantante, hasta que decidieron contratar al desconocido Dan Nelson. Todo bien hasta que tras unos cuantos conciertos y una gira en camino estadounidense en camino, esta debe cancelarse por enfermedad de Nelson. De nuevo se disparan los rumores sobre su salida, lo cual se confirma poco después.....y con el disco completamente acabado y casi con la fecha de salida puesta, y ya estamos en 2009 y otra vez sin cantante.
La solución la encontramos en otra reunión, pero con Bush. Esta reunión sólo comprendería una serie de festivales europeos, a lo que le sigue una lógica oferta para continuar en la banda y finalizar el disco con el. Pero sorprendentemente a Bush no le hace gracia cantar un álbum en el que no ha tenido nada que ver en su creación, y decide irse por donde vino. Y vuelta a empezar.
Pero finalmente deciden contactar con Belladona en 2010, cinco años después de su reunión para el Ozzfest. Belladona no pone pegas y el resto lo podremos oir el próximo 13 de septiembre.
Sin embargo esta historia comienza realmente mucho antes.
Estamos a finales de los 90 y Anthrax y el Thrash Metal en general pasan por sus horas más bajas, mientras que bandas míticas como Exodus o Forbbiden crian malvas, Metallica sigue amasando millones con la soporífera saga Load/Re-Load, Megadeth prueba las mieles del éxito reblandeciendo su sonido, y Slayer se entretiene con pequeños experimentos, que no son nada del otro mundo, lo mismo de siempre con pequeñas variaciones, a los neoyorquinos no les va nada bien, sus álbumes de corte muy experimental, pero de excelente calidad como son Stomp 442 y Volume 8, no tienen el aprecio del público general, que no saben ver lo jodido que es hacer álbumes con tantas influencias y tan difíciles de catalogar (Groove Metal, Metal Alternativo, Rock Duro...) cuando muchos otros han caido en este sentido. A esto se le une el asesinato del hermano de Frank Bello, por un robo callejero, y la expulsión de la banda por parte de su discográfica, lo que provoca que Volume 8 sea autopublicado. Todo ello hunde la moral de la banda y los hace tomarse un tiempo de descanso. Sin embargo en 1999 empiezan a surgir rumores de reunión con Belladona, sólo que de manera distinta a lo que sería el 2005, con Bush y Belladona repartiéndose la labor, no obstante Anthrax nunca negaron que a pesar de expulsar a Joey, la relación siempre fue buena. Pero a pesar de la buena voluntad de todos, el proyecto de gira se queda en una colaboración en el nuevo recopilatorio de Anthrax, con el tema Ball Of Confusion. Este fue el primer fallo de Anthrax, tenían una oportunidad única de resurgir como un tiro, ganarse de nuevo la confianza de los viejos fans y sobretodo cuando todos, incluido John Bush, estaban dispuestos a hacer la reunión del modo comentado antes. Desconozco las razones que impidieron llevarse a cabo la reunión, pero era ese el momento, y no en 2005, porque Bush se negó en rotundo a hacerlo de ese modo, puede que fuera egoismo, pero es miembro de la banda y tiene derecho en hacerlo. Lo que no tenía derecho Scott Ian (que muchos apuntan a que fue el principal artífice de la reunión de 2005) es de pensar en sus propios intereses y sobretodo en su bolsillo, cuando debe de dar preferencia a los que son los actuales miembros de su banda, y no los posibles. No se puede culpar a Sharon Osbourne, pues ella, que ha demostrado ser una excelente empresaria en numerosas ocasiones, vio claro el filón, aceptar la "invitación" era cosa de Anthrax, cosa que hicieron visto lo visto. Así que ellos mismos se metieron en el agujero de 2007, ese que los dejó sin cantante, y tanto les hundió, como suelen decir. Creo que era de preveer que Bush tenía mucho orgullo y no iba a volver con el rabo entre las piernas. Fallo, y muy gordo de los neoyorquinos.
A este fallo se le uniría otro, y peor aún, la salida de Dan Nelson, y sobretodo de la manera que se hizo, bastante tópica y cobarde. Para empezar porque se inventaron una enfermedad del chaval para retrasar una noticia obvia, y luego decir que fue él quien se marchó. A lo que le siguió otro cruce de declaraciones por parte de Nelson, explicando que él no se fue, lo echaron.
