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jueves, 31 de mayo de 2012

Avaricia


Si lleváis tiempo siguiendo este blog, sabréis que All Shall Perish es una de esas bandas a las que les tengo cierto cariño, aunque sean etiquetados bajo el nefasto término del Deathcore. Pero no estoy aquí hoy para soltar bilis contra este género, no hoy no, voy a hablar de algo bastante más despreciable, y creo que cuando lo leáis, pienso que estaréis todos conmigo.
Actualmente es inevitable que un disco nuevo de una banda acabe en la red, podremos estar más o menos de acuerdo, pero la realidad es que hoy día cualquier álbum es descargable, la caída de Megaupload solo ha desordenado un poco el panorama, nada más. Bien, All Shall Perish, como todos los artistas, son conscientes de ello, y hoy por hoy luchar contra ello es como ponerle obstáculos al flujo del agua. Ponerse a denunciar a todos los que se descarguen tus obras es inútil, tan vez hace unos años, cuando el P2P empezó, era posible, pero ¿quien no tiene acceso a la red en el mundo occidental?
Sin embargo, parece ser que alguien ha decidido actuar de justiciero voluntariamente en este caso.
Hace unas semanas saltó la noticia de que la compañía panameña World Digital había decidido denunciar entre 80 y 100 personas por descargar el último disco de la banda, el This Is Where It Ends, al parecer la compañía  tiene los derechos del disco y ha reclamado 150.000 dólares por daños y perjucios. Un detalle, los 150.000 son por persona. Imaginaos cuanto es la suma total...
Pero es no es lo gracioso del asunto, lo gracioso es que ni la propia banda es consciente de esta demanda. En otras palabras, la banda no ha denunciado a sus fans, sino esta compañía, de la que además, el manager de la banda ha dicho que ni el propio quinteto ni el mismo sabe quien coño son estos World Digital. Pero es que la historia no acaba aquí, ni siquiera Nuclear Blast sabe como World Digital se ha hecho con los derechos del álbum. La pregunta es clara ¿como puede pasar esto? Hay dos posibles explicaciones, primero, o en World Digital son muy listos y saben aprovechar los recovecos de la burocracia para hacerse con parte de los derechos del álbum, y por lo visto tienen los suficientes derechos como para permitirse denunciar, o directamente han cogido y han dicho que tienen los derechos, y tan panchos, lo cual no me extrañaría nada.
Es como veo un coche por la calle e intento venderlo porque digo que es mío. Pues esa cara tan dura han tenido esos panameños, y ni cortos ni perezosos han continuado con las denuncias, con la esperanza de embolsarse un dinero que no es suyo, porque que nadie piense que ASP verán un duro, esto es beneficio propio puro y duro. Descargar será todo lo malo que queráis, pero esto es infinitamente peor. Las ventas de discos caen en picado, y poco se puede hacer por impedirlo, sin embargo las descargas sirven para darte a conocer a un público potencial, porque dudo mucho que el fan medio de ASP haya comprado un disco original en su vida. Estamos en la cultura del todo es gratis, y a la generación que ha nacido con un ordenador en su casa, va a ser muy difícil de lo contrario. Yo soy el primero que admite que tengo tantas bandas en mi ordenador que a veces ni se lo que estoy escuchando, pero también gasto mi dinero en discos, tanto de bandas grandes como Sepultura, como de bandas pequeñas, como Orthodox, y aún así no es suficiente. Pero que un tercero reclame los derechos de un disco que habrá adquirido de una manera dudosa con el único objetivo de lucrarse a costa del grupo, es de mafiosos. De todos modos, vivir a costa de los derechos de los artistas es una historia que me suena mucho...
Lo peor de todo es que muchos no leerán la historia completa, limitándose a atacar a la banda por ser unos nuevos Metallica, unos traidores, unos vendidos, y repito, ni All Shall Perish ni Nuclear Blast tienen nada que ver, y si, de nuevo por desgracia, esta historia se me hará demasiado familiar.

jueves, 24 de mayo de 2012

Crítica de discos: Funebrarum - The Sleep Of Morbid Dreams (2009)


