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viernes, 6 de mayo de 2011

Crítica de discos: Batillus - Furnace (2011)

Es curiosa la entrada de hoy, ¿eh? apuesto a que muchos no sabreís que banda es esta. Comprensible pues, Batillus son una banda de Doom Metal de Nueva York, formados en el 2008, este es su primer álbum, que no su primer trabajo editado, antes ya tenían algún EP, single, split...
La cuestión es que estos chavales prometen, por lo menos en el campo del Doom Metal, pero con grandes pinceladas de Black Metal, vamos, lo que viene siendo Blackened Doom Metal (¿a que queda bien así?).
Puedo entender que, viendo la duración de algunas canciones, el disco eche para atrás, ya que salvo Deadweight y Uncreator, cada canción sube de los 7 minutos muy fácilmente. Pero a pesar de todo, el álbum se pasa rápido, principalmente porque son sólo 6 canciones, lo que se resume en 44 minutos de aplastante Doom. Pero también ayuda el hecho de que los chavales tienen talento, y hacen que una cosa tan áspera como pueda ser el Doom Metal, nos deje con ganas de más.
Desde el principio el álbum sale a desconcertar al oyente. Un ruido blanco de fondo, que parece sacado de la radio de Silent Hill nos da la bienvenida. A los pocos segundos aparece una tétrica guitarra acústica que dará paso a los densos riffs y a los gritos que nos acompañaran en toda la canción y sobretodo en la obra. Pero de nuevo volvemos a la inquietante acústica, y todo irá bajando de nivel, hasta que oigamos solo una batería que al final se desvanece hasta quedar todo en silencio. Roto de nuevo por la distorsión y alaridos que se harán perpetuos hasta el final de la canción, y eso que dura casi 9 minutos.
Es curioso, pero, sobretodo en la primera parte, del tema, he notado una influencia clarísima de los maestros del Sludge y experimental: Neurosis. Para quien tenga los oídos entrenados en este tipo de frecuencias sonoras, creo que verá bastante claro el homenaje.
Deadweight por suerte se muestra algo más accesible (si es que este término se puede usar en Batillus), pero tiene un riff machacón y repetitivo que se clava sobre tu mente. Pero como dije antes, te dejan con ganas de seguir moviendo la cabeza, y más aún cuando dejan ese solo de guitarra enfermo, al final de la canción.
Sin embargo Uncreator, la más corta del disco, con 3 minutos y medio, muestra la otra cara de Batillus, la que rinde tributo a Darkthrone, Mayhem, Immortal, Emperor, etc. Toda una descarga en condiciones de Black Metal, pero, con el toque lento que le saben dar estos neoyorquinos, y una batería que no nos deja apenas descansar. Luego dicen que el Doom Metal no es Metal extremo....
Ya en The Division, las cosas vuelven a su lugar, con una introducción instrumental de 3 minutos, que darán lugar a un pequeño solo de bajo y de ahí otra vez tendremos presente la agónica voz de Fade Kainer, y los aplastantes riffs de guitarra que se irán alternando de nuevo, con partes limpias. Aunque me ha llamado la atención una especie de zumbido que se presenta por la parte final del tema, y que es un tanto desagradable, no sé si será para crear algún efecto en quien lo escucha, pero, a pesar de ser un tanto molesto, consigue que el tema sea aún más inaccesible.
Se nota que a Batillus les gusta el Drone, porque es con lo que arrancan What Heart, aunque sin llegar a los enfemizos niveles de Sunn O))), claro está, para empezar porque tienen percusión.
Pero bromas aparte, cierto es, que este es junto a Mautaam, el tema más denso del álbum, no el más largo, pero es mortalmente lento. Está bien que flirteen con el Drone, pero, podían haber acortado un poco el experimento.
Aunque para extraño es el comienzo de Mautaam, con un sampler bastante siniestro, de alguien, hablando, a saber qué, porque tiene la voz muy distorsionada, pero en cuanto los desgarradores acordes de la guitarra comienzan a hacer una fúnebre marcha Drone/Doom, eso nos da igual. Así estará hasta el primer tercio del tema, cuando los infernales alaridos nos despierten del trance. Progresivamente la canción se irá intensificando, buena prueba de ello es el ritmo de la batería, que empieza a animarse por la parte final, metiendo más bombo, y un blast-beat que nos coge de sorpresa, para volver a sumergirse de nuevo en el ruido, y repentinamente, hacerse el silencio. De esa manera tan brusca acaba el prometedor debut de estos norteamericanos, que quien sabe si en un futuro se podrían convertir en una banda puntera de la escena Doom. Creo que más que en América, donde pueden conseguir más reconocimiento es en Europa, que somos algo más abiertos de oídos, y muchas veces no nos importa lo que venda o no venda una banda....
Hablando de ventas. Como muchas otras, han decidido que si la gente se va a piratear el disco, mejor lo hagan en casa. Es decir, han tenido la idea de poner en su página web el disco a disposición de cada uno. En múltiples formatos de audio, y como no, de buena calidad, y también la opción de comprar el disco físico (si, los discos existen más allá del mp3). Así que os recomiendo encarecidamente la descarga, creo que se merecen tener repercusión. Bajároslo aquí.

Nota: 8

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