Todos sabemos que de Francia sale mucho Black Metal, sea
bueno o malo, pero una escena potente, al fin y al cabo. De hecho, una de mis
bandas favoritas, Aosoth es natural de la tierra gala. No obstante, lo que
rescato en esta ocasión, no sé si podría asociarse siquiera a dicho movimiento
musical, aunque sí está vinculado a, de manera indirecta.
Me extraña, y mucho, con lo de moda que se ha puesto todo lo
post, o más bien, todo lo que suene mínimamente ambiental, cómo este proyecto
unipersonal, haya acabado relegado hacia un segundo plano.
Como declaro y declararé siempre, muchas de las mejores
cosas se descubren por accidente, como me pasó con el francés Netra y su banda
del mismo nombre (con lo que nos deja más claro aún que es su visión
particular, y su manera de hacer y entender las cosas).
Así, desde mi ignorancia supina, pero gran interés hacia un
género como es el Trip Hop (aunque tampoco conozco mucho más allá de las bandas
de Bristol), buscaba alguna combinación posible entre dicho género musical y
alguna de las interminables ramas del Heavy Metal. Cualquiera que haya testado
ambas músicas, sabrá que por la naturaleza de cada una, es harto complicado fusionarlas
sin que no salga una mierda de proporciones colosales. Algún que otro ejemplo
había, como el tema "Heroin Chic" de los My Dying Bride, en el
rarísimo y denostado disco 34.788%... Complete, donde el título es lo más
sencillo de entender.
Incluso los zumbados
de Carpathian Forest, en el tema "Cold Murderous Music", se
atrevieron a experimentar con estos sonidos.
Así, la Metal Archives me dio la referencia de Netra, solo
dos discos y cada uno bastante único. Del Mélancolie urbaine, al Sørbyen del que
os estoy hablando, hay una evolución bastante clara. El debut fusionaba el
Black Metal Depresivo, que tan fuerte pega en estos últimos tiempos, con
pasajes electrónicos, instalados en el Trip Hop. Algo que, si alguien había
hecho entonces, lo desconozco por completo. Un disco que, aunque no reseño,
recomiendo escuchar antes de Sørbyen, por esa sensación que transmite, de estar
vagando por una gran metrópoli, de noche (el título de "melancolía
urbana" es completamente acertado).
Pero nuestro amigo Steven Le Moan, el cerebro detrás de la
máquina, decidió que las etiquetas musicales no iban con él, y decidió pasar
olímpicamente de ellas, originando un mestizaje único. Y donde el Black Metal
era antes pilar fundamental en el 50% de la composición, ahora es un elemento
más, que tiene que jugar con los demás sonidos: Trip hop, samplers, música
ambiental, algún ligero toque de música electrónica más machacona, e incluso de
jazz (mínimo también, eso sí).
Decía Salva Rubio, el autor del fantástico libro Metal
Extremo: 30 años de oscuridad, que paradójicamente, el Black Metal ha
sido uno de los géneros más prolíficos a la hora de ser fusionado. Netra
demuestra de manera aplastante esta afirmación.
Son 70 minutos de música muy bien aprovechados, con miles de
detalles que no se pueden captar con una simple pasada de oído, y donde tenemos
absolutamente de todo. Así que, es imposible abarcar en una reseña todo lo que
contiene.
No hay más que ver el comienzo con "A Dance With The
Asphalt", que promete ser una canción a piano, acaba derivando en un tema
orientado al Black Metal actual, donde los pianos y los samplers son compañeros
de viaje indiscutibles. Y sin embargo, el siguiente corte, "Crawling",
cambia el registro 180º, un suave tema donde la electrónica y los teclados, son
absolutos protagonistas. De chillidos y rugidos olvidaos por completo, porque
apenas vamos a escuchar en el trabajo.
No faltan tampoco temas instrumentales, como el que da
título al disco, bastante inspirado en Massive Attack (aunque realmente la
sombra de los ingleses está presente, aquí es más patente si cabe), solo que
con un plus de guitarras.
Volviendo a las comparaciones, aunque Melancolie Urbaine y
Sørbyen son muy distintos, ambos transmiten bastante melancolía, cada una a su
manera. Cierto es, que el primer disco era más crudo, pero su sucesor es más
completo, mostrándonos mil maneras de enfocar una canción. Hay un cambio considerable de la suave "Emlazh",
con sus tímidos acordes de guitarra, a la burrada que es "I Shall Slay The
Monkeys", Black aceleradísimo y recuerdo de las raíces de Netra. Incluso "Wish
She Could Vanish" es hasta pegadiza, un adjetivo que no parece muy apropiado en
un disco difícil de digerir.
Es una quimera describir todos y cada uno de los cortes,
cada uno es un mundo, los arreglos se combinan de manera distinta, y pueden
transformarse en un ser completamente distinto, sin previo aviso. La única
norma es que no hay normas.
Cuesta sacar todo el jugo, posiblemente a muchos se les
atragante, y otros tantos acaben enganchados, pues creo que Netra no suenan a
nadie, salvo a ellos mismos. La recompensa para quien decida indagar, creo que
vale la pena lo suficiente.
Nota: 8'5
vale, te haré caso, comparto a aosoth como una de mis bandas favoritas actualmente y de que la melancolia urbana es un muy buen disco, asi que a por este a ver que tal.
ResponderEliminar