Hace tiempo que oí hablar de estos norteamericanos, si mal no recuerdo de un Split que sacaron con Interment, banda de Death Metal sueco que recientemente se reformó y se dedican a revivir la movida de principios de los noventa en Suecia, época, de la que ya sabréis, soy un gran fan. La atención que preste a los suecos sepultó por completo todo posible interés por los americanos. Pero ahí no acabó la cosa, en varias páginas y blogs volvía a hablar de ellos, y siempre muy bien. Mi curiosidad era demasiada y decidí echarles un vistazo. De lo único que me arrepiento es de no haberlos escucharlos antes, porque todos los adjetivos que describían a la banda son ciertos, pero hay que oírlos por ti mismo para comprobar que no sólo son ciertos, sino que van más allá. Oscuros, densos, brutales, monolíticos... nada más empecé con Perish Beneath, el mundo entero se derribó a mis pies, fue como una patada en la boca. Menudo ejercicio de contundencia, es que los adjetivos antes citados se quedan cortos.
No son, ni mucho menos, los primeros en hacer este Death Metal tan denso, es algo que se remonta a los tiempos de Obituary, Incantation o Demigod, pero es una corriente dentro del Death Metal que había quedando un tanto olvidada, e incluso sigue siendo bastante minoritaria en la actualidad, cuando este género está pasando por otra época de bonanza. La tendencia general parece que es volverse cada vez más técnicos y rápidos, y no es algo que me moleste, nada más lejos de la realidad, adoro este género en todas sus formas (que no fusiones, por si alguien iba a mencionar al manido Deathcore), pero se echa de menos que una banda decida tomar esta vía, que me parece más difícil de digerir, y no está tan explotada, de hecho sólo se me vienen a la mente un par de grupos contemporáneos a la hora de compararlos con estos monstruos, que son los antes citados Interment y Sonne Adam, puede que sea por mi ignorancia, pero parece que ir más lento implica tirar al Brutal Death, al Death/Doom o directamente hacer una parodia de todo y acabar en el Slamming. Es este punto medio el que es tan difícil alcanzar, llegar a ese muro de sonido oscuro e impenetrable, tan denso como el petróleo, eso es algo que muy pocos alcanzan. No sólo eso, Funebrarum van más allá, explotan esa vía de maravilla para hacer el Death Metal más oscuro que ha escuchado un servidor.
Un sampler bastante siniestro nos da la bienvenida por unos segundos antes de que los riffs se extiendan como el crudo sobre el agua, inundándo todo de suciedad y putrefacción. Enseguida nos daremos cuenta de que la producción es bastante buena, algo imprescindible a la hora de crear ese muro de sonido que literalmente nos aplasta a medida que avanzamos en los temas.
Que sean una apisonadora, no significa que se queden estancados en los medios tiempos, ni mucho menos. Los cambios de ritmo pueden venir en cualquier momento y cuando menos lo esperamos meten el acelerador con los blast-beats, y esos riffs tan de vieja escuela, porque no hay otra manera de definirlo.
Puede parecer un descalificativo decir que The Sleep Of Morbid Dreams suena antiguo, como si hubiésemos exhumado un cadáver que llevaba años bajo tierra.
Para muestra Nex Monumentum, una abominación de cerca de ocho minutos, donde sin apenas apretar el acelerador, son más cafres que la mitad de bandas que pululan por el panorama actual. Tema majestuoso donde los haya, con esas pequeñas incursiones de melodía y los teclados que aparecen tímidamente, dándole un toque más oscuro y atmosférico.
A esto también contribuye el fantástico trabajo de Daryl Kahan a las voces, nada que ver lo la voz gutural descafeinada de hoy día, no, gutural profundo, sin llegar a los extremos del Goregrind, pero con unos rugidos capaces de retumbar en los cascos de cualquiera.
Podríamos destacar también un tema como Cursed Eternity, y como es capaz de transformarse desde un tempo rápido y furioso, sin ninguna pausa, a como lentamente la velocidad irá bajando hasta convertirse en un elefante, lento pero muy contundente, que poco a poco va desarrollándose hasta desaparecer por completo. Ahí esta la gran virtud de Funebrarum, en la capacidad de crear una atmósfera totalmente enferma, con momentos nacidos para que se te metan en tu cabeza y no salir, hasta tal punto que posiblemente estés escuchando el disco todo el día como un servidor.
Los solos no abundan, tal vez porque las labores del disco se concentran más en estos ritmos apocalípticos, pero los pocos que hay, como en Incineration Of Mortal Flesh, dan un pequeño plus de variedad, para que despertemos de ese trance inducido por los americanos.
Y como una película que acaba mal, el desconcertante inicio de Among The Exiled, con una introducción ambiental que parece sacada de un lugar de pesadilla, nos introduce en uno de los cortes más tenebrosos del disco, un medio ritmo que estalla en nuestras oídos y nos ataca continuamente, una y otra vez, para rematarlo con otro pequeño pasaje ambiental lleno de angustia.
Lo que han hecho Funebrarum no tiene nombre, se necesita a unas mentes muy enfermas para dar a luz a uno de los mejores discos de Death Metal de esta década, que mucho tardará en ser igualado en términos de oscuridad y densidad, los americanos demuestran ser unos expertos a la hora de provocar dolores de cabeza al personal. Un álbum que bajo ese negro manto esconde muchos detalles, más de los que he detallado aquí. Sonidos de pesadilla, que escuchados a altas horas de la noche pueden levantar hasta a los muertos.

