Vuelvo tras mi letargo forzado debido a las obligaciones académicas, y en teoría no debería estar escribiendo, pero los últimos acontecimientos me obligan a hacerlo. Ni falta hace ya decir que Megaupload ha sido cerrada por el FBI. Como tambien sabeis, esto ha sido causado por la infame ley S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act). Como su propio nombre indica, esta ley tenía como objetivo acabar con la piratería en Internet y defender los derechos de los autores. Muy bonito en teoría, pero el único objetivo en realidad no es más que censurar Internet, restringiendo cualquier lugar susceptible de violar estos derechos o almacenar contenido ilegal, ya sea, música, video, imágenes, o incluso un comentario políticamente incorrecto. Y cuando digo susceptible es que si un juez tiene un mal día puede coger y cerrar cualquier página, porque sí, solo con el argumento de que viola esta ley. Y si, cualquier web, es cualquier web, desde Google, pasando por Wikipedia, o Twitter, incluido este blog. Esto nos afecta a todos, seguro que alguna de las páginas que visitas diariamente es susceptible de ser cerrada, y por cierto, el cuento de "a mi me da igual, tengo Rapidshare, Fileserve, etc" no sirve de nada. Ahora es Megaupload, mañana ¿quien sabe?. En lo personal, como no, es una gran jodienda, no sólo porque soy uno de los miles de mortales que seguía una serie vía Megavideo, sino porque colaboro en un blog de descargas y por supuesto como la ley siga adelante nos crujen vivos, aunque parezca una exageración, al webmaster de dicho blog, mi compañero Juankmas le pueden caer siglos de cárcel, si nos atenemos a la regla de que por 10 piezas musicales pueden caerte 5 años de cárcel.... (al menos en EEUU) y a mi también me caen unos cuantos añitos por subir unas pocas de discografías, y ni falta hace decir que mi cuenta de Mediafire corre serio peligro. Así que olvidaos de disfrutar de películas, música y muchas más cosas que simplemente por no haber nacido antes, os perderéis para siempre, la de bandas que se quedarán en el olvido porque no podrán publicar su música gratis y darse a conocer. Precisamente Scott Ian, de Anthrax, declaró hace unas semanas, que la solución para acabar con la piratería de la música es cortar Internet para siempre para el infractor. Con dos cojones. Espero que esté contento, ya que posiblemente dentro de unos años su nº de fans decrecerá, pues no todos tendrán dinero para comprar los discos de Anthrax, lo que implican que no gastarán dinero para ver algo que no conocen, eso por no hablar de discos como I'm The Man, que no se volverán a editar nunca. Lógica al nivel de Primaria que el señor Ian no ha sabido descifrar, ni el ni los capullos de las discográficas, que no son conscientes de que el CD se va a tomar por culo (más bien hace tiempo que lo hizo) e irá a peor. La historia de siempre, una industria que no quiere adaptarse a unos cambios que son inevitables y que cambiará a marchas forzadas, rápido y mal. Por cierto, yo sigo comprando álbumes originales porque me gusta, así que tengo derecho a quejarme ¿no?
¿Donde nos lleva esto? Al Internet exclusivamente de pago. Pagar por todo, incluso lo que ahora es gratis. ¿Que no tienes pasta? Aislamiento cibernético, a tu puta casa. Duro ¿eh?.
Pero tranquilos, si la historia se puede definir como una manera es: previsible. Los que mandan, siempre han intentado tener el sistema de control de la información, siempre, ahora responden al nombre de medios de comunicación de masas, pero son el mismo perro con distinto collar. El populacho no puede tener el control de la información, ellos deben tenerlo, para poderlo manipular a su antojo, y devolverlo "masticadito", con sus verdades, con lo que a ellos les interesa. La censura, lo que no interesa se prohíbe, por nuestro propio bien. Para defender los derechos de los autores, eso dicen, hace mucho tiempo era para preservar nuestra moral. Es el mismo cuento de siempre. En la Inglaterra del siglo XVI, tras la Revolución Gloriosa, el monarca Carlos II volvió a instaurar la Licensing Act en 1662, que daba el control al Parlamento de TODO lo que se publicaba, y digo volvió porque esta ley se quitó en el 41 ante la presión popular, e incluso hubo un periodo, desde el 41 al 48 donde había libertad absoluta de expresión. Poco a poco se fueron recortando estas libertades, hasta caer en la dictadura de Cromwell, y de ahí a Carlos II. Años después, en 1697 Guillermo III instauró una tasa sobre el papel, para que publicase el que pudiese pagar. (¿acceso por pago, familiar?) Y con la Revolución Francesa podría contar exactamente lo mismo. Libertad absoluta y progresivo recorte de derechos, y mil ejemplos más ¿Os suena la historia? ¿Podeis encontrar similitudes con nuestro caso? Si revisamos la historia creo que podemos saber lo que pasará. Censura, libertad pagada, y una lucha constante por mantener la libertad de expresión. Esto es lo que nos espera, luchar por un Internet libre, pero mientras, mucho me temo, vamos a tragarnos unos cuantos años de recortes de derechos, de libertades. El poder de este medio de comunicación, volverá a ellos, que ya ha estado mucho tiempo de nuestra parte, esto es solo el comienzo, en nuestras manos esta en volver a recuperar la libertad lo antes posible. Pero de momento el futuro es negro, muy negro.
