Por fin volvemos a la carga tras un breve parón por cuestiones académicas, que espero se resuelvan de manera satisfactoria, y no os preocupeis por los pedidos, sigo teniéndolos en mente, aunque tardarán un poco, pero no me he olvidado.
Volviendo a la última prueba del WRC, voy a admitirlo: hacía mucho que no me divertía tanto con una prueba, en especial en esta temporada, donde todo tenía ya un aburrido tono rojo, azul y blanco demasiado previsible.
Pero esta vez ha sido muy distinto, la lluvia torrencial que cayó el primer día dejó los tramos hechos un lodazal. Así los pilotos de Citroën, tanto Loeb como Ogier (contra un árbol) cayeron, a lo que le siguieron problemas para Henning Solberg, Daniel Oliveira o Evgeny Novicov (aunque estos tres últimos fueron en días posteriores). Como consecuencia hemos visto una clasificación atípica en lo que va de año, con Mattew Wilson en la 4ª plaza, Khalid All Qassimi en la 5ª y el recientemente coronado campeón del P-WRC Hayden Paddon en la 6ª plaza (¿cuanto tiempo hacía que un Subaru no puntuaba tan alto?). Por delante algo más habitual: Hirvonen, Latvala y Solberg. Alguno dirá que los Ford han ganado porque los Citroën se habían estrellado. Algo cierto en parte, pero lo que parecía un nuevo golpe de suerte para los franceses, como fue la lluvia que les quitaba las desventajas de abrir pista, se convirtió en su condena, a los Ford eso no les afecto, esa es la diferencia. Ganaron porque supieron aguantar las malas condiciones, parece una obviedad, si. Pero es una obviedad que se suele olvidar. Las condiciones eran pésimas como relataron todos los pilotos, pero ¿quienes acabaron en la cuneta? . Premio justo para Ford, que incluso podría haber sido aún mejor si Loeb no hubiese quedado 10º y ganado el Power Stage, 4 puntos que ahora son una nimiedad, pero en Gales puede pesar mucho. Bien lo sabe Mikko Hirvonen por su experiencia de hace dos años.
Sea como fuere el campeonato gana la intensidad que perdió hace tiempo. Tanto Mikko como Ford se acercan a Citroën cuando todo parecía sentenciado. Todo un chute de moral. Sin embargo las cosas siguen muy dificiles para el óvalo azul y su primer piloto. 15 puntos en tres pruebas restantes no son demasiados, salvo si tu oponente ha ganado 7 campeonatos del mundo consecutivos, y no creo que en los próximos rallies, que encima dos de ellos son sobre asfalto, Loeb ande muy por detras ¿Que tienen a favor los Ford? Primero que el Fiesta está muy cerca de los DS3 en asfalto. En Alemania lo pudimos comprobar por poco tiempo pues una tromba de agua y una mala decisión de neumáticos retrasaron bastante a los finlandeses, segundo porque cualquier cosa puede pasar, y una avería mecánica o una salida de pista pueden dejar las cosas muy jodidas para Citroën, y tercero porque tal vez los franceses tengan al enemigo en casa. Todos sabemos lo impulsivo y desobediente que es Ogier, que estará espoleado y cabreado con su equipo al obligarle a frenar para que Loeb se llevase los pocos puntos y encima no ganar el Power Stage. Cero puntos, menos posibilidades de ganar un título y el mensaje de Citroën de que el nº que tiene en su coche se lo puede ir aplicando, y si a eso le sumamos que muchas fuentes le situan como un tránsfuga, no sería descabellado ver a un Ogier kamikaze contra su propio equipo, si antes no se estrella, porque cada vez que va líder parece que pierde el culo y le puede la presión.
Pero esta posición no es nueva para Ford, es muy similar a lo que pasó en 2009, donde poco a poco, pasaron de ver una racha increible de 6 victorias de Loeb a perder el campeonato por sólo un punto, supongo que Mikko se encontrará muy motivado para lograr la machada. No les veo ganando en Alsacia, pero si el coche está lo suficientemente desarrollado, tal vez él o Latvala ganen en Cataluña, dificil pero no imposible. Lo de Gales ya sería otra historia, en el barro y con la lección aprendida y si hay opciones reales de ganar, tal vez el nº1 cambie por fin de piloto. Pero como habeis visto he tenido que hacer muchas conjeturas, con lo que los favoritos siguen siendo los mismos, aunque ya no sea algo que esté garantizado.
Otra polémica del fin de semana han sido las ordenes de equipo en Ford, las que obligaron a Jari Matti a frenar para ceder su victoria. No sé cuanto por qué cuanto revuelo, las decisiones del equipo inglés no han sido nunca tan esperpénticas como las de los franceses, es más, por no usarlas en Cerdeña en 2009 tal vez Mikko no hubiese perdido el campeonato.
Volvemos a las diferencias, mientras que los dos pilotos de Ford son amigos, y han declarado que si tienen que sacrificar la posición para ayudar a su compañero y al equipo, y sin quejarse, a pesar de que ninguno ha sido campeón del mundo aún, lo que podría motivarles a pisarse la cabeza mutuamente en cualquier momento. Este compañerismo no se vive en Citroën desde la llegada de Ogier, donde cada orden de equipo es un circo, con pataletas y rencores varios, no parece que su relación sea tan buena como la de sus rivales, desde luego. Precisamente pueden ser estas diferencias las que marquen la linea a final de temporada.
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