Nota: 9'4

sábado, 19 de mayo de 2012

Crítica de discos: Aborted - The Purity Of Perversion (1999)


Cuando eres joven, de lo que más te ocupas es de que todo el mundo tenga claro de donde vienes, que es lo que te gusta, y que es lo que quieres imitar, por tanto.
Eso le pasaba a los belgas de Aborted en su primera obra, The Purity Of Perversion. Muy pocos son los que desde el comienzo tienen su estilo definido, y digamos que camuflan un poco sus raíces y suenan simplemente a ellos mismos.
Entombed o Mayhem son algunos ejemplos de ellos. Pero Aborted no entran en este grupo, pues en este primer disco se nota bastante de donde vienen y adonde quieren llegar, mucho quedaba aún para que desarrollasen su estilo distintivo y más aún para sus incursiones en el Deathcore y su posterior renacer. No, de momento la máxima aspiración de los belgas era divertirse, sacar un disco al mercado, y si además podían tocar más conciertos, mejor. ¿Que les gustaba a "Svencho" y compañía? El Death Metal, Carcass, y las películas de terror. Así de simple y de evidente. Por eso este disco tiene un encanto especial, que no tiene el resto de su discografía. Hoy día apenas se usan samplers de películas en los discos. Por a o por b es una práctica que se ve anticuada, algo que se deja a las bandas de Metal Industrial, principalmente.
Pues Aborted, ni cortos ni perezosos, incluyen samplers en el interludio de cada tema, incluso la intro es otro sampler. Si, ya se que no son los primeros en violar sistemáticamente innumerables derechos de autor, y al más espabilado le vendrá a la mente otro disco que hacía lo mismo, el Necrotism de Carcass ¿que dije al principio sobre las aficiones de estos chicos? Es más, al principio de sus carrera se les acusaba de ser una copia de los revolucionarios de la música extrema británica. Desde luego había razones para esta crítica. Su sonido de Death Metal infestado de Grind, las letras que intentan ser lo más técnicas y sangrientas posibles (aunque aquí no vamos a encontrar apenas vocabulario médico), vamos, que los chicos no se quedan cortos en su homenaje. Aunque obviamente no solo de Goregrind vive el hombre, también tenemos momentos donde quieren ser como Suffocation o Cannibal Corpse.
Aún así podemos vislumbrar algunos de los elementos que después harán únicos a los belgas, como la variedad vocal de Svencho, que va desde la voz ultra gutural a lo Chris Barnes, hasta el grito desgarrador, más propio del Black Metal, o ese ritmo endiablado que son capaces de meter en algunos momentos, y que siempre ha hecho que un álbum de Aborted no sea aburrido y deje con ganas de más.
Desde el comienzo, con The Act Of Supremacy no nos van a dar respiro ninguno, no hay intentos de meter un solo más melódico o de algo de tranquilidad, para nada, todos los temas son crudos y directos, a lo que ayuda bastante la precaria producción del disco. Si queremos descanso ahí tenemos los fragmentos de películas (algunos bastante inquietantes, la verdad). Por supuesto habrá ciertos riffs que nos recuerden a tal o cual banda. De lo que se trata aquí no es de hacer el disco de Metal extremo del año, sino de rendir culto a tus ídolos y pasarlo bien.
Puede que el disco parezca incluso cutre, en ciertos momentos, por la mala producción y el modo tan abrupto por el que pasamos entre canciones y samplers, y tampoco hay ningún tema destacable, que pase a la posteridad para la historia de la banda, pero demuestran como una banda con un inicio tan discreto puede llegar a convertirse en uno de los estandartes actuales del género y como son capaces de poner su nombre en boca de todos.