Por más que lo intento, sigo sin verle la lógica, a ver, puedo entender que la necesidad de buscar cantante pueda hacerte buscar al incorrecto, pero ¿darte cuenta de eso cuando has acabado el álbum, en serio te has dado cuenta tan tarde? Simple y llanamente me suena a cagalera, a miedo a que acribillen a balazos tu álbum sólo por tener un cantante nuevo, ya les pasó con Bush y el Sound Of White Noise, aunque ese álbum era brillante y se merecía todas y cada una de las ventas que facturó. Lo que demuestra la enorme inseguridad de Anthrax con su entonces nuevo cantante, y es una actitud que me extraña, porque los americanos nunca han tenido miedo a innovar, es más, siempre han sido proclives a ello, pero esa manera tan patética de echarlo no le hace bien a la reputación de nadie, y hundirte un poco más en tu propio hoyo, el mismo que tú has cavado.
La reunión de Bush en 2009 fue sin duda un éxito, pero sin embargo fue algo que tenía unas consecuencias previsibles y que creo que se podía haber evitado. Gran idea la de contratar de nuevo a John, porque ha demostrado ser el cantante más versátil de Anthrax (y no digo el mejor para no ganarme más enemistades) y el que tiene mejor consideración incluso dentro de la propia banda (ojo cuando le preguntan cual es el mejor cantante que ha tenido Anthrax) sin embargo, si Bush se fue en 2007 por orgullo, creo que era previsible que hiciera lo mismo esta vez y no participase en un álbum en el que nada ha tenido que ver. Si soy sincero no me gustó la actuación de Bush en este caso y dejarles tirados, aunque es totalmente respetable y lógica, sobretodo porque casi exigía a sus ex-compañeros hacer el álbum de nuevo, y Anthrax ya no estaban para ponerse a retrasar aún más Worship Music, estaban entre la espada y la pared, así que sólo les quedaba Belladonna, que no puso problemas. Si, es un tanto triste la situación, porque tanto Belladonna como Anthrax estaban desesperados y esta era la única solución que quedaba. Ni Scott Ian se contradice ni ha tomado una mala decisión, como dicen algunas voces, simple y llanamente este era el único camino que quedaba. Además Belladona era consciente de que él era la última opción escogida, pero sin embargo, decidió tragar con la situación, lo que no es facil, pues como bien dice él en esta entrevista, (si alguien tiene un nivel alto de ingles se la recomiendo leer, tiene unas cuantas perlas bastante interesantes) la reunión de Anthrax en 2005 sólo sirvió para contentar a unos cuantos fans y ya está, después lo echaron como si nada hubiese pasado, lástima para Anthrax que su auténtico cantante por el momento no se lo tomó tan bien, encima de que, como he dicho antes, pensaron en él como última opción, y por si fuera poco se atreve a afirmar que él no tendría ningín problema en cantar canciones de la era Bush. Así podemos intuir que la reunión de 2005 fue cuanto menos, un error grave. Valor tiene desde luego el señor Belladonna para volver a un lugar donde un par de años antes lo echaron fácilmente, y más valor tiene aún hacer un álbum en el que ha cantado otro y poco tienes que ver, cierto que Anthrax ahora se ha dedicado a remoledar las canciones para adaptarlas a Belladonna, pero no deja de ser meritorio. Bush no supo pasar por ese camino, Belladonna sí.
Tal vez lo correcto habría sido no hacer la reunión de 2005, sino ahora, con ambos repartiendose las tareas vocales en directo y grabar el álbum con Bush, pero en este álbum nada ha sido normal, y esto es lo que toca.
Sea como fuere Anthrax han conseguido llegar hasta aquí, a sacar el álbum maldito, con sangre sudor y lágrimas. Ya sólo les queda esperar si han conseguido la aprobación del público, cosa nada fácil pues ya ha habido algún que otro álbum de regreso fallido. Queda en su mano borrar de un plumazo la triste historia que hay detrás a la concepción del álbum, depende de ellos solamente, aunque creo que ellos ya son conscientes de que habrá miles de ojos pendientes de ellos, suerte para ellos y su música de culto.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Crítica de discos: Hypocrisy - Abducted (1996)

Hay pocas bandas que pueden dar un giro contundente a su sonido sin perder la calidad y no perder muchos seguidores por el camino, y a pesar de eso da la sensación de que Hypocrisy siempre ha estado por detrás de las bandas "convencionales" de Death Metal melódico como Arch Enemy o At The Gates, cuando su calidad está fuera de toda duda, que ya sean mejores o peores que X bandas es a elección de cada uno, lo que sí está claro es que Peter Tägtgren y sus chicos han sido y son de los más originales.
