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domingo, 27 de noviembre de 2011

Crítica de discos: Sepultura - Arise (1991)

Hay discos que no necesitan presentación, es más, cuesta hacer una presentación de un disco mencionado tantas y tantas veces en tantos sitios. Pero, como suele decirse, por algo será. Por algo es considerado uno de los mejores discos de Thrash Metal. Y es que es muy difícil encontrar algo malo en este álbum, y no voy a ser yo quien lo haga.
Con este disco creo que Sepultura aprendieron que se pueden conseguir muy buenos resultados con ralentizar, aunque sea un poco, la velocidad. Y vaya si lo consiguieron, porque creo que no me equivocaría al decir que esta es la culminación a su triología thrasher, ya sabeís: Schizophrenia, Beneath The Remains y este disco. Después vendrían los juegos con la percusión, la experimentación, y el resto ya lo sabéis.
Pero el Thrash sigue siendo la base de este Arise. El tema homónimo (el mejor del álbum,o al menos el más representativo), Infected Voice, Murder o Meaningless Movements destilan rabia por los 4 costados. Pero lo que nos interesa son temas como Altered State o Dead Embryonic Cells. Aquí los brasileños ya no van tan rápido, ahora han decidido concentrarse más en el riff, aunque luego vuelvan a pisar el acelerador y encontremos a los Sepultura embrutecidos. Pero ya vemos un breve adelanto de lo que vendrá, por no hablar de las intros que tienen ambos temas. DEC tiene ese toque industrial, probablemente heredado de unos Godflesh que ya por el 91 tenían el estatus de banda de culto. Mientras que Altered States representa los primeros ensayos con la percusión, de un modo mucho más limitado, para nada con el nivel de protagonismo que en Chaos AD.
A pesar de todo la experimentación sigue quedándose en momentos puntuales. En líneas generales sigue siendo un disco de Thrash excelente, que gracias a los momentos experimentales ya mencionados gana variedad en cuanto a su antecesor, además de los medios tiempos como Desperate Cry o Under Siege. Aunque suene a tópico aquí Sepultura consiguieron el equilibrio perfecto. Hacer algo relativamente novedoso, pero que fuese fiel a lo que ellos eran, y sin cabrear al sector más duro de sus fans, cosa extremadamente difícil.
Posiblemente por eso Sepultura nunca puedan volver a hacer un disco así, aunque volviera Max y se pusiese a recuperar la forma y a tocar la guitarra. Hacer un Thrash variado, donde se note que tus influencias van más allá de lo que venga de San Francisco o de Alemania. Los Sepultura del 93 seguirían conservando esa esencia, pero la banda que parió el Roots era un monstruo completamente distinto, ni mejor ni peor, simplemente estaba interesado en otras cosas.
Pero estos Sepultura llegaron a la cima arrasando, rivalizando con los chicos grandes del género, y se ganaron un puesto de honor, lo que viene después ya lo conocéis.

Nota: 9,7


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