Nota: 6

jueves, 10 de mayo de 2012

El futuro del metal extremo


Lo se, es contradictorio abrir una entrada llamada futuro, con la foto de una banda formada a mediados de los 80, pero todo tiene una explicación, y sirve para explicar mi particular teoría, que veréis más adelante...
Como bien sabréis muchos, el Metal Extremo como tal, aparece a mediados de los 80 con Possessed, Death, Sarcófago, Sepultura... la lista es larga. A partir de ahí se fue endureciendo progresivamente, desde un Thrash muy sucio, hasta llegar al el Death Metal de Tampa, el Death Metal sueco, el Black Metal noruego, el Death Doom británico, e incluso hubo una crisis del género cuando a mediados y finales de los 90 degeneraron en movimientos mucho más melódicos, por ende más accesible y más explotables comercialmente. Todo el mundo conoce el caso de Cradle Of Filth, Dimmu Borgir o In Flames. Son todo un filón para las discográficas, y aunque son bastante despreciados, han conseguido ejercer de puente entre el Metal más convencional, y el lado extremo. Lo que ha provocado que cada vez haya más gente metida en el Thrash, el Black y el Death. Y se vuelve al mismo dilema de siempre: "Esto ya no mola porque le gusta a todo el mundo".
Hace unos meses, cuando entreviste a Dying, coincidían en esto. Cosas como el Nu-Metal, habían contribuido a que muchos se metiesen en el mundo extremo, y ya sabemos que al metalero medio, esto no le hace ni puta gracia.
Como antes, comenté, ante la salida de todos estos subgéneros melódicos, se embrutecieron los orígenes. Vamos, coger la fórmula original y radicalizarla aún más. Todo con el objetivo de ser cada vez más inalcanzables, crear una música más agresiva y menos digerible. Sin embargo, y por mucho que me gusten estos subgéneros, cualquier aficionado al Rock duro o el Heavy Metal puede escuchar Brutal Death Metal o Raw Black Metal. Tal vez al rato se acaba cansando si no está muy acostumbrado, pero en mi opinión, no consiguen ser todo lo inaccesibles que deberían. Realmente no consiguen que esa persona directamente quite la música porque es demasiado extraña, o demasiado extrema. Todo lo contrario, le aburrirá y el impacto sólo se quedará en la escucha inicial. Lo peor del Brutal Death, el Grindcore y el Raw Black, que son los subgéneros extremos más extendidos, es que, caen en su propia trampa. Al ir tan directos, poco tienen que ofrecer, y son relativamente bastante limitados musicalmente. Cierto es que muchas bandas, como Spawn Of Possession o Hour Of Penance, meten una gran técnica en su música, pero aún así no pueden hacer demasiado por distinguirse. Ya sabemos que en el mundo del Heavy Metal la innovación se paga a un precio muy alto...
También tenemos el caso de subgéneros que se sienten muy cómodos sin innovar, pero, realmente ya han llegado a su tope, y de ahí nadie los saca ¿os suena el Noisegrind?