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viernes, 20 de enero de 2012
lunes, 5 de diciembre de 2011
Crítica de discos: Esoteric - Paragon Of Dissonance (2011)
Poco a poco va finalizando este 2011, ya hace frío incluso en mi ciudad, que ya es decir (en Sevilla sólo tenemos verano e invierno, y este entra bastante tarde), y por recomendación de cierta persona bastante metida en el terreno del Black depresivo y el Doom, he llegado ante este disco y esta banda que no se puede definir con otro adjetivo que no sea: colosal, tan colosal que ocupa 2 cds.
Algo comprensible si tenemos en cuenta que esto es Doom/Death, Funeral Doom, para ser exactos. Vamos, un Doom Metal más aplastante aún si cabe, y aunque suele a obviedad, más lento, solo con bastantes influencias ambientales. Yo lo llamaría Doom Metal Ambiental, pero como veis hay etiquetas para todos los gustos y colores, así que me adaptaré a la etiqueta común. Que no necesitamos otro subgénero más, que ya hay muchos.
Dejando de un lado las absurdas etiquetas, esto es un auténtico violador de oídos, un ejemplo de como rendir culto a tu género predilecto, sabiendo muy bien lo que haces, respetando los cánones e incluso permitirte añadir elementos más actuales. Todo esto puede parecer contradictorio pero es muy difícil de lograr, y los ingleses Esoteric dan una lección magistral de como se hace Doom Metal. Si, ingleses, como no. Si hay un subgénero que se les da bien a los isleños es el Doom. My Dying Bride, Paradise Lost, Cathedral, etc. No sé si será el clima tan sombrío, su historia romántica, pero lo cierto es que es es los británicos siempre nos han dejado álbumes de Doom excelentes.
Desde el arranque con Abandonment nos queda claro quienes son Esoteric. Riffs contundentes con algunos destellos melódicos y una voz gutural extremadamente grave, de esas que tanto están de moda ahora. Solo que aquí tiene bastante más sentido que en todas estas bandas modernas, y posiblemente sean mejores. Aunque tampoco espereis Pig Squeals ni nada parecido con el Brutal Death Metal.
Pero el detalle que me ha cautivado más ha sido la cantidad de solos que hay. Ninguno es que sean una lección de virtuosismo y rapidez, pero le dan bastante variedad a las canciones. Imprescindible para no aburrirnos, pues la media de duración de los temas está en 15 minutos, es toda una anomalía que Loss Of Will "sólo" dure 7 minutos. Ahora, esto indica que cada tema es un mundo, que va desarrollandose poco a poco, introduciendo partes acústicas, ambientales, otras donde los solos son los protagonistas, o símplemente secciones de puro Doom/Death. E incluso (aquí cabe todo) ciertos momentos puntuales de puro ruido, como para desconcertar al incauto oyente. Pero sobretodo la sensación que dan Esoteric es de ser la banda sonora a una marcha de elefantes. Todos los temas excesivamente lentos, con esos riffs hasta los topes de distorsión y esos death growls eternos que al igual que los solos, parece que nunca acaban.
Y aún así no resulta algo relativamente cansino o repetitivo (digo relativamente porque para el oído no acostumbrado al Doom, o bien borra el disco o se pega un tiro si lo escucha entero), donde encontramos momentos brillantes en todos los temas, como los primeros minutos de Non Being, donde pasamos de un inicio ambiental majestuoso (y no, no hay otro adjetivo para definirlo) a una suave guitarra acústica que acaba desembocando en un solo épico. Después vendrá la sección rítmica aplastantante, donde sólo hay sitio para los ritmos lentos, con la misma cadencia que un entierro. Por eso es este álbum tan bueno, porque se toma su tiempo en demostrarnos de todo lo que son capaces estos ingleses, porque en 15 minutos les da tiempo a emocionarlos para justo después machacarnos la cabeza.
No voy a destriparos más el álbum porque sería una tarea demasiado costosa,y además, mejor descubrir todos los detalles por uno mismo
De lo mejor que nos ha dejado el Doom, no sólo este año, sino en toda su historia.