Para empezar su "Melodeath" se decanta por un perfil más atmosférico, con teclados más ambientales y la voz de Tägtgren, que por su rasgada voz gutural encajaría más en una banda de Black Metal, además de que podemos encontrar trazos del susodicho Black Metal, Thrash e incluso Doom, a pesar de empezar siendo una buena banda de Death Metal más normalita, pero que ya dejó trallazos bajo el nombre de Penetralia, Osculum Obscenum y The Fourth Dimension, que siguen siendo muy apreciados a dia de hoy, y es precisamente este último disco el que serviría como transición a la obra que trato hoy y clave para entender como se gestó este álbum.
Para empezar a partir del 94 (fecha de salida de The Fourth Dimension) la temática satanista y violenta se empezaba a dejar de lado y comenzaron a introducir una temática que ya será completamente protagonista del 96 hasta día de hoy y muy pocos habían decidido explotar.
La temática OVNI que siempre ha caracterizado a Hypocrisy y que siempre ha estado muy presente, tal vez por eso muchos nunca se los han tomado en serio y los han considerado como la banda del pirado de Peter Tägtgren (aunque a veces tienen motivos para hacerlo), pero OVNIS aparte, este es el disco emblemático de Hypocrisy, donde desarrollan su sonido más característico, sin experimentos como su álbum homónimo o el Catch-22, álbumes más rápidos, más lentos, etc. Lo que no quita que haya incluidas algunas sorpresas que veremos más adelante.
Por si quedaban dudas con su bizarra portada (que cada uno interprete como quiera), el álbum abre con una intro desconcertante, donde oimos a dos pilotos conversando a través de una transmisión, donde parecen muy preocupados por algo, no sabemos el qué porque dicha transmisión tiene la misma calidad de sonido de una psicofonía, sólo podemos oir claramente al final "esto es extraño". Tras esto arranca el que se ha convertido en el himno de Hypocrisy: Roswell 47. Toda una declaración de intenciones, sin engañar a nadie y dejando claro con lo que nos vamos a encontrar a lo largo de todo el álbum, canción de medio tiempo, con tintes épicos, voz rasgada de Tägtgren y riffs muy inspirados en la escena de Gotemburgo (aunque las similitudes no van mucho más lejos).
Por el contrario tenemos temas mucho más rápidos como Killing Art, Abducted o Point Of No Return (donde se nota la sombra del Thrash alemán), como recordatorio de la etapa más embrutecida de Hypocrisy, aunque donde mejor se desenvuelven es en la otra parte del álbum, la que muestra a Tägtgren, Hedlund, y Szoke no tan rápidos, sin perder la contundencia, pero dejando espacio a los teclados e incluso a las voces limpias, dandole a los temas un aura incluso majestuosa, se nota que esto es lo que le realmente les gusta a los suecos, ningún tema tiene desperdicio, desde la emocionante The Arrival Of The Demons, pasando por la chillona When The Candles Fades. Sobre las letras creo que sobra decir que los OVNIs tienen el monopolio lírico...
Sin embargo, como comenté, todavía quedan un par de sorpresas bajo la manga en el tramo final. El interludio tranquilo de Reflections apenas da pistas de lo que se avecina, pero ha sonado demasiado "bonito" para ser una banda de metal extremo. Es entonces cuando llega la gran sorpresa, Slippin' Away no es ni más ni menos que..... !una balada! En el 96 no era yo consciente, pero me imagino que a más de un true le sentaría como un tiro el hecho de oir una balada por parte de un grupo de Death Metal, sorpresa absoluta para la época, hoy día esto ya no es sorprendente, pero bueno, tambien es cierto que hay mucho idiota que hace "Melodeath" con mucho azucar y poca personalidad, pero eso es otro tema...
Lo cierto es que Hypocrisy fue posiblemente la primera banda de Death Metal en hacer una balada, aunque es cierto que la temática del suicidio para una balada no es de lo más original, el resultado final es cuanto menos, satisfactorio. Por si fuera poco, Drained sigue el mismo camino, siendo incluso más calmada que su predecesora.
A pesar de el fantástico álbum que se sacaron Hypocrisy bajo la manga, mucho, demasiado les costaría conseguir el reconocimiento que se merecían, camino que todavía siguen recorriendo. Tal vez para una banda tan atípica como Hypocrisy les ha venido bien estar mucho tiempo en segundo plano, lo que les ha permitido no bajar su calidad y además poder hacer pequeños experimentos, porque todos sabemos lo que les pasa a las bandas que llegan a lo más alto, tal vez sea mejor así.

Nota: 9,7