Poco les queda para ser directamente ruido, en poco más de un minuto han ofrecido todo lo que tenían, que es su objetivo, y me encanta que así sea, pero aquí no hay nada más que mirar, ir más allá sería prácticamente un sin sentido, y ya tenemos (o teníamos) unos Anal Cunt.
A todo esto se le suma el impulso natural de querer ir más allá, de ser un poco más bestia que los demás, pero ir más bestia significaría estar más atado musicalmente, y no ofrecer nada nuevo. Veamos otro ejemplo, el Slamming Brutal Death Metal. Para quien no lo sepa, consiste en coger riffs de pantera, afinarlos lo más grave posible y cantar en voz ultra gutural, al estilo de Tomb Of The Mutilated y basar todo un disco en un elemento que en teoría estaba para rellenar una parte de una canción.



Quiero dejarlo claro, me gusta el Slamming, me parece divertido, pero considero que intentar innovar así es como hacer un hoyo en la arena de la playa. Esta bien para un rato, pero las bandas en el 95% de las veces son clónicas.
Visto así, nos quedamos en un callejón sin salidas, ya no se puede ser más bestia sin hacer directamente algo soporífero, y las ataduras cada vez son mayores, así que necesitamos ser más brutos aún pero con la posibilidad de poder innovar, y además volver a la idea original de ser poco digeribles, un desafío para los oídos. ¿No es acaso la idea que impulsa el Metal Extremo, ir siempre al límite?
Lo que viene ahora es puramente subjetivo, y cabe la posibilidad de que me de una ostia impresionante, pero me lanzo a la piscina.
Cuando hablo de ser extremos, no me refiero a incluir pequeñas variaciones sobre lo que ya está establecido. Me explico, se perfectamente que hay muchas bandas que se están volviendo más técnicas, más progresivas, más complejas. Lo digo por si algún listo me salta con el nombre de Pokemon de Djent. No tengo nada en contra, es más, lo considero otra chorrada de etiqueta. Sin embargo, sigue siendo algo  fácil de escuchar. Ahora es el momento de explicar por qué puse una foto de Godflesh al comienzo de la entrada. Hagamos un pequeño experimento, comparemos 4 álbumes de 1989. Slowly We Rot de Obituary, Altars Of Madness de Morbid Angel, Beneath The Remains de Sepultura y Streetcleaner de Godflesh, de esos cuatro, estoy seguro de que los tres primeros los habreis escuchado miles de veces, sin embargo, quien conozca el Streetcleaner estoy seguro de que si lo ha llegado a escuchar entero, desde luego, no con tanta frecuencia como los anteriores. Lo curioso es que siempre hemos considerado que lo más extremo eran los tres  primeros discos, y sin embargo tenemos ahí esa rara avis, que a buen seguro, cuesta más de escuchar. Que nadie piense que yo soy un macho que es capaz de oir el Streetcleaner mil veces al día,  soy el primero en reconocer que me cuesta mucho escucharlo, mientras que los otros entran como el agua.
Sin duda pienso que el futuro del Metal extremo está en lo que creó Godflesh o Pitchshifter, bandas de Metal Industrial muy abrasivo y muy oscuro, que son una auténtica taladradora de neuronas.
Además ha sido un subgénero que creo que no ha sido todo lo aprovechado que debería ser, Ministry o Nine Inch Nails (cuando Reznor estaba cabreado consigo mismo, sí que se podría considerar Metal) llevaron el género a unos terrenos menos enfermos. Incluso los propios Fear Factory acabaron haciendo algo cercano al Nu Metal en Digimortal. Pero muy pocos siguieron la senda más malvada del Industrial.
No es el único camino a tomar, otro subgénero que parece bastante olvidado es el Doom extremo. Añado la coletilla para distinguirlo del Doom primigenio de Saint Vitus o Pentagram, o el gótico de Paradise Lost y My Dying Bride (Anathema que se jodan, que siguen con sus mierdas alternativoides).
Pero no quiero que se me malinterprete, me encantan todos estos subgéneros, y estas bandas, pero hablo de mirar hacia delante y crear algo realmente extremo, que a un servidor le cueste escuchar.
No sólo hablo de recuperar la senda que del Doom/Death, que algunos como Asphyx siguen llevando, o Doom/Black, como hacen mis admirados Forgotten Tomb. Hablo de cosas como el Drone/Doom Metal ¿os suena Sunn O)))?



