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miércoles, 3 de agosto de 2011

Crítica de discos: Demonaz - March Of The Norse (2011)

Tocaba ya otra reseña de álbum, sólo que esta vez es especial, es el primer pedido que concedo en este blog (concretamente de C.G.), y que espero que sean más.
Disco muy adecuado a las circunstancias en las que me encuentro, un tanto perdido por el norte de España, con un paisaje de montes verdes, un tanto idílicos, y sin mi ordenador de mesa, así que poco puedo hacer salvo actualizar este pequeño pozo de inmundicia llamado Aire Frio.
¿Y que mejor que un álbum de Metal Vikingo para estar rodeado entre montañas? Porque la portada este álbum es como un disco de Cannibal Corpse (salvando las enormes diferencias musicales, claro), deja muy claras sus intenciones desde el primer segundo. Con una portada donde muestra a una especie de dios nórdico congelado, y con un título que lo deja todo aún más claro: la marcha de los nórdicos. Si alguien ha hecho ya sus similitudes con Bathory o Tyr, ha dado en el clavo. Porque esto es lo que vamos a encontrar en la media hora que ocupa el álbum, 100% Heavy Metal Vikingo, con todo lo que ello conlleva: épica, coros medievales, letras de fantasía, etc.
Por otro lado, hay cierto detalle que nos revela definitivamente lo que vamos a encontrar. La tipografía de la "banda" es la misma que la de la banda Immortal, y para el que no lo sepa (que espero que sean pocos o ninguno) este es el proyecto en solitario del letrista y ex-guitarrista de Immortal, cuyo apodo responde al nombre de su banda. Ex-guitarrista porque por desgracia, el exceso de práctica con la guitarra dejó al pobre Demonaz con una tendiditis tal que era incapaz de lavarse la cabeza, por ello fue forzosamente relegado al ámbito de las letras en Immortal, dejandonos así sin uno de los mejores guitarristas del ámbito blacker y del panorama metalero en general. Por tanto su vuelta, aunque a las voces, era muy esperada. Y para que vamos a engañarnos, se nota mucho que Demonaz fue co-fundador de Immortal, porque huele a dicha banda por los cuatro costados. Aunque no vamos a encontrar esos riffs ultra veloces ni blast beasts por doquier, como pasaría en un disco de Abbath y compañía. Aquí se parece mucho más a los Immortal más melódicos y épicos, de esos que componen temas como: "Beyond The North Waves" o "In My Kingdom Cold". Aparte, la voz de Demonaz es parecida a la de su compañero de banda, pero sin ser tan desgarrada. Podría decirse que mucho más suave, y por tanto más accesible.
Desde el primer momento, con la introducción de North Hymn, con esa guitarra acústica y los coros masculinos, no necesitamos ser muy avispados para saber lo que nos va a caer. Y cuando se desata todo con All Blackened Sky, las reminiscencias a Immortal son clarísimas, con esos riffs blackers pero pasados por un filtro melódico. Es cuando oímos los coros de fondo y la "suave" voz de Demonaz, recitando una oda a los dioses nórdicos, es cuando nos recuerda totalmente a los suecos de Bathory, que siempre fueron una inspiración, no sólo de Immortal, sino de todo el Black Metal noruego en adelante, solo que aquí se nota quien adoraba más a Quorthon.
En pocas palabras, aquí Demonaz hace lo que le da la gana, que para eso ha reunido a dos colegas (Ice Dale, de Enslaved, otros que tiran por los mismos derroteros, y Armaggeda, batería de I, y primer batería de Immortal, y no, no es casualidad que sean tres en la banda), para divertirse un rato. Vamos, un "yo me lo guiso, yo me lo como".
Tal vez se le puede achacar que acaba siendo un tanto monótono, pues las señas de identidad comentadas antes en All Blackened Sky, podríamos aplicarlas al resto de cortes, pero es que este disco es muy transparente, no hay otra pretensión que hacer un buen disco de metal épico, para complacer tanto a los seguidores del género, como para los que quieran aproximarse a este por primera vez. Podríamos establecer un paralelismo con otras bandas como Bloodbath o Magic Kingdom, donde se reunen músicos expertos en el género, que no tienen la cantidad de actividad de un grupo normal, para hacer un álbum sin demasiadas complicaciones, sin necesidad de experimentos raros, y hacer un álbum respetando el género de forma fiel, algo que de vez en cuando se echa de menos.
La única diferencia es que aquí el alma de la banda es una sóla persona, que está en todo su derecho de hacer lo que le plazca, y para recordarle al mundo, que, de una manera u otra sigue ahí. Y no hace falta mucho más

Nota: 8

1 comentario:

  1. Yo mismo no lo podría haber dicho mejor. Un placer leerte, camarada. Gracias y saludos.

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