Acaba 2011, y como hice en 2010 toca resumir un poco lo que ha sido este año, a nivel personal, así que lee, que igual si tienes suerte te menciono y todo.
Tengo que confesarlo, y a pesar de ganarme muchos odios, si 2010 fue un año que no recordaré de manera muy positiva, 2011 ha sido la cara opuesta de la moneda. Para qué nos vamos a engañar, ha sido un año bastante bueno, donde he recogido las semillas de los que planté el año pasado. Supongo que ya tragué toda la mierda que tenía que tragar, y como todo ha habido momentos muy buenos, momentos no tan buenos, y momentos malos. No puedo olvidar los dos viajes a Madrid que he hecho este año, muy distintos ambos, y eso que pisé muchos sitios comunes en ambos viajes, y si hay algo que caracterizó a sendos viajes es que me patee mucho Madrid, con mucho cansancio y mucho sueño encima, pero son experiencias que ahora se recuerdan con mucho cariño. El primero con mis compañeros de facultad para ver el programa Tiempo de juego de la Cadena COPE. Como suele pasar, el programa fue lo de menos, y lo que importó al final fue la aventura en Madrid, que ha dado para muchas anécdotas.
El segundo fue con colegas para ver a los Judas Priest en Leganés, viaje que casi se podría llamar aventura, por la de contratiempos que hubo y que casi íbamos a lo desconocido, nos pasamos una noche entera dando vueltas por Madrid, en busca de un bar decente, y a pesar de la falta de sueño, no me arrepiento, es más, lo agradezco.
Es curioso pero lo mejor y lo peor del año ha venido en forma de mujer, la primera que conocí, como suele decirse, jugó conmigo para luego dejarme en la estaca, cosa que se lo agradezco, porque posiblemente no habría tenido la opción de conocer a esa otra mujer que se ha convertido en lo mejor del año, que ha trastocado mi existencia por completo (para bien).
He cometido errores este año, como no, volviendome a veces, sin saberlo, desagradable para personas que no se lo merecían, les pido disculpas, pero poco voy a cambiar, esto es lo que hay y es parte de mí.
Otra cosa que no ha cambiado es que me he pasado medio año metido en salas de conciertos, y además este año, a parte de ver grupos punteros: Judas Priest, Vader, Pestilence.... me he llevado gratas sorpresas de grupos de aparentemente, segundo nivel, pero que han desencajado mandíbulas, como Trocotomix, Dimera o Dying (de los que además publicaré una entrevista la próxima semana). Gracias al hecho de pasarme media vida en conciertos, pude conocer a muchísima gente (inclusive a ella) y oír múltiples veces las frases "a mi me suenas de X concierto" o "te veo en todos los conciertos". Pero sobretodo me he divertido mucho y he recibido muchos golpes (es lo que tienen el moshing)
No puedo olvidar tampoco las noches en la Alameda, que han dejado muchos momentos geniales y muchas anécdotas escatológicas.
Este blog finalmente se ha establecido, una identidad clara y con un nivel de visitas muy superior al del año pasado, con lo que en cierto modo ha dejado de ser un blog personal a un blog para los demás. En pocas palabras, ahora tengo que tener en cuenta lo que quieren mis lectores, y ser consciente de que ahora a la gente le importa más lo que escribo (aunque la sección Vergüenza ajena va a seguir estando por y para cabrear al personal) por eso decidí cerrar el apartado de automovilismo del blog, mal que me pese, y sigo replanteando como darle salida, que alguna tendrá
Que me dedique ahora principalmente a la música en teoría debería ser bueno, puede que incluso ahora tenga tiempo para hacer una lista del tipo "mejores discos del año". Aunque claro, eso implica escuchar un montón de bandas en 2012 y que aún así se sigan quejando de tu lista.
Esperemos que 2012 mantenga el nivel, o al menos no empeore demasiado. En fin, como regalo final os dejo un poco lo que ha sido mi banda sonora de 2011, hay canciones nuevas, viejas, de todo.
Volveremos el año que viene, más idiotas y decadentes.
Se te ha olvidado decir que has abandonado la política.
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