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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Crítica de discos: Carcass - Reek Of Putrefaction (1988)

Ruido

El Grindcore ha tenido siempre para mí un encanto especial, supongo que será por la falta de ataduras que tiene, toda burrada que se haga está justificada bajo la etiqueta del género, es más, está bien visto ser lo más desagradable y cazurro posible. Y lo mejor de todo, puedes darle la razón a todos los que piensan que el Metal es ruido (aunque técnicamente esto es lo más bestia dentro del Punk, no olvidemos que este subgénero nació para llevar a límites absurdos la velocidad del Hardcore). En otras palabras: el Grindcore es divertido, se puede hacer el payaso en el buen sentido de la palabra. No hay problema, que acabarás resultando jodidamente machacante y bestia (no obstante si queremos invertir el proceso e intentar sonar lo más brutales posibles sin saber lo que estamos haciendo, podemos acabar siendo unos payasos en el mal sentido, veáse el Deathcore).
Pues unos chavales de Liverpool se levantaron un día con ganas de darle por culo al mundo, y decidieron hacer la música más desagradable del mundo, tanto que no pudiese llamársele música, sino ruido, !y vaya si consiguieron su propósito!.
Desde la portada, toda una oda al mal gusto y a las ganas de provocar, nos dejaban claro que estos chicos no estaban muy bien de la cabeza, ¿o tal vez sí?. Porque aunque no lo parezca, la portada es todo un alegato vegetariano, aunque todo el collage esté hecho de carne, lo que busca precisamente es provocar una repulsión hacia esta, pues, sólo hay que ver la desagradable imagen final, y si, si alguno (que no serán pocos) se lo está preocupando, los miembros de la banda por entonces (ahora mismo desconozco el dato) eran vegetarianos.
Pero vayamos a la "música" en sí. Esto es Grincore en estado puro, ni Noisegrind, ni Pornogrind ni Goregrind, ni ningún otro subgénero absurdo inventado para que existan (si musicalmente alguien puede distinguir alguno de esto subgéneros aparte de la temática de las letras, no me vale que unas hablen de tripas sacadas y otras de pollas deformadas, que me lo comunique.)
Y es un muro infame de sonido, está hecho expresamente para hacer ruido, canciones muy cortas, ni una sola llega a los 3 minutos de duración. Las guitarras son bastante ensordecedoras, con lo que la labor de distinguir riff se complica bastante, hay algún solo eso sí, pero son pocos y cortos. En cuanto a la batería tenemos al monstruo de Ken Owen, eso sí que es velocidad, es algo inhumano a la velocidad que toca, y no, a diferencia de otras bandas Grind posteriores, no usan una máquina de percusión, lo hace todo el solito, suerte para él que las canciones son cortas...
En cuanto al bajo y la voz, el 1º es casi inaudible en ese oceano de ruido y las voces son ininteligibles y da igual que te hable de sangrientos procedimientos médicos y deformaciones y mutilaciones varias, todo ello con un vocabulario técnico, no se entiende una mierda de lo que se dice sinceramente, son unos cuantos gruñidos y gritos, pero ahí está la gracia, en hacer un album extremadamente dificil de escuchar. Obviamente si estás familiarizado desde hace tiempo con el Death, Black, Thrash y demás sonidos extremos podrás apreciar más elementos. Pero tampoco gran cosa, te seguirá pareciendo ruido pero con riffs.
Si os habeís dado cuenta no he analizado el album canción por canción, !porque es imposible! casi todas las canciones parecen idénticas, así que lo mejor es escucharlo todo del tirón, aunque cueste, aunque sea sólo la escasa media hora que dura. Tal vez la intro: Genital Grinder sea la más reconocible, gracias a que no está tan bañada por ese muro de ruido que inunda al resto de los cortes.
Lo dicho, no es agradable de escuchar, todo un desafío para los oyentes, y no, no está hecho para que guste en lo musical, y si alguien dice lo contrario, o miente o no tiene oído. Pero es normal, es el cometido de este album, lo que ellos pretendían, e hicieron un buen trabajo, al igual que harán luego al incluir en sus filas al genial Michael Amott, que daría un vuelco al Grind/Death para luego acabar convirtiéndose en una banda de Death Metal Melódico, muy similar a lo que se empezaba a hacer en Gotemburgo y más tarde haría en los tempranos pero primerizos Arch Enemy. ¿Y sabeís que es lo mejor de todo? Que quemarían cada etapa con una gran calidad.

Nota: 8

4 comentarios:

  1. muy mala critica, no esta muy pensada¡¡¡ lo unico verdadero que dijiste fue lo del ridiculo del deathcore. y el grind no es un genero punk, ese es el que se llama crustpunk, en otras palabras la madre del grindcore, pero este tiene el apellido metal, aunq no reconocido el padre de este genero es el death brutal, el grindcore es el elegido, el mesias de la musica extrema.

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  2. Chaval, el Grindcore derivó de la necesidad de hacer el Hardcore Punk lo más rápido posible, escucha el primer disco de Repulsion (Horrified)y verás como suena muchísimo al Hardcore, solo que con letras gore, mira los napalm death de los primeros discos, empezaron como una banda hardcore y derivaron hasta el Grind de Scum.Lo que si es cierto es que estas bandas de Grind fueron fuertemente influenciadas por las primeras bandas de Death Metal como Possessed o Death, de ahí que el Grind y el Death siempre hayan sido casi como hermanos, además, por esa época el Brutal Death no estaba ni mucho menos inventado, es más, ha sido el Brutal Death el influido por el Grindcore, mira bandas como Aborted o Dying Fetus.
    Que no estés de acuerdo con la crítica no significa que sea mala.
    Un saludo

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  3. Carcass y cannibal corpse son la hostia!

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  4. te falta aprender de música. "el grindcore es divertido", que mierda hablas??!! sigue escuchando tus green day y toda esa mierda

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