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lunes, 13 de febrero de 2012
Crítica de discos: Lacuna Coil - Dark Adrenaline (2012)
Cambiamos totalmente de registro con respecto a la última entrada para comentar otro disco recién salido, y darle un poco de variedad al blog. Siempre he considerado que aquí deben caber tanto la última burrada underground como sonidos mucho más digeribles, como es el caso. Pero en el fondo que sea algo que me anime a escribir, y como veis, tengo un espectro musical como un campo de alcance bastante curioso.
Lacuna Coil es otra de esas bandas que en sus últimos años ha cabreado bastante a sus fans más aférrimos. El excelente Comalies supuso un pelotazo a nivel comercial. Después pasó lo que se esperaba. Karmacode bajaba el nivel para acercarlo a audiencias americanas, cosa que consiguieron. Pero la puntilla fue Shallow Life, con una bajada considerable de potencia, que cabreó a demasiados. Un sonido demasiado comercial y que iba destinado a.... ¿quien sabe? No al publico más "duro" (hablando dentro de los límites donde se ha clasificado normalmente a su público, claro) desde luego.
Este Dark Adrenaline, con una portada demasiado parecida a su predecesor, que contaba con el mismo productor (Don Gilmore) y un título, por qué no decirlo, bastante moñas, no hacían presagiar nada nuevo. Si, teníamos las declaraciones de Cristina Scabbia que afirmaba que este álbum era más oscuro y más pesado. Pero, en fin, tiene que vender su disco y no va a decir que es una mierda. Sin embargo, esta vez y por suerte no nos mentía, ni exageraba. ¿Es más contundente que Shallow Life? Sin duda. Incluso borra del mapa a Karmacode. Se situa a la altura del Comalies, aunque como suele pasar, no tiene ese encanto de los tiempos de Unleashed Memories y anteriores. No es algo malo, ni mucho menos, las bandas crecen, evolucionan, y ya no es lo mismo hacer discos con 40 años que con veintipico. Pero esto era lo que necesitaban los italianos, un golpe en la mesa para demostrar que siguen ahí, y que no se han vendido por completo. Y la verdad es que les ha salido un trabajo redondo. Si digo la verdad, al leer otras reseñas, muchas destacaban que casi todas las canciones eran singles potenciales. Yo afinaría el tiro diciendo que a pesar de que no hay canción mala, ninguna destaca por encima del resto. Puede que no saquen ningún himno de este disco, pero todos los temas merecen ser tocados en directo.
Tal vez el tema que más flojea sea Trip The Darkness, que curiosamente se ha usado como primer adelanto del disco. Un tema que se hace un tanto cansino cuando aumentan las escuchas, aunque, como todo, esto es puramente relativo.
Donde sí que se empieza a notar este recrudecimiento del que hablamos antes es en Against You con un riff más cortante y afinado más grave que nos recibe al comenzar el tema. Otra de las virtudes de Lacuna Coil han sido siempre el juego de voces entre Andrea y Cristina. Aunque en los últimos trabajos por desgracia esto se estaba perdiendo, o no se usaba correctamente, debido a que la voz de Cristina estaba teniendo demasiado protagonismo. Esto parece haber sido solucionado en Kill The Light, Give Me Something More, o Upsidedown, donde sí saben usar bastante mejor el contraste entre voces.
Si exploramos un poco más allá en disco, podemos encontrar ciertas reminiscencias o influencias a otros géneros. Así Don't Believe in Tomorrow recuerda relativamente (de nuevo, dentro del Heavy Metal melódico que son los italianos, no se cabreen los puristas) al Groove Metal americano, con esa base rítmica grave y contundente. Desde luego es la más pesada de todo el disco.
Otra incursión en otros géneros podría ser el comienzo de Fire, más cercano a un Hard Rock pegadizo. Terrenos en los que también se mueve The Army Inside.
Como no, hay sitio para un medio tiempo que podría considerarse balada como es End Of Time, que afortunadamente no resulta tan edulcorada como otras baladas de los italianos (vease: Within Me).
Aunque posiblemente la canción más distinta de todo el disco sea My Spirit. Un tema lento, con ciertos toques atmosféricos, y que se revela como el mejor tema del disco, aunque como he dicho antes, cuesta decidirse por uno en concreto. Un estribillo épico y un discurso final de Andrea en italiano que convencen a cualquiera de la calidad del disco. Una manera soberbia de acabar el disco.
Está claro que este álbum seguirá sin pasar sin pena ni gloria para los detractores de la banda. Pero lo que creo que han conseguido es re-enganchar a mucha gente muy desencantada por los últimos movimientos de la banda, con demasiados escarceos hacia sonidos mucho más modernos que poco tenían que ver con el Heavy Metal. Ahora sólo hace falta que no saquen un single con remixes electrónicos para terminar de encauzar su trayectoria....
Nota: 8'5
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Pues estaría guay unos remixes electrónicos, toda obra nunca está acabada ;)
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