El que escribe ha sido incapaz de escucharse un disco entero de estos locos, porque no tiene fuerzas (de momento) para ello. No me equivocaría al decir que Sunn O))) son han causado muchas más pesadillas que Dying Fetus.
Sin embargo, al hacer un Drone bastante puro, corren el serio riesgo riesgo de caer en la monotonía, como el Slamming Brutal, no obstante, ambos viven de abusar de un elemento musical. Aún así, han sido capaces de jugar con el Dark Ambient y el Black Metal en alguno de sus discos (Black One, para más señas).
No todas las bandas de Doom son tan destructivas, así tenemos a los Void o a los Orthodox (que además son paisanos, todo un orgullo) que se mueven en un Doom más "convencional" o al menos no tan opresivo.
Y al igual que el Brutal Death exageró al Death Metal, el Funeral Doom ha sido otra vía para exagerar al Doom. Y aunque no lo parezca, hay que tener muy buenas manos para no aburrir con tu música, no obstante, no es nada extraño ver canciones de más de diez minutos. Pero como se haga bien, y los músicos tengan muy claro que hacer, pueden salir obras maestras como la de aquí abajo.



Y si ya queremos rizar el rizo, dentro del Black Metal han surgido elementos bastante enfermos, como son el Black Metal Depresivo, con Shining, Thy Light, Happy Days, Lifelover, Gris... y os aseguro que hay mil ejemplos más, y ninguna de estas se corta a la hora de experimental y hacer su música más extraña y perversa. Es curioso, pero estas bandas tienen como claro referente a Dead de Mayhem, han llevado la decadencia personal un paso más allá. Famosos son los conciertos de Niklas Kvarforth de Shining, que ha hecho de todo en un escenario, cortarse, mearse, drogarse, beber, escupir.... o Kim Carlsson, de Life Lover y con un torso lleno de cicatrices de cortes (auto provocados, como no). O los que han partido del Black Metal, para hacer un Metal totalmente experimental, impredecible y de locura, llámese Sigh, me fallan a estas alturas los ejemplos, porque tragarse toda esta música, de este calibre, no es nada fácil, y como todos, muchas veces tiro por lo convencional, como todos.
Como vemos, ninguno de los subgéneros que he nombrado ha salido de la nada, es 100% nuevo, pero son bastante minoritarios, y muy poco se ha tocado en ellos. Tal vez por eso los músicos tienen esa libertad absoluta para experimentar y hacer lo que les de la gana, llevar el Heavy Metal hacia un nuevo límite.
Y podría seguir con el ámbito del Post Metal, que es la etiqueta que mejor agrupa a bandas como Neurosis, Isis, Cult Of Luna, aunque también se admite Sludge Ambiental, o cualquier otro término extraño...puede que no sean lo suficientemente extremos, pero, como todos los antes citados, sigue siendo muy difícil de digerir. Aunque, quien sabe, igual este subgénero acaba teniendo una explosión comercial hasta tiene su explosión comercial, quien sabe.
Como os he demostrado, hay muchísimo donde experimentar, donde probar cosas nuevas, y si no se hace es porque no se quiere. El Heavy Metal tiene bastantes vías por donde avanzar, yo he mostrado algunas, y seguro que me dejo por el camino otras tantas. Se hacen cosas nuevas, y al igual que en los 80, cuando el Metal extremo avanzaba, no era fácil buscarlas, pero ahí estaban, y pocos se atrevían a probarlas.
Y parece mentira que todo empezase con unos visionarios que vinieron desde Suiza....