Nota: 9
miércoles, 30 de marzo de 2011
Crítica de discos: Dire Straits - Dire Straits (1978)

Realmente poco puedo decir que no se haya dicho de esta banda de Rock británica, que en sus 18 años ha marcado huella en el mundo de la música, que decir de temas como Brothers in Arms, Money For Nothing, Sultans of Swing, etc. y que a buen seguro, me saldrán enemigos de debajo de las piedras si digo algo malo. Pero lo interesante de este trabajo es que aquí quedaba mucho para que los ingleses pegasen el pelotazo con Brothers in Arms y Mark Knopfler fuese reconocido como el gran guitarrista que es. Quedaba mucho para eso.
Al escuchar este disco una sensación me viene siempre a la mente: como un vacío que de repente es roto con unos suaves acordes de guitarra. De hecho si tuviese que definir este trabajo con una palabra sería: minimalista, aquí no encontramos grandes arreglos orquestrales, ni guitarras estridentes. Todo lo contrario, cada canción pasa con cierta suavidad, tranquilamente. Por algo a este álbum se le suele encuadrar en el subgénero de Roots Rock, es decir, rock que vuelve a sus orígenes, fuertemente inspirado por el blues y el country. Y es que se podría decir que es un trabajo tópico, o lo que es lo mismo, que se ajusta como un guante al subgénero que se le ha asignado. Parece una obviedad lo que estoy diciendo, pero no sería la primera vez que un grupo es ambiguo en cuanto al género al que pertenece...
Pero volviendo al disco en cuestión, lo que quedan muy claras son sus influencias, como todo buen álbum debut. Tenemos ese lado puramente blues en Water of Love, con ese ritmo de guitarra que parece escrito por J.J. Cale (otro monstruo del blues del que han bebido bastante estos británicos) y que tan bien "imita" (entiendase como forma de idolatración) Mark Knopfler,
incluso el registro vocal es similar en este caso, pasando por Six Blade Knife, de un ritmo más tranquilo aún, y que se deshace completamente de cualquier otra influencia musical, es una canción blues que tiene todo lo que nos podemos esperar de este género (bueno, tal vez les falta ser negros).
Mientras que en el lado Country encontramos a The Gallery, la más larga del álbum, y que se hace un tanto repetitiva, principalmente por su estribillo, que no me convence demasiado, sin embargo aquí me quedo más con el trabajo de Knopfler a las 6 cuerdas en esta canción, me parece bastante original, y sobretodo bueno.
Otra canción que cumple punto por punto (o al menos lo intenta) los cánones de la música de los blancos americanos es Wild West End, que con ese título es como oír una canción de Black Metal que hable sobre satanismo o una canción de Hardcore Punk que hable de partirle la cara a alguien. Tal vez sea por eso que es una canción demasiado previsible, si a alguien le gusta el Country sabrá perfectamente a lo que me refiero. Y de Setting Me Up podría hablar de la misma historia, solo que con un título menos explícito, pero a pesar de eso no consigue aburrir, incluso en el minuto 3:10 incluye una pequeña sorpresa.
Luego tenemos la parte más lograda del álbum, la que se ajusta a la definición de Rock: mezcla de Blues y Country. Como Down To The Waterline, que a pesar de que al principio pueda parecer demasiado calmada: segundos de silencio, unos suaves acordes que aparecen repentinamente.... pero en cuanto suena la batería de Pick Withers, la cosa cambia y se empieza a volver mucho más animada, posiblemente sea la más conseguida de todo el disco.
Southbound Again sin embargo tiene un aura más Country, con la diferencia respecto a canciones como Wild West End de que en muchos momentos las guitarras se transforman y tienen un toque mucho más Blues.
No iba a dejar de lado el tema estrella del disco, no el mejor, pero sí el más recordado y en el cual empezaron a ganar popularidad: Sultans Of Swing. Cuando uno escucha el resto del trabajo, entiende el por qué de su popularidad. Está hecha para que se quede en tu cabeza. Desde los acordes de Knopfler, el ritmo de bajo de Illsley, y sobretodo su estribillo, que símplemente es... pegadizo, como he dicho, está hecho para quedarse en tu cerebro, no sé si lo hicieron a conciencia o no.
Finalmente y para cerrar el álbum, tenemos a Lions, la más tranquila del disco, con ese sentimiento Blues del que hablé antes, pero a la que le falta algo de animación, no digo ni mucho menos que le metan un Shred a lo Yngwie Malmsteen. Pero es un tanto sosa, la verdad, podían haber finalizado con un tema que dejase con ganas de más, pero este tema consigue lo contrario, o bien que quites ya el disco.
Como dije antes, en los primeros álbumes en donde se suelen notar más las influencias. En el caso de Dire Straits tal vez se les note demasiado y no llegen a construir su sonido propio del todo, pero ahí estaban las bases para álbumes posteriores donde desarrollarían todo su potencial, de momento el comienzo no es malo.
Nota: 7
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