Buscar este blog

lunes, 7 de febrero de 2011

Da igual

Que más da que se haya muerto de un infarto, ahogado en su propio vómito (la muerte rockera por excelencia) o cualquier otra posible muerte que se especule, se demuestre. Lo que importa es que no vamos a poder disfrutar más de este fantástico guitarrista. Yo lo reconozco, nunca fuí un gran admirador suyo, como mucho he escuchado algunas canciones de Thin Lizzy (y tampoco me voy a hacer superfan ahora que ya no está, eso es bastante hipócrita en mi opinión). Pero jode vivir en una época donde las bandas consagradas se retiran, otros mueren, aunque en este caso ha sido relativamente pronto (58 años) y antes de tiempo. Tienen que morir artistas como estos, cuando hay otros hijos de la gran puta en este mundo que merecen morir ya, y agonizando.
Esto es lo que hay, por mucho que nos reviente. D.E.P. Gary Moore

No hay comentarios:

Publicar un comentario