martes, 8 de mayo de 2012

Nos extendemos

Hace poco más de un año, decidí dar el salto hacia un blog completamente distinto a este, para darme a conocer, y hacer lo que no podía hacer aquí, subir discos de las bandas que me gustaban. Este blog es Los ojos del metal. Donde ahora mismo nos recuperamos del durísimo golpe que fue la crisis (palabra que mola tanto usar ahora) de los servidores de descarga, cuando Mediafire borro la cuenta a un servidor y a dos compañeros más. En este año, nada ha cambiado, y ahí sigo subiendo discos.
Sin embargo, he vuelto a pluriemplearme, y esta vez no en un blog, pero haciendo algo que me gusta mucho y que los que me visitáis a menudo podéis comprobar, las críticas de discos. La página en cuestión es El portal del metal . Tras aceptarme, hace un par de días presenté mi primera reseña, que ya fue publicada aquí días antes. Es un paso bastante importante para mi, porque este es mi blog, que no deja de ser mi pequeño espacio, donde recibo una cantidad moderada de visitas, y de vez en cuando recibo algunos comentarios.
Pero El portal del metal es un monstruo mucho más grande, con muchos críticos, muchos con estilos completamente distintos al mio y como no, con muchísima más relevancia que mi pequeño rincón. Así que si no os habéis pasado, deberíais hacerlo.
Sinceramente no se si me quitará tiempo para este, si las reseñas serán las mismas o pondré distintas. Me encantaría hacer lo segundo, pero dudo que mi tiempo y mi creatividad me lo permitan, así que veréis lo mismo en un sitio u otro probablemente. Pero estoy ilusionado, es un nuevo desafío, donde habrá muchos más ojos pendientes de mi, y sobretodo aprenderé mucho.
Poco más puedo decir, porque esto, más que un artículo, es un anuncio. La siguiente crítica ya la tengo en mente. Nos leemos

jueves, 3 de mayo de 2012

Crítica de discos: Marduk - Those Of The Unlight (1993)


Si le preguntamos a alguien que piensa de Marduk, muy probablemente se le venga a la menta una palabra: Blast-Beat. Respuesta obvia, ya que los suecos deben gran parte de su fama actual a este recurso, del que para muchos han abusado de el, y para otros, es parte indispensable de su identidad.
Aunque debo reconocer que su Black Metal ultra rápido funciona a las mil maravillas en directo, haciendo de los suecos un auténtico espectáculo demoledor. Sin embargo, acaba volviéndose bastante monótono, hasta el punto de no saber realmente que están tocando,
Sin embargo hubo un tiempo en el que Marduk no depositaban toda su rabia en los pies de su batería, donde no estaban atados musicalmente a lo que debía ser Black Metal, y eran libres de usar su música como quisiesen. Curiosamente ejercían esta libertad en una época donde el Black estaba en su máximo apogeo, y ni en broma se contemplaba la posibilidad de cambiar los esquemas establecidos por Euronymous.
Pero el Black Metal noruego era una cosa, y el sueco otra bien distinta. En Suecia siempre tuvieron una sensibilidad especial a la hora de imprimir melodía a sus canciones. No había demasiado Black Metal en Suecia en aquellos años, comparado a Noruega. Los suecos siempre tiraron más por el Death Metal, y sin embargo, cuando se pusieron con el género que inventaron Venom, fueron capaces de darle un aura distinta a la que le daban sus vecinos.
Dissection, Dark Funeral y los propios Marduk, eran muy agresivos, como no, pero a diferencia de Noruega, ellos podían introducir más melodía a sus temas, no tenían miedo a bajar un poco el ritmo. No iban como Gorgoroth, Mayhem o Darkthrone, siempre al 100%, rebanando cuellos.
Eso no significa que las bandas suecas sean menos duras o que hagan un Black Metal muy relajado, simplemente usan más recursos más allá de la agresión directa. Esto posibilita que en las primeras obras de Marduk pueda haber opción a la sorpresa, a no saber como va a empezar y a terminar el álbum, podría decirse que es un plus de incertidumbre. Lógicamente esto sigue siendo Black Metal, sigue siendo igual de agresivo, pero adonde quiero llegar es que hay vida más allá del Blast-Beat esquizofrénico.
El álbum abre con Darkness Breeds Immortality, que sorprenderá al oyente que esté acostumbrado a los Marduk de la época de Panzer Division. Aquí predominan las guitarras, con unos riffs realmente asesinos, sin tregua alguna. Hay Blast-Beats, si, pero no predominan en la mezcla final, y otro hecho que sorprenderá será la inclusión de guitarras acústicas para cerrar el tema, y sobretodo, la producción del disco. Bastante mejor que la producción que está asociada a este estilo. Como vemos, desde el principio hay una serie de características que van a diferenciar a los suecos de sus vecinos contemporáneos.
Mientras, el tema homónimo, no da respiro alguno, directa a la yugular. Da miedo comprobar a la velocidad que pueden tocar los suecos. Aunque sin duda, el mejor tema del disco, y que ha acabado siendo uno de sus himnos, es Wolves. Un servidor ha tenido la suerte de oír ese tema en directo, y tanto en estudio como en una sala de conciertos, tiene ese aura distinta, un toque épico que hace que sea tan especial. Siempre ha sido un corte que me ha recordado a Immortal, por esos cambios de tiempo, por esos ritmos tan malévolos (por poner un adjetivo, porque es realmente difícil definirlo), por todo es un tema tan especial.
Los detalles ocultos de esta obra es lo que hacen que sea impagable, esas pequeñas sorpresas que hacen imposible que uno se aburra. Por destacar, el solo de bajo de On Darkened Wings, y como, casi sin darnos cuenta, acabamos derivando en pocos instantes en los momentos más furiosos de todo el disco, donde predomina la guitarra de Evil. O la parte final de Burn My Coffin, destacando el contraste brutal entre una primera parte llena de ira, y una segunda, mucho más atmosférica y donde parece que toda la agresividad se desvanece... hasta que llega de nuevo A Sculpture Of The Night, corta y muy directa. Posiblemente la más agresiva de todo el disco, nada que ver con lo que viene a continuación.
Sinceramente, sabiendo que Euronymous era amigo de los suecos, me pregunto como se hubiese tomado Echoes From The Past, si hubiese vivido para oirlo. Un tema como este era impensable a principios de los  90, cuando había una absurda guerra entre el Black y el Death por ver quien era más cafre. Sorprendente que encontremos un tema muy bello, con un sintetizador, una suave guitarra y el sonido constante del agua fluyendo. Cuando dije que Marduk no tenían miedo a nada, me refería a cosas como esta. Triste que pocas bandas de Black Metal se atrevan a hacer cosas como estas, porque la parte final de esta canción es una de las mejores cosas que ha oído un servidor en este género. Los suecos nos mostraban su cara más melódica, y salían muy bien parados. A veces viene bien quitarse toda esa capa de distorsión y odio para mostrar cosas realmente distintas.
Finalmente, con Stone Stands Its Silent Vigil, las cosas vuelven a su cauce, pero teniendo en cuenta lo aprendido anteriormente. ¿Que quiere decir esto? A pesar de ser un tema corto, nos presentan un Black Metal bastante más melódico, consecuencia directa del tema previo, donde nunca llegan a pisar el acelerador del todo, se concentran mucho más en mantener la atmósfera del tema. Corte que, sin saberlo, anticiparía lo que sería el Black Metal Melódico, al igual que hicieron sus compatriotas Dissection con The Somberlain, y explotarían con Storm Of The Light's Bane
Para mi, Marduk nunca más alcanzaron la intensidad a la que llegaron en esta obra. Parece que como les salió bien la jugada de Panzer Division, y la temática prácticamente enfocada a la guerra, se ofuscaron en una batalla contra si mismos para ser lo más bestias y polémicos que pudiesen. Enclaustrándose así artísticamente, y ofreciendo un material bastante más monótono. Habría que recordarles que hubo un momento en el que realmente fueron unos valientes por ser libres y hacer lo que el cuerpo les pidiese.

